De PhD y otros demonios. Sandra Bermeo
hasta la Edad Media y, en esa época, se conoció el “conjuro de Tegernsee para los gusanos” que, en una traducción del lenguaje de ese tiempo dice: “gusano arrástrate hacia fuera, acompañado por nueve gusanitos”. Varias ideas erróneas se afirmaron como científicas.
Referencias precisas sobre parásitos intestinales y sus complicaciones aparecen en la Biblia. La ley mosaica se refiere a los cerdos: importantes reservorios de parásitos como triquinosis, cisticercosis y otras infecciones bacterianas que producían problemas de salud en los israelitas y en otros pueblos que comían carne cruda de estos animales.4 En el libro Levítico, capítulo 11: 1-8, dice textualmente (ley acerca de los animales puros e impuros): “habló Yavé a Moisés y a Aarón, diciendo: Decid a los hijos de Israel: “he aquí los animales que comeréis de entre las bestias de la tierra. Todo cuadrúpedo que tiene hendida la pezuña en dos partes y rumia, podéis comerle: mas todo aquel que aunque rumia y tiene pezuña, no la tiene partida, no lo comáis, antes le tendréis por inmundo”. Más adelante continúa: “y el cerdo, que teniendo hendida la uña, no rumia, de la carne de éstos no comáis, ni toquéis sus cuerpos muertos, porque son inmundos para vosotros”.5 Los israelitas que guardaban la ley, prevenían la infección por Trichinella (triquina) y otras enfermedades infecciosas y parasitarias.6 En el siglo VII, la ley islámica hizo la misma prohibición con los cerdos.
En los capítulos correspondientes a las parasitosis se ampliarán los aspectos históricos sobre la presencia de los parásitos en tiempos antiguos y el momento en el cual se describieron científicamente.
ASOCIACIONES BIOLÓGICAS
Los únicos seres vivos capaces de sintetizar sus propios componentes son los vegetales. De ellos se sirven los animales herbívoros para su crecimiento y subsistencia. Los omnívoros y los carnívoros, inclusive el hombre, se aprovechan de los herbívoros para su alimentación y consumen, asimismo, otros animales. Se crean así las “cadenas alimenticias”, que originan luchas biológicas por la subsistencia, en las cuales el más fuerte destruye y consume al más débil. No es este el único fenómeno biológico en relación con la supervivencia y alimentación de los animales. Existen unos seres vivos inferiores que se aprovechan de otros superiores para alojarse y nutrirse: los parásitos.7
Hay varios tipos de interacciones biológicas en las cuales dos organismos se asocian para vivir. Las más importantes son:
Parasitismo
Este tipo de asociación sucede cuando un ser vivo (parásito) se aloja en otro de diferente especie (huésped u hospedero) del cual se alimenta. El parasitismo abarca desde los virus hasta los artrópodos, pero, por costumbre, se restringe el término parásito para aquellos organismos que pertenecen al reino animal. Por este motivo, este libro no incluye virus, bacterias ni hongos. Biológicamente, un parásito se considera más adaptado a su huésped cuando le produce menor daño. Los menos adaptados son aquellos que producen lesión o muerte al huésped que los aloja. En los períodos iniciales de la formación de la vida en la tierra, los parásitos fueron, con gran probabilidad, seres de vida libre que, cuando evolucionaron las especies, se asociaron y encontraron un modo de vida que los transformó en parásitos.
Comensalismo
Se presenta cuando dos especies diferentes se asocian, pero solamente una de las dos obtiene beneficio al alimentarse de la otra, aunque ninguna sufre daño, (p.ej., la rémora que vive adherida al dorso de los tiburones e ingiere restos de alimentos que consumen estos). En parasitología, se consideran parásitos comensales los que no producen daño al huésped (p.ej., algunas amebas no patógenas). El comensalismo en que las dos especies obtienen beneficio se denomina mutualismo.
Inquilinismo
Ocurre cuando un ser se aloja en otro sin producirle daño y sin derivar alimento de él. Existe un pez que vive en el cuerpo de ciertos equinodermos, de donde sale para nutrirse. Algunos consideran que la hembra de Schistosoma vive como inquilina en el cuerpo del macho.
Simbiosis
Sucede cuando dos especies diferentes se asocian para obtener beneficio mutuo, sin el cual no pueden subsistir (p.ej., los comejenes que, al no poseer enzimas digestivas, se asocian con ciertos protozoos que, en sus tubos digestivos, transforman la celulosa en azúcar y proporcionan alimento para ambos).
Oportunismo
Se refiere a los microorganismos que, por lo general, no causan enfermedad en los huéspedes inmunológicamente normales, pero invaden cuando existe una alteración del estado inmune (p.ej., el Cryptosporidium en pacientes con sida).
TERMINOLOGÍA
Huésped u hospedero
Se utilizan para denominar al animal que recibe el parásito. Se llama huésped definitivo al que tiene el parásito en su estado adulto, o en el cual se reproduce sexualmente; y huésped intermediario al que tiene formas larvarias en desarrollo, o en el cual se reproduce de manera asexual. Huésped paraténico o transportador es el que tiene formas larvarias que no se desarrollan (p.ej., el hombre es huésped definitivo de Ascaris lumbricoides, los caracoles son huéspedes intermediarios de Fasciola hepatica; y los peces son huéspedes paraténicos de Gnathostoma spinigerum).
Reservorio
Se considera reservorio al hombre, animales, plantas o materia inanimada, que contengan parásitos u otros microorganismos que puedan vivir, multiplicarse en ellos y ser fuente de infección para un huésped susceptible. En el caso de las parasitosis humanas, el hombre es el principal reservorio, ya que la mayoría de los parásitos que lo afectan pasan de hombre a hombre. (p.ej., el perro es animal reservorio para Leishmania).
Portador
Estado de adaptación animal en el cual el microorganismo patógeno vive en el huésped sin causarle daño como sucede en el 90% de las personas positivas para Entamoeba histolytica.
Vector
Se considera, en parasitología, que el vector es un artrópodo u otro animal invertebrado que transmite el parásito al huésped por inoculación al picar, por depositar el material infectante en la piel o las mucosas, o por contaminar alimentos u otros objetos. Los vectores pueden ser solo mecánicos (moscas o cucarachas), o ser biológicos cuando los parásitos se multiplican en ellos o las larvas se transforman para ser infectantes (p.ej., el mosquito Anopheles es el vector de Plasmodium, y el mosquito Aedes es el vector de la filaria Wuchereria bancrofti. Ambos son vectores biológicos).
Infección parasitaria
Sucede cuando el huésped tiene parásitos que no le causan enfermedad, lo cual constituye el estado de portador sano. Ocurre con la presencia de amebas no patógenas como Entamoeba coli y en infecciones parasitarias leves como en el parasitismo por pocos tricocéfalos (Trichuris trichiura).
Enfermedad parasitaria
Se presenta cuando el huésped sufre alteraciones patológicas y sintomatología producidas por parásitos.
Zoonosis parasitaria
Ocurre cuando parásitos de animales vertebrados se transmiten al hombre (p.ej., en la teniasis, en la cual el cerdo o el ganado vacuno tienen la forma parasitaria en los músculos). Igualmente, se consideran zoonosis las parasitosis que se presentan en el hombre y en los animales como la tripanosomiasis existente en animales