Y ahora... ¿quién podrá defendernos?. Álvaro Rojas

Y ahora... ¿quién podrá defendernos? - Álvaro Rojas


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y la inteligencia artificial los interpreta.

      De manera general, se puede decir que “los sensores están generando cambios”.

      Este ejemplo, no es nada nuevo, es real pero lo que merece un análisis, es ver cómo sin entrar a explotar el 100% del potencial, ya se alteró la realidad de algunos puestos de trabajo de la industria del retail como por ejemplo los cajeros, tomadores de inventarios, incluso puestos indirectos como los que mueven el efectivo del banco al local, entre otros.

      Esta tecnología se ha empleado desde el año 2010, pero se prevé que alcance su máximo potencial en la década del 21 al 30.

      Las experiencias abundan y al incursionar en este mundo, nos sorprenderíamos de las maravillas que nos ha traído la Revolución 4.0.

      Una conferencia me dejó particularmente impactado, al imaginar el potencial creador de lo que el conferencista estaba explicando.

      Él nos pidió que visualizáramos un carro fabricado por Apple, pero que Apple no vende.

      ¡Sí, no has leído mal! Te venden un carro que no existe.

      De verdad no podía salir de mi asombro, ante esta aseveración.

      Él nos pedía que imagináramos un mecanismo de adquisición que comienza con la compra de la licencia de creación del vehículo, luego la persona se dirige a una tienda de impresión 3D autorizada por Apple, entrega la licencia y ellos imprimen el vehículo.

      Y Voilà. Se sale manejando de la tienda.

      Cómo cambiaría el concepto de esta revolución, donde ya no compramos un carro físico, sino que podemos comprar la inteligencia detrás de todo el vehículo, para que luego sea impreso.

      Este hecho se puede extrapolar a la impresión de piezas para repuestos, por parte de las casas matrices automotoras. Las personas podrían recibir el software, el concepto de la pieza, lo llevan a la tienda para la impresión 3D y salen con la pieza de allí. Por un lado, la empresa de automóviles disminuye sus gastos y tiempos de entrega, pero por otro, las empresas importadoras de piezas ubicadas en China mermarían su producción. De allí la importancia del proceso adaptativo.

      De forma básica y muy etérea, todas estas transformaciones están produciendo que el mundo se revolucione y que nosotros tengamos que empezar por adaptarnos.

      La realidad es que, así como hay puestos que van desapareciendo, hay puestos que van surgiendo, y por añadidura hay habilidades que toman más relevancia, ya sea las que ya tengamos u otras nuevas que debamos ir desarrollando.

      Entonces, frente a este panorama es hora de que te preguntes:

      ¿Seré yo, el taxista de hace 5 años?

      ¿Seré yo, el que pasa tocando las ventanas para que la gente se despierte, yo el que estoy prendiendo los faroles en la noche y apagándolos en la mañana, sin saber que luego vendrá la electricidad?

      ¿Seré yo, el que está limpiando las alfombras cuando el gerente anda en otro país viendo una máquina que puede sustituirme?

      ¿Acaso seré esa persona que probablemente está en una industria que empieza a ser amenazada por los cambios?

      O por el contrario ¿seré la persona que está cambiando, la persona que mira hacia el futuro y observa las posibilidades de transformación y crecimiento?

      ¿Seré la persona que desarrolla habilidades y características acordes con los cambios de la sociedad, la empresa y mi entorno?

      ¿Seré el que saca el máximo provecho de cada situación?

      ¿Qué persona soy?

      Como reza el viejo dicho:

      “En las crisis unos lloran y otros venden pañuelos”

      Porque al final no es lo que vemos, sino cómo lo vemos.

      ¿Quién vas a ser tú en la industria 4.0?

      ¿El que llora o el que vende los pañuelos?

      Reflexiones del capítulo 1

      • Hay un futuro que siempre está tocando nuestra puerta y que queramos o no, es indetenible, así que lo importante es conocer nuestro rol en ello.

      • Solo nosotros mismos podemos saber qué somos capaces de hacer y que en nuestras manos se encuentra el descubrimiento de nuestras potencialidades.

      • Ignorar el cambio, no aceptar el cambio o abrazar el cambio, son las tres puertas de salida, que ante un cambio reflejan nuestro accionar como seres humanos.

      • El cambio siempre se va a producir, así que si decides ignorarlo o negarlo, no va a dejar de existir, simplemente tú quedarás fuera de ser partícipe de las transformaciones que sufre el mundo, las cuales tarde o temprano te terminarán cambiando.

      • El cambio se produce y lo acepto. Sé que está allí́ y lo abrazo. Me hago partícipe de él y lo hago parte integral de mí.

      • Para esta década el 47% de los empleos actuales estarán en riesgo gracias al desarrollo de industrias impulsadas por el avance de nuevas tecnologías.

      • Este cambio tecnológico generará una resistencia natural a la adaptación por miedos generados en el cambio de cómo hacer las cosas, pérdida de puesto de trabajo, incertidumbre sobre las habilidades requeridas, nuevas posiciones que tendrán las empresas, entre otros, igual a lo que ha ocurrido en otras revoluciones industriales.

      • El macroentorno está en constante cambio, las habilidades de los profesionales deben ser camaleónicas para lograr adaptarse y llevar a sus empresas y equipos a sacarle el mayor provecho a estos cambios.

      • El fenómeno de la Cuarta Revolución Industrial está siendo aceptado, pero naturalmente el ser humano ofrece resistencia ante lo nuevo, ante lo desconocido.

      • Adelantarse a lo que vendrá es la clave para acercarse lo más posible al éxito empresarial.

      • Así como hay puestos que van desapareciendo, hay puestos que van surgiendo, y por añadidura hay habilidades que toman más relevancia, sea que ya las tengamos o nuevas que debamos ir desarrollando.

super

      ¿Soy yo?

      ¿Cómo me doy cuenta que soy yo?

      ¿Qué tengo que cambiar?

      El cambio de conciencia inicia con un autodescubrimiento de nosotros mismos, de saber si somos quienes tenemos qué cambiar o es la empresa quien debe hacerlo. Y para ello, debemos responder estas 3 simples pero complejas preguntas. Este es el ejercicio de creación de conciencia.

      Las respuestas de ello, nos permitirán entender nuestra propia identidad y cómo hacer conciencia de los cambios que tenemos frente a nosotros.

      Si soy yo quien debe cambiar, lo siguiente es determinar ¿cuánto debo cambiar o debo adaptar de mí? Si, por el contrario, los cambios inician en la empresa debo preguntarme ¿si van a desaparecer los trabajos en la empresa o más bien van a haber nuevas oportunidades?

      Al analizar estas respuestas movilizamos la información dentro nosotros y comenzamos a hacer conciencia de lo que ocurre dentro y fuera de nosotros.

      Despertar nuestra propia curiosidad ante estas preguntas es el punto de partida para establecer el origen del cambio.

      Para nadie es un secreto que los seres humanos siempre hemos vivido en un entorno marcado por las leyes de la naturaleza, tan estudiadas y entendidas desde tiempos remotos por el filósofo griego Heráclito:

      “nada permanece igual indefinidamente, todo está en constante cambio”

      A pesar de todo cambio, los seres vivos en general podemos vernos alterados por todos ellos, al punto de hacer peligrar


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