Las fuentes que dieron origen al Nuevo Testamento. Raul Zaldivar

Las fuentes que dieron origen al Nuevo Testamento - Raul Zaldivar


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la resurrección y que sirve de fuente a la teología cristiana de la resurrección y que, por no ser parte del canon, no quiere decir que no sea cierta. La siguiente parte de la respuesta de Jesús …Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos… es un midrash que Jesús hace de la Torah que sin duda es una fuente fundamental para el desarrollo de la doctrina de la resurrección de los muertos.

      Otra de las doctrina de los saduceos es la no creencia en los ángeles, como aparece reflejado en Hechos 23:8 ….porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu… y esto tampoco es de extrañar puesto que, al tener un cuerpo literario muy estrecho, no se puede esperar otra cosa. La implicaciones de este dogma son realmente graves porque ipso facto niega la existencia de Satanás y el reino de los demonios que gobierna el cosmos.

      Otro de los Dogmas de los saduceos lo encontramos en Antigüedades de los Judíos donde se afirma que los saduceos apostaban por el libre albedrío en contraposición al determinismo o predestinación que defendían los esenios y fariseos:

       Los fariseos decían que algunas cosas, no todas, se deben al destino; otras dependen de nuestra voluntad que se cumplan o no. Los esenios afirmaban que todo se debe al destino, y que los hombres nada pueden hacer que escape al destino. En cuanto a los saduceos, suprimían el destino, diciendo que no es nada y que no interviene para nada en los asuntos humanos, sino que todo está sometido a nuestro arbitrio; de modo que somos autores tanto de los bienes como de los males que nos acontecen por imprudencia nuestra. 48

      Usando un término teológico contemporaneo, los saduceos eran arminianos, creían que el libro albedrío era el centro que daba origen a lo que ocurría.

      Como puede observarse, los saduceos eran un grupo religioso sin ningún cuerpo literario y fundamentaban toda su dogmática en una reducida área de la revelación divina —como era la Torah— y, a raíz de eso, tenían una teología muy limitada. A pesar de lo anterior, fueron los sacerdotes del pueblo de Israel, sirvieron en el templo y fueron aquellos que cumplieron con todos los rituales religiosos del judaísmo. Al ser parte del clero religioso, esto los ubicó en situación social y política de privilegio, al llegar a manejar importantes cantidades de dinero. En el relato de los macabeos podemos ver que los saduceos entraron en un proceso de degeneración al identificarse con prácticas paganas de los helenistas hasta que los hasmoneos tomaron el poder. Estuvieron siempre allí, en el templo, en el Sanedrin y usufructuaron los privilegios que su posición les daba. Al tener una mente estrecha —como verdaderamente la tenían— se opusieron al mensaje de Jesucristo, a quien trataron de ridiculizar. También se opusieron a Pablo, pero este audazmente los hizo a un lado y salió bien librado. Lo cierto es que, con la destrucción del segundo templo, los saduceos salen de la escena humana y nunca más se vuelve a saber de ellos. Pasaron por la historia sin pena ni gloria y hoy son solamente un capítulo triste en la historia del pueblo de Israel.

      Una vez estudiado lo relacionado con los saduceos, es menester enfocarnos en el otro grupo religioso del PI, los fariseos.

      Los esenios49 fueron un grupo religioso que surgió en el PI en la época de la dinastía hasmonea, convirtiéndose en una organización cerrada, de ahí el nombre de secta de los esenios. Vivieron a las orillas del mar Muerto, en las cercanías de Jericó, donde desarrollaron una comunidad religiosa de la que se cree que Juan Bautista fue parte.50

      Los esenios se apartaron radicalmente de los otros grupos religiosos de la época como fueron los fariseos y los saduceos, a quienes criticaron y sindicaron de espurios por sus creencias y prácticas. Como era una característica en aquella época, cada grupo religioso estaba sustentado en un cuerpo literario que les servía como marco teológico y filosófico en el desarrollo de sus actividades. En ese sentido, los esenios tenían un cuerpo literario muy importante, el cual fue descubierto en parte por el gran hallazgo efectuado en 1947 en las cuevas de Qumrán, conocido como el más grande descubrimiento arqueológico del s. XX: los rollos del mar Muerto.51

      En la literatura esenia se pueden distinguir tres tipos de literatura: 1) los textos bíblicos, 2) los libros apocalípticos y 3) los libros propios de la secta.

