El juego y los alumnos con discapacidad. Mercedes Ríos Hernández

El juego y los alumnos con discapacidad - Mercedes Ríos Hernández


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habla de sorderas post-locutivas cuando la sordera aparece después de los tres años de edad, o más exactamente cuando el niño ya ha adquirido el habla.

      En estos casos, se ha producido un contacto con el lenguaje oral y se han desarrollado un mínimo de estructuras. Ello, lógicamente, hará variar totalmente el global de potencialidades, es decir, de necesidades, según las características del alumno.

       1.4. La ayuda y la adecuación protéticas

      Lógicamente, la posibilidad de una ayuda protética con buena respuesta y óptima adecuación permite elevar el nivel de potencialidades de la persona con déficit auditivo.

      Básicamente, la ayuda protética la proporcionan los audífonos, amplificadores que aumentan la intensidad del sonido de forma que la curva de audición se acerque lo máximo posible a la normalidad.

      Conviene aclarar, eso sí, que este aumento que normalmente se sitúa entre los 30 y los 50 db no es idéntico y uniforme en todas las frecuencias por lo que se hace patente la afirmación que entre no oír y oír con normalidad hay una infinidad de situaciones posibles.

      Finalmente, cabría citar que audiología y audioprotética son campos en un progreso continuo. Hay importantes avances que hacen cambiar las expectativas continuamente.

       2. OTRAS VARIABLES QUE INCIDEN EN EL DESARROLLO GLOBAL

      Todo lo que hasta aquí hemos dicho hace referencia a las variables directamente relacionadas con el déficit auditivo. Son suficientes como para que empecemos a ver como incuestionable el hecho de que cada persona con un déficit auditivo posee características distintas que abogan por la aceptación de la diversidad dentro del déficit que antes preconizábamos.

      A esta diversidad de perfiles se añade la acción multifactorial y determinante de otro conjunto de variables, las que recogemos bajo el nombre de “otras variables que inciden en el desarrollo”. No haremos aquí una descripción exhaustiva de todas ellas, pues muchas son comunes a toda la población, tengan o no una deficiencia auditiva. Nos disponemos, pues, tan sólo, a señalar las más significativas:

      Podrían agruparse en tres bloques:

       1. Variables relacionadas con el ambiente familiar

      Entre ellas, cabría destacar las relacionadas con el grado de aceptación del déficit por parte de los padres, la presencia de sordera en ellos u otros miembros de la familia, etc.

       2. Variables relacionadas con los factores educativos

      A este bloque, pertenecerían variables como la posibilidad de recibir atención especializada desde el mismo momento en que se produce la detección de la sordera, la edad de escolarización, factores relacionados con la integración del alumno sordo, entre otras.

       3. Variables relacionadas con el entorno social

      Deberíamos mencionar aquí variables como la “representación social” predominante en la comunidad hacia las personas con algún tipo de hándicap y el nivel –tanto cuantitativo como cualitativo– de los recursos del entorno social de estas personas, tanto en el plano educativo como en el del ocio y en el de las perspecitvas de integración al mundo laboral.

       PAUTAS Y ESTRATEGIAS A SEGUIR EN LA PROPUESTA DE JUEGOS

      Exponíamos en la introducción que no es voluntad de este capítulo el presentar un núcleo de adaptaciones específicas para la realización de juegos en las personas con déficit auditivo, entre otras razones, por ser del todo innecesarias. Eso sí, cabe considerar las características específicas que pueden presentarse y la necesidad de recurrir al análisis de ciertas consideraciones que presentamos a continuación.

      Previamente, conviene llamar la atención sobre el hecho de que aceptada la diversidad en el campo del déficit auditivo y justificada esta diversidad en la acción de las variables expuestas en el apartado anterior, seguirán ahora ciertas generalizaciones que deberán reconsiderarse, analizar y aplicar a la realidad de cada caso en particular.

       PRINCIPIOS GENERALES

      La dirección de la actividad física con personas con déficit auditivo debe considerar de forma constante los siguientes principios:

      1. Las principales dificultades que pueden presentar los alumnos con este déficit se basan en la comprensión de los mensajes y consignas que se den, si éstos son transmitidos de forma exclusiva a través del lenguaje oral.

      2. Existen –y ésta es una generalización más– unas necesidades específicas que deben tenerse presentes para poder dar una respuesta adecuada y compacta:

      a. Necesidad de recurrir a estrategias visuales

      b. Necesidad de experiencia directa y mayor información sobre lo que sucede alrededor

      c. Necesidad de mayor información referida a normas y pautas a seguir

      d. El juego puede suponer para este colectivo una de las escasas posibilidades de participación en actividades donde no todo el “peso central” recae en el lenguaje oral y escrito, en la compresión de mensajes o su lectura. Una de las escasas oportunidades, en definitiva, de participar en “igual de oportunidades” con los demás.

       RECURSOS Y ESTRATEGIAS

      Dividiremos los recursos y estrategias presentados en tres apartados:

      1. Recursos que tienen por objetivo la comprensión de consignas.

      2. Recursos a considerar en el momento de seleccionar actividades y ejercicios concretos.

      d. Recursos y estrategias a utilizar en la realización concreta de actividades y ejercicios.

       1. RECURSOS QUE TIENEN POR OBJETIVO LA COMPRENSIÓN DE CONSIGNAS

      a. Podemos facilitar la comprensión del lenguaje oral si ofrecemos condiciones óptimas de lectura labial.

      – La lectura labial:

      • Exige atención, observación fina y continuada y rapidez perceptiva para captar los elementos pertinentes del discurso de quien habla.

      • Se basa en la asociación de movimientos de los labios con determinadas palabras y su significado.

      Por ello, la introducción de nuevos temas o nuevas palabras deberá anticiparse previamente, acompañarse de referentes visuales y asegurar su incorporación al volumen lexical del participante, antes de realizar una explicación que gire alrededor de todos ellos.

      Dicho de otra forma, si queremos realizar una explicación que incorpore un vocabulario inédito para el alumno, éste debe haberse anticipado previamente.

      – El alumno debe poder ver la totalidad de la cara del educador para poder seguir los movimientos de los la-bios. Ello obliga a considerar, siempre que se dé una explicación, cuál es la posición del alumno con déficit auditivo y si se cumplen los requisitos que apuntamos.

      El educador debe estar atento cuando realiza la explicación, a que el alumno pueda ver con comodidad y claridad su rostro.

      – No deben darse consignas o realizar advertencias mientras paseamos, apuntamos en una pizarra de espaldas a los alumnos, etc.

      b. El educador debe completar todo aquello que explica oralmente con elementos extraverbales, facilitando la experimentación del alumno y completando la explicación oral con elementos visuales, gestos, imágenes, fotografías, etc.

      c. Ante la demanda por parte del alumno de una aclaración sobre lo explicado o descrito, deben evitarse las repeticiones idénticas, las frases segmentadas o las palabras aisladas sin sentido. Debe hacerse un esfuerzo por reformular la frase completa dando consignas referenciales nuevas que faciliten


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