Metodología y técnicas de atletismo. Joan Rius Sant

Metodología y técnicas de atletismo - Joan Rius Sant


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de practicantes es mucho mayor de la que la sociedad puede absorber (¿cuántos niños españoles pelean cada año por integrarse en los cadetes de los equipos de primera y segunda división?). En atletismo se debe cuidar exquisitamente la formación de los niños que se inician, tanto desde el punto de vista técnico como emocional y motivacional. No podemos permitirnos el lujo de perder eficacia con la poca base (comparados con el fútbol o baloncesto) de practicantes que llegan a las pistas.

      Los contenidos de esta nueva metodología miran en las dos direcciones: en la forma, es decir, en cómo y dónde presentar el atletismo en un formato más atractivo y acorde con las demandas a la sociedad actual; y en el fondo, esto es, en la manera de intervenir técnica y didácticamente sobre los clientes captados. Saber iniciar en el atletismo y entrenar muy bien a los jóvenes de poco sirve si no disponemos de atletas. Por el contrario, si disponemos de pocos atletas y no trabajamos con precisión, perderemos parte de los escasos recursos que nos llegan.

      El modelo del atletismo de promoción no es un modelo jerarquizado ni programado institucionalmente. Cada club, cada escuela de atletismo e incluso cada técnico hace las cosas a su manera. Esto tiene como aspecto positivo la dinámica tan abierta que adquiere la promoción del atletismo; en cualquier rincón del mapa donde coincida un técnico con interés y un talento deportivo puede surgir la figura; pero también tiene su parte negativa, la ausencia de estructura y programa, la imposibilidad de evaluar los programas y los métodos de trabajo, y, finalmente, no hace fácil el trabajo en equipos estables.

      Cuando un joven talento de 16 años llega a un centro de tecnificación o a un entrenador experto, los límites ya están muy marcados. Un buen trabajo de base o un trabajo inadecuado en la infancia lo pueden elevar a la cumbre o relegarlo a ser, en términos ciclistas, un gregario más. Debemos intentar que todo niño o niña que se inicie en el atletismo y tenga capacidad para acceder a la elite no se quede en el pelotón. Y quien su genética no le permita grandes gestas, debemos procurar que alcance su máxima capacidad potencial y prolongue muchos años su vida atlética.

      En esta metodología me he centrado mucho en la enseñanza de la técnica durante las primeras edades. Uno de los mayores problemas detectados en la enseñanza de la técnica del atletismo está en que los jóvenes atletas repiten muchas veces los ejercicios pero no siempre lo hacen de la forma correcta, con la intensidad adecuada y con la atención debida. Sobre este aspecto coincido totalmente con Jesús Durán, quien, cuando le pedí su opinión y consejo respecto un tema de lanzamientos, insistió mucho en este punto: no es igual repetir mucho que repetir bien un ejercicio. Esta atención hacia los aspectos técnicos se materializa en este libro en el importante número de fotografías y secuencias que se han tomado en competiciones y entrenamientos de atletas, jóvenes y adultos.

      En este libro han colaborado otros entrenadores y profesionales que han tratado los aspectos en los que son especialistas. Sin su colaboración este libro habría quedado desequilibrado. Josep Ma Padullés, además de haber realizado gran parte de las fotos, es el autor del capítulo relativo a la biomecánica. Rafael Sánchez ha escrito todo lo referente a la marcha y a los 3000 metros obstáculos. Miguel Escalona expone la importancia de la fuerza y de la técnica de carrera en la formación de los futuros mediofondistas. José Luis López ha hecho un excelente trabajo estadístico que nos permitirá comprender mejor la evolución y el progreso del atletismo a través de los récords mundiales. Mercè Rosich, entrenadora y psicóloga del deporte, aborda la iniciación en el atletismo desde la perspectiva de la psicología. Lourdes Sánchez, médico deportivo, plantea los aspectos médicos que consideramos que debe conocer el entrenador de jóvenes en forma de preguntas y respuestas. Por último, los dibujos y el diseño del “personaje o muñeco” son obra de Maite Górriz, exatleta, pintora y matemática. El criterio de contar con estos colaboradores ha sido triple: profesionalidad, amistad y disposición de tiempo. Son todos los que están pero no están todos los que son.

