El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila
de San Pablo».
HUGH LATIMER [1490-1555]
en un famoso sermón predicado ante el rey Eduardo VI en 1549
Y su diestra está llena de sobornos. Aún aquellos que más profundizan en la ley, y con mayor claridad disciernen la causa de la justicia, cuando alguien arroja sobre sus ojos el polvo del soborno, la córnea se les humedece, parpadean, y acaban finalmente cegados en connivencia. Horrible cosa es que la justicia viaje en un carruaje tirado por el dinero, rodeado de jinetes adornados con espuelas de oro, cuyo destino final sea y la injuria y la iniquidad. Mantengamos nuestras almas alejadas de semejante maldad, y que el oído que debe estar siempre abierto a las súplicas jamás se vea obstruido por la cera de la parcialidad. ¡Ay! ¡mal anda la verdad, cuando para ser escuchada necesita presentarse con un arete de oro colgando de la oreja!172
THOMAS ADAMS [1583-1653]
En un sermón titulado “The Soul’s Sickness: A Discourse, Divine, Moral, and Physical”, 1615
Y su diestra está llena de sobornos.
¿Con qué pueden hacerse todas las doctrinas
claras, honestas y aceptables? Muy sencillo.
Basta con doscientas libras anuales.
¿Y si es necesario demostrar
que lo recto es torcido, o viceversa?
¡Fácil! ¡Doscientas libras más!
SAMUEL BUTLER [1613-1680]
Hudibras, Part. III, Canto I173
Vers. 11. Mas yo andaré en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí. [Mas yo andaré en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí. RVR] [Mas yo en mi integridad andaré; redímeme, y ten piedad de mí. LBLA] [Pero yo andaré en mi integridad. ¡Redímeme y ten misericordia de mí! BTX] [Yo, en cambio, llevo una vida intachable; líbrame y compadécete de mí. NVI] [Pero yo camino con rectitud, sálvame y apiádate de mí. BLP] [Pero yo no soy así; llevo una vida intachable; por eso, rescátame y muéstrame tu misericordia. NTV]
Mas yo andaré en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí.174 Vemos aquí a un hombre amante de la santidad y la justicia expresar su protesta contra el aumento en el número de injustos. Es un no-conformista,175 y está dispuesto a seguir adelante en solitario en su inconformidad, como el pez que nada contra la corriente. Confiando plenamente en Dios, el salmista resuelve que su elección será el camino de la integridad y la justicia; dejando que los demás elijan, si esa es su preferencia, los caminos tortuosos de la violencia y el engaño. Lo cual no implica que sea por ello un presuntuoso o que alardee de sus propias virtudes, en tanto que llora al propio tiempo implorando redención y aboga por la misericordia. Nuestra integridad no es absoluta ni tampoco inherente, es obra de la gracia en nosotros, y adolece por tanto de nuestra debilidad humana; debemos, pues, recurrir a la sangre redentora y al trono de la misericordia, confesando que aunque somos santos entre los hombres, seguimos en la necesidad perentoria de inclinarnos como pecadores ante Dios.
C. H. SPURGEON
Vers. 12. Mi pie ha estado en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová. [Mi pie se ha mantenido en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová. RVR] [Sobre tierra firme está mi pie; en las congregaciones bendeciré al Señor. LBLA] [Mis pies están en suelo firme, en las congregaciones bendeciré a YHVH. BTX] [Tengo los pies en terreno firme, y en la gran asamblea bendeciré al Señor. NVI] [Mis pies están firmes en el camino recto. en medio de la asamblea bendeciré al Señor. BLP] [Ahora piso tierra firme, y en público alabaré al Señor. NTV]
Sobre tierra firme está mi pie; en las congregaciones bendeciré al Señor. El cántico, que empezó en tono menor, alcanza aquí el tono mayor.176 Es frecuente que el canto de los santos progrese paulatinamente hasta alcanzar un clímax de felicidad. Esa “tierra firme”,177 el lugar plano sobre el cual se apoya nuestro pie es nuestra seguridad, la fidelidad al pacto, la promesa eterna y juramento inmutable del Señor de los ejércitos; no hay temor alguno de que podamos caer de esta base sólida, o de que sea retirada de debajo de nosotros. Estamos firmemente establecidos en Cristo Jesús178 y permanecemos unidos a él de forma vital, de modo que no tenemos nada que altere nuestros pensamientos fuera de las virtudes de nuestro Dios. No olvidemos, por tanto “congregarnos” con los demás santos,179 y cuando lo hagamos, no seamos parcos en contribuir con nuestra porción de alabanza y acción de gracias. Cada creyente en particular es un testimonio vivo de la fidelidad divina, y debe estar listo para testificar de ello. En cuanto a los calumniadores, dejadlos que aúllen de puertas afuera, mientras los hijos cantan dentro.
C. H. SPURGEON
Sobre tierra firme está mi pie.180 El salmista afirma que el pie del justo se apoya en terreno llano; no camina vacilante y dando bandazos, como los que andando por terreno desigual se tambalean de un lado a otro; o los que tienen una pierna más corta que la otra, como dice Salomón: “Las piernas del cojo son desiguales”181 lo que les impide caminar de manera equilibrada porque una pierna es larga y la otra corta. Los pies de la persona justa y sincera están nivelados, y sus piernas son de la misma longitud; lo que dicho en sentido moral y espiritual, se traduce en que prestan la misma atención por igual a todos dictados de la voluntad de Dios y los siguen meticulosamente. En cambio el hipócrita tiene, como el tejón, un pie más corto que otro;182 o como el caballo renco183 no se sostiene estable en sus cuatro patas, algo fácil de percibir porque evita apoyar una de ellas.
WILLIAM GURNALