El cuerpo en la danza. Núria Massó Ortigosa

El cuerpo en la danza - Núria Massó Ortigosa


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con un tono importante de los músculos extensores dorsales. El “torso plano” es relativamente frecuente en la danza y tiene relación con el trabajo muscular y algunos factores posturales (figura 2-4).

      A nivel lumbar se pierde grado de curvatura, entre otras causas, por desequilibrios musculares; por ejemplo, cuando los músculos isquiotibiales están acortados, lo cual se observa con cierta frecuencia en la etapa puberal del desarrollo y con mayor facilidad en los hombres. La cortedad de isquiotibiales conduce la pelvis a una basculación retrógrada que arrastra la columna lumbar flexionándola (figura 2-5).

      Desde el punto de vista evolutivo, la adquisición de las curvaturas de la columna se asocia con cambios posturales en la extremidad inferior. La rodilla, al pasar a la posición bípeda, puede ya mantener una postura en extensión completa, en contraposición a la semiflexión que mantenía frecuentemente en la estación y locomoción cuadrúpedas. También la cadera realiza algunos cambios.

      Figura 2-3. Test para comprobar si existe acortamiento de los músculos psoas y/ recto anterior. a) Test normal. b) La flexión de una cadera provoca basculación de la pelvis. Si los músculos anteriores de la cadera contralateral están acortados, se produce un cambio posicional hacia la flexión.

      Figura 2-4. Torso plano.

      Figura 2-5. Acortamiento de los músculos isquiotibiales. Al realizar ejercicios tipo battements y elongar dichos músculos, la pelvis se ve obligada a bascular y disminuir la lordosis de la columna lumbar.

      Esta postura en la extremidad inferior determina un cambio postural de la pelvis, el sacro y la columna lumbar, que a su vez condiciona la postura de los segmentos superiores. En el niño observamos también estos cambios musculoesqueléticos adaptativos. Así vemos cómo las articulaciones adaptan su forma y postura a la forma de estar y deambular que, a su vez, nos viene permitida por el perfeccionamiento del equilibrio y el control postural.

      Podemos decir que la danza da lugar a un paso adaptativo más. El entrenamiento de las posturas y gestos específicos conduce a lograr no sólo la extensión completa de la rodilla, sino también a menudo la hiperextensión de la rodilla, acompañada a menudo de hiperlordosis. En realidad, el control postural del bailarín debe adaptarse y madurar forzosamente, ya que requiere de un frecuente “estar” y “moverse” no sobre dos apoyos, sino sobre uno solo. Podríamos decir que en la práctica de la danza se requiere un paso madurativo más, en el que el control de la postura y los cambios musculoesqueléticos van otra vez a la par.

      En esquema tenemos (figura 2-6):

       Posición cuadrúpeda:

       Flexión de la rodilla.

       Escasa flexión plantar del pie.

       Curva de la columna vertebral única.

       Control postural primitivo.

       Posición bípeda:

       Extensión completa de la rodilla.

       Más flexión plantar del pie.

       Tres curvas en la columna vertebral.

       Cambios de los sistemas de control postural.

       Monoestación y posiciones en la danza:

       Hiperextensión frecuente de la rodilla.

       Hiperlordosis lumbar frecuente.

       Flexión plantar del pie acentuada.

       Control postural perfeccionado.

      Figura 2-6. Cambios evolutivos y posturales asociados.

      La columna vertebral ejerce funciones de movilidad y de soporte de carga. Dos vértebras adyacentes, junto con su disco intervertebral y otros elementos articulares, constituyen una unidad funcional, puesto que reúnen el mínimo de elementos necesarios para cumplir ambas funciones (figura 2-7).

      Figura2-7. Unidad funcional de la columna (vista lateral).

       Función de carga

      El disco intervertebral constituye un cartílago articular especializado para las funciones de la columna. En términos muy generales, sería comparable a un colchón de agua, capaz de absorber la carga correspondiente al peso que soporta la vértebra y distribuirla equitativamente sobre la totalidad de la superficie articular vertebral, sea cual sea la posición de la columna. Posee un núcleo pulposo central, muy acuoso en su composición, y un anillo fibroso en su periferia, cuyas fibras soportan la tensión generada por los movimientos articulares y mantienen al núcleo en su posición correcta. También permite la movilidad requerida a este nivel para acompañar a los movimientos que realizan las articulaciones posteriores (figura 2-7).

      A nivel lumbar, el disco soporta una compresión que es proporcional a la carga correspondiente al peso y también a la distancia que le separa de la fuerza correspondiente a dicho peso. Esta fuerza actúa donde se halla nuestro centro de gravedad a un nivel ligeramente anterior a la columna lumbar (figura 2-8).

      Figura 2-8. Momento (fuerza x distancia perpendicular) creado por la acción gravitatoria sobre el centro de masa corporal (peso).

       El disco en las posturas de la danza

       Penchée au dévant

      Implica la flexión del tronco sobre la extremidad inferior. El centro de gravedad del cuerpo se traslada en sentido anterior. La presión que soporta el disco es dependiente de la fuerza que ejerce la gravedad sobre el centro de masa del cuerpo y de la distancia perpendicular desde el punto de aplicación de esta fuerza hasta la columna lumbar. A este producto lo llamamos momento (momento = fuerza por distancia perpendicular). Cuanto más distanciemos el centro de masa respecto al disco, fenómeno que se produce al flexionar el tronco hacia delante, mayor esfuerzo por compresión se generará sobre él.

      Los músculos extensores del tronco trabajan para mantener el tronco en la posición deseada, creando un equilibrio entre momentos El momento flexor debe ser igual al momento extensor creado por los músculos.


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