      A lo largo del libro aparecen muchas referencias a otros textos y autores, la mayoría citados y comentados en la bibliografía final. Pero sería injusto si no explicitase que muchas de las informaciones que aparecen en el texto son el resultado de reuniones, tertulias, conferencias, lecturas, observaciones, etc., de muchos profesionales (muchas no publicadas) que han influido en mi conocimiento y puntos de vista sobre el atletismo. Posiblemente haya omitido por olvido alguna referencia explícita y, si así fuera, pido disculpas.

      Este texto ha sido posible gracias a los atletas a quienes en las competiciones oficiales hemos podido fotografiar en pleno esfuerzo y a la paciencia de quienes han posado desinteresadamente para el texto, especialmente los alumnos del INEFC de Barcelona, los del IES Calípolis de Tarragona y muy en particular a María Vasco, Cira, Cristian, Marc, Gerard, David, Jorge, Jordi, Ainoa Cabré, Apolo, Pau, Guillem, Asun, María, Joan Anna y Ana. Igualmente, doy las gracias a quienes me han facilitado sus fotografías particulares.

      Considero necesario reseñar en esta introducción que el trabajo de campo sobre el que se ha basado este libro tiene tres grupos de personas que considero los “culpables remotos” de que este libro haya visto la luz.

      El libro no se habría escrito sin que un grupo de personas, en los años 1970, creyeran en un proyecto. En primer lugar los miembros de la Asociación de Padres de Alumnos (entonces era APA y no AMPA) del colegio Los Ángeles de Tarragona, quienes financiaron un proyecto que incluía la educación física escolar (años en que la educación física en los centros públicos de primaria brillaba por su ausencia) y el atletismo extraescolar.

      El segundo grupo de responsables lo ubico en la Federació Catalana d’Atletisme y está personalizado en dos personas, Cloti Valero y Josep Ma Estruch, responsables y dinamizadores durante muchos años del atletismo de menores. Creo que sin su aliento, empuje y eficacia no habrían surgido muchos núcleos atléticos; seguro que el atletismo de menores en Cataluña no habría alcanzado y mantenido el excelente nivel de este último cuarto de siglo.

      El tercer grupo lo forman los jóvenes atletas que entrené desde muy pequeños. Con ellos pude aplicar, modificar, probar, equivocarme muchas veces, rectificar y confirmar que muchas de las propuestas que aquí aparecen no son fruto de una especulación teórica. Algunos de estos atletas, hoy entrenadores (Miguel, Santa y Nando) en activo, han conseguido que sus atletas alcancen resultados atléticos mucho mejores de los que consiguieron ellos entrenando conmigo.

      Antes de finalizar esta introducción quiero dedicar este libro a la memoria de ocho amigos, algunos íntimos, todos técnicos de atletismo, que nos han dejado durante estos nueve años que ha durado la confección de este libro: Lluís Uribe, Paco Aguila, Pep Vilà, Roberto Cabrejas, Enric Coy, Miquel Consegal, Miguel Larroy, y especialmente Montse Llaveria, mi compañera durante 19 años. En este texto están presentes muchas de sus opiniones, conocimientos, actitudes y sentimientos, que tanto me han aportado en el conocimiento del atletismo y de la vida.

      ¿Qué es el atletismo?

      CAPÍTULO 1

      Bucear en la historia del atletismo nos lleva a bucear en la historia de la humanidad. Los orígenes del atletismo no institucionalizado ni reglamentado son tan antiguos como el hombre. Correr, saltar y lanzar constituyen actividades motrices básicas del ser humano que van más allá del momento cultural e histórico. Saber cuándo se llevó a cabo la primera carrera en forma de competición entre dos o más personas supone perderse en el pasado, pues en la casi totalidad de culturas y civilizaciones las carreras, los saltos o los lanzamientos han estado presentes en sus modos de producción, en sus juegos o en sus rituales y celebraciones.

      Pero, en cuanto al atletismo como deporte moderno, con la estructura con la que hoy lo conocemos, debemos remontarnos a la Inglaterra del siglo XIX (1837), al Eton College, donde se celebra entre los alumnos de la escuela la primera competición de la que se tiene noticia. Pero no es hasta 1838, en Nueva Jersey, cuando un periódico hace una crónica de una competición atlética.

      Contemplar el atletismo como un solo deporte es un error. El atletismo es una suma de especialidades que culturalmente se han agrupado bajo este nombre general. Las similitudes entre el maratón y el lanzamiento de martillo son muy pequeñas: ni la instalación, ni la forma de entrenamiento, ni el biotipo del atleta coinciden.


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