      Se encontraron fragmentos de MSS de todos los libros canónicos del AT excluyendo el libro de Ester. Lo anterior atestigua que eran un grupo religioso conectado con la historia religiosa del pueblo de Israel, del cual ellos se consideraban la reserva moral y religiosa. En la Q152 se encontró un comentario de Habacuc correspondiente al capítulo 1-2 que tiene una estrecha relación con el TM. También, en la misma Q1, se encontró un fragmento del libro de Miqueas que comenta Miqueas 1:5-6. El libro de Isaías: de este se hallaron 2 rollos, el primero es un texto completo y es idéntico al Isaías del TM; el segundo rollo, aunque incompleto, es casi idéntico al TM. Se hallaron fragmentos del libro de Daniel (1Q 71 y 72). En la misma Q1 encontraron cinco fragmentos del libro de Levítico (Cap. 17-26) que se refieren al código de santidad. En el año 1952 se descubrió la Q2 y en ella se encontraron fragmentos de Éxodo, Rut, Salmos, Jeremías, del libro de Jubileos y un rollo de Levítico. En Q4, explorada en 1952, se encontraron más de 380 libros, incluyendo todos los libros del AT exceptuando a Ester. Entre los canónicos encontrados podemos citar: fragmentos de Éxodo, dos fragmentos de Samuel, fragmento de Eclesiastés, dos fragmentos de Jeremías, diversos fragmentos de Daniel y cuatro fragmentos del libro de Isaías. En la Q11 se encontró el libro de los Salmos.

      Los libros o fragmentos de libros canónicos encontrados en las diversas cuevas de Qumrán demuestran que había un cuerpo literario común a todos los grupos religiosos de aquella época y que ha significado la base de lo que posteriormente fue canonizado como el tanaj para los judíos o el AT para los cristianos.

      La basta literatura pseudoepígrafe encontrada en Qumrán es una evidencia palmaria para conocer del compromiso de esta secta con su religión y, sobre todo, el pensamiento teológico que dio origen a una producción literaria propiamente esenia que influyó en personajes como Juan el Bautista.

      Son muchos los pseudoepígrafes encontrados en Qumrán que revelan el carácter de esta secta que floreció a las orillas del mar Muerto. Un grupo de personas muy comprometidas con sus creencias, estudiosas de toda la literatura religiosa de su época, no para adornar su biblioteca, sino para que esta sirviera de base para su propia producción literaria.

      Algunos de los pseudoepígrafes encontrados son: el Testamento de Moisés, El Testamento de los XII Patriarcas, el libro de los Jubileos, I de Enoc, inter alia. Este último es uno de los documentos más importantes por el papel que juega como fuente para los redactores del canon del NT. En Qumrán, el libro etíope de Enoc —también conocido como I de Enoc— es el más antiguo pseudoepígrafe atribuido a Enoc, séptimo descendiente de Adán y Eva. (Génesis 5:4). Se le llama etíope porque este relato se ha conservado íntegramente en este idioma. El texto griego nos ha llegado de forma parcial y en la Q4 se encontraron solo una serie de fragmentos de I de Enoc en el idioma arameo.

      Es importante señalar que el libro de I de Enoc tiene una paternidad literaria plural, es decir, es una composición de varios escritos hecha por varios autores en períodos de tiempo diferentes, que comienzan antes de la época macabea con una redacción final, probablemente, al final del s. II a.C.53

      I de Enoc es uno de los libros más importantes del género apocalíptico y desarrolla una serie de conceptos teológicos claves para la teología del Nuevo Testamento, como el juicio, el mesías, la resurrección de los muertos, el Hijo del hombre, la caída de los ángeles, en fin, una serie de conceptos nunca antes tratados en los escritos judíos que después fueron canonizados. Es de suma importancia señalar que este libro es probablemente uno de los que más utilizan los redactores de los libros del NT, razón por la cual le dedicamos suficiente atención a lo largo de toda esta investigación.54


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