El Dios de los desposeídos. Jayakumar Christian
pedidos de justicia con un comentario: “Ustedes no tienen dinero ni para comprar una copia de la Constitución… ¿cómo pueden pretender justicia?”. Al describir su situación, uno de los vecinos comentó: “No tenemos dinero ni siquiera para ponerle guirnaldas a Murthy [una deidad india], ¿cómo podremos engalanar a los ministros y políticos locales?”
¿Qué significa el “poder” para los ricos y los poderosos en Josiprasda? ¿Cuál es la relación entre el poder y la pobreza intergeneracional aquí? Estas y otras experiencias similares han llevado a que los pobres de la región lleguen a la conclusión de que Dios está del lado de los ricos. ¿Qué significa “ser la iglesia” entre los pobres que no tienen poder y que sienten que Dios está implicado en la perpetuación de su desamparo? Esta investigación se construye sobre la premisa adelantada por David Bosch de que “El mundo contemporáneo nos desafía a practicar una ‘hermenéutica transformadora’ […] una respuesta teológica que nos transforme primero a nosotros antes de que nos involucremos en la misión para el mundo”12.
Una perspectiva desde el trono
La percepción del poder es un tema importante para la iglesia local entre los pobres, especialmente cuando se lo entiende desde la expresión subversiva de poder en el trono de Dios en Apocalipsis 5.
Esa visión del futuro reino de Dios es una clave y un punto de referencia decisivo en esta indagación sobre la relación entre reino de Dios y poder.
El reino de Dios venidero y la visión del futuro “moldea[n] y determina[n] el contenido de nuestra misión”13. Como lo expresa Jacques Ellul, “Todos los hechos adquieren su valor a la luz del futuro reino de Dios”14. Hay tres razones específicas para poner el foco en el modelo futuro:
• Un estudio del futuro reino de Dios y una respuesta misional ante los desamparados basada en una perspectiva del futuro, seguramente permitirá a las misiones alejarse de una actitud meramente reactiva. Con frecuencia los hechos y las cifras acerca de los pobres son tan persuasivos que nos apresuramos a reaccionar o ejercemos un pragmatismo vacío. Al final terminamos “formulando” nuestras teorías e imperativos de desarrollo según nuestras suposiciones acerca del futuro… [sin contrastar] con los planes de Dios para el futuro15.
• Al comenzar por el futuro, afirmamos el hecho de que el futuro de Dios ya ha invadido el presente. En la visión del Antiguo Testamento sobre el tiempo, no había escisión entre la historia presente y el futuro escatológico. Wolfhart Pannenberg rechaza la idea de que la condición futura del reino de Dios implica que Dios está en desarrollo. En lugar de eso, afirma que “la idea de la condición futura de Dios y su Reino, definitivamente no ‘elimina’ a Dios y el futuro [del presente]… Todo lo contrario, como poder del futuro domina el pasado más remoto”16 y el presente. El reino de mañana ha invadido el hoy.
• Comenzar con el futuro aporta la dimensión de la fe al proceso de reflexión y acción. Cuando modelamos un paradigma alternativo para responder a los pobres que no tienen poder basándonos en el reino de Dios, no estamos haciendo una simple elección mecánica lógica. Vamos más allá. Hacemos una afirmación de fe. Creemos que el futuro como lo ven las Escrituras es de un valor tan determinante que permitimos que ese futuro moldee nuestras actuales respuestas ante los pobres que no tienen poder. Sólo por medio de la fe podemos agradar a Dios (Heb 11.6). “La fe no espera a que la soberanía de Dios se establezca en la tierra; actúa como si esa soberanía ya tuviera dominio completo”17. Por estas razones, este estudio analiza la visión futura del trono, la forma de las cosas que vendrán.
Esta figura del trono es una de las muchas descripciones que aparecen en el Apocalipsis. En efecto, “al Apocalipsis le preocupan los problemas del poder”18.
El poder y el cordero inmolado
La visión desde el trono en Apocalipsis 5 provee varias claves para comprender el poder en el reino de Dios. A continuación, algunas breves reflexiones sobre el poder como se lo ve desde el trono en este pasaje.
El poder, como se lo entiende en el reino de Dios, revertirá el así llamado orden natural y la comprensión popular del poder. En Apocalipsis 5.5, el anciano anuncia que el León de Judá entrará para abrir el rollo. Se corre la cortina y entra “un Cordero” (v 6). La palabra griega para Cordero —arnion— aparece 29 veces en el Apocalipsis; una traducción estricta debería decir “pequeño cordero” porque la palabra griega está en diminutivo19.
Reflexionando sobre esto, León Morris observa:
Cuando los hombres con visión terrenal quieren símbolos de poder, evocan bestias poderosas y aves de presa. Rusia tiene como símbolo el oso, Inglaterra el león, Francia el tigre, los Estados Unidos el águila con alas extendidas —todos ellos feroces20.
En la India el símbolo de poder es el tigre. Y en el reino de Dios el símbolo de poder es este “pequeño cordero”, un cordero inmolado. El poder, como se expresa aquí desde el trono, no es simplemente diferente, sino que invierte completamente la comprensión popular del poder.
El señorío de Cristo no se basa en alguna fuerza militar, sino en el amor sacrificial. No es opresivo ni castrador, sino creativo y liberador. No es totalitario, sino comunitario y fraternal. Facilita la formación de una nueva comunidad sobre la base del amor y el sacrificio21.
Este modelo de inversión se evidencia a lo largo de todas las Escrituras. Por ejemplo, la idea misma del Cordero en el trono es una inversión. En Apocalipsis 7.17, vemos al Cordero en el centro del trono; más adelante, el cordero pastoreará [a los redimidos] y los guiará a fuentes de agua viva. Esta descripción del trono y su disposición del poder nos resulta contradictoria con las imágenes “normales”. Vemos un Cordero en el trono, un Cordero que se convierte en pastor y, finalmente, un Cordero que guía al pueblo de Dios a las fuentes de agua viva. “El verbo poimanei (guiar) se asocia normalmente con un pastor y es inusual en relación con un cordero. Supone una total inversión de roles”22. Después de todo, este mismo Cordero, más atrás en la historia de la salvación, fue Aquel que …como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador (Is 53.7). En consecuencia, esta visión desde el trono sugiere que en el futuro, cuando el reino de Dios venga en toda su gloria, habrá inversiones en el orden natural y en la comprensión popular del poder.
Segundo, en el reino de Dios, el Cordero inmolado es el paradigma del poder. El pasaje de Apocalipsis también presenta al Cordero como “el inmolado”. El Cordero inmolado es hallado digno (5.9, 12) y se lo describe como el que “ha vencido” (5.5). “Su dignidad no se reconoce aquí en términos de su poder o de la majestad de su Persona, sino en su muerte por nosotros”23. El Cordero inmolado es una digna expresión de poder. El Cordero inmolado invierte la comprensión del mundo sobre el poder hasta hacerlo aparecer como impotencia.
Tercero, el poder en el reino incluirá a todos. Anteriormente, Jesús había dicho: Dichosos ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece (Lc 6.20). No obstante, vemos que cuando el reino de Dios sea finalmente cumplido comprenderá a “todos los pueblos, naciones y lenguas”.
El alcance universal de la redención se resalta sumando expresiones que muestran que los redimidos no provienen de