El juego y los alumnos con discapacidad. Mercedes Ríos Hernández
sufrir los afectados de espina bífida.
PARÁLISIS CEREBRAL INFANTIL
La definición más ampliamente aceptada y más precisa es la de “un trastorno del tono postural y del movimiento, de carácter persistente pero no invariable, secundario a una agresión no progresiva en un cerebro inmaduro”.
De esta definición se deducen varias consideraciones:
• Es un trastorno del tono postural y del movimiento, los franceses denominan a esta patología enfermedad motriz cerebral haciendo hincapié en el carácter motriz primordial.
• De carácter persistente pero no invariable quiere decir que las secuelas que esta patología comporta duran toda la vida, pero que como se manifiesta en los primeros meses de la vida, el niño tendrá posibilidades de evolucionar hacia una mejora en las adquisiciones de la motricidad y actividades propias del bebé y del niño.
• En un cerebro inmaduro, es decir, un cerebro que aún no ha finalizado su completa maduración. Se considera que un cerebro está maduro hacia los 3 años de vida. Por lo tanto, siempre que se produzca una agresión en el cerebro de un niño antes de los 3 años, aproximadamente, se podrá hablar de parálisis cerebral.
INCIDENCIA
La incidencia normal de la P.C. (parálisis cerebral) se sitúa alrededor de un 2% de los niños nacidos vivos aunque esta cifra varía, según las series estudiadas, los criterios de selección, el tiempo y el tipo de comunidad estudiada.
ETIOLOGÍA
Clásicamente se clasifican las causas de la P.C. en función de la etapa en la que ha tenido lugar la agresión.
• Período prenatal: durante el período intrauterino se pueden encontrar causas genéticas o cromosómicas o bien infecciones intrauterinas, el efecto de algunas drogas o tóxicos como el alcohol, diabetes materna, traumatismos etc.
• Período perinatal: es decir, en el momento del parto. Clásicamente la causa más conocida es el sufrimiento fetal durante el parto que produce una anoxia o falta de irrigación sanguínea en el cerebro del niño ocasionando una P.C. Afortunadamente esta causa está en descenso.
• Período postnatal: las infecciones, sobre todo la meningitis y la sepsis temprana, las intoxicaciones y los traumatismos craneoencefálicos son las causas más importantes de secuelas.
CLASIFICACIÓN
Se puede clasificar según la topografía de la afectación:
• Hemiplejia: o afectación de la pierna y del brazo del mismo lado.
• Diplejia: mayor afectación de los miembros inferiores que los superiores.
• Paraplejia: afectación de ambos miembros inferiores.
• Tetraplejia: afectación de los miembros superiores e inferiores.
• Monoplejia, Triplejia etc.
Se pueden clasificar según el tipo de alteración del control del movimiento:
• Espástico. el tono muscular está aumentado.
• Hipotónico: el tono muscular está disminuido.
• Atetósico: el tono muscular presenta fluctuaciones, es decir, que el tono varía de hipotonía a hipertonía según la actividad y con movimientos involuntarios anormales.
•Atáxico: el tono muscular suele estar disminuido. La estabilidad postural es deficiente. El niño tiene dificultades para mantener una posición determinada y la coordinación de las habilidades es defectuosa.
La alteración cerebral suele originar transtornos del movimiento y del tono muscular que se traduce en una falta de coordinación y equilibrio muscular.
Los niveles de afectación en la parálisis cerebral son muy variables. Nos podemos encontrar niños con alteraciones muy graves de la postura y del movimiento, es decir, con ausencia total o casi total en la autonomía personal y niños en los que el transtorno motriz sólo se reduce a una torpeza motriz o una descoordinación para los movimientos finos.
Espasticidad grave
Un niño con espasticidad grave, nos referimos a niños que padecen una tetraplejia, debido a la afectación del tono muscular en todo el cuerpo, tendrá muy pocas oportunidades para moverse ya que su estado de contracción muscular permanente no le dará la oportunidad para ejecutar movimientos voluntarios. Este grave estado de contracción permanente impide el movimiento más sencillo y el niño no puede controlar su tono muscular alto y no puede modificarlo. Al intentar moverse, el niño debe realizar un gran esfuerzo y éste puede provocar aún más aumento del tono.
Debido a esta incapacidad para moverse libremente, el niño irá adoptando, con el tiempo, unas posiciones típicas, que básicamente son las que acaba asimilando. Generalmente, son posiciones en flexión de miembros superiores y posiciones en extensión y flexión de miembros inferiores. La mayoría de estos niños crecen con deformidades, tanto en las extremidades como en el tronco y no tendrán autonomía personal en ninguna actividad de la vida diaria.
Un niño con una espasticidad grave puede experimentar, por sí solo, muy pocos cambios de movimiento en su cuerpo y, por lo tanto, su experiencia sensorial será muy pobre.
Como consecuencia de la lesión cerebral, la P.C. espástica grave suele ir acompañada de otras alteraciones: visuales, retraso mental, alteraciones auditivas, alteraciones del lenguaje, etc.
Espasticidad moderada
Los niños con espasticidad moderada presentan una movilidad más funcional y pueden ser autónomos en algunas de las actividades de la vida diaria. Aunque algunos grupos musculares presenten un tono muscular alto, el niño podrá tener un control parcial de sus movimientos. El desarrollo motor y del equilibrio será más lento.
Dentro de la espasticidad moderada nos podemos encontrar niños con tetraparesia (afectación de las cuatro extremidades pero con menos intensidad que en la tetraplejia), diplejia y algunos tipos de hemiparesia.
El niño con diplejia espástica manifestará más espasticidad en las piernas que en los brazos. Estos niños presentan dificultad a la hora de iniciar la marcha debido a la espasticidad en determinados grupos musculares de las piernas. Muchos niños con diplejia necesitarán para andar, aparatos de marcha: andadores, bastones aparatos ortopédicos, etc. Aunque presenten cierta espasticidad en los miembros superiores, ésta se manifestará con una torpeza motriz para los movimientos finos de la mano, falta de coordinación bimanual, etc., pero que con el entrenamiento puede llegar a ser autónomo en muchas actividades.
El niño con hemiplejia sólo utilizará movilidad normal en el hemicuerpo sano. Con hemicuerpo afectado y con espasticidad en algunos grupos musculares, puede tener una movilidad restringida, lo cual puede condicionar que el niño sólo utilice el hemicuerpo sano. Un hemicuerpo que no se utiliza puede condicionar una escasa información sensorial. Con el entrenamiento y el tratamiento fisioterápico precoz se pretende la utilización y el control de la movilidad de este hemicuerpo afectado. Son niños que llegar a andar, aunque presentan una marcha irregular y típica (algunas veces arrastrando la pierna afectada o levantándola del suelo más de lo normal).
Parálisis cerebral atetósica
La atetosis se caracteriza principalmente por la presencia de un tono que fluctúa y con movimientos involuntarios, que son debidos precisamente a estos cambios de tono. El niño puede presentar espasmos y contracciones transitorias de los músculos localizadas en algunos grupos musculares. Los movimientos involuntarios se ven reforzados cuando el niño intenta moverse o incluso por una excitación.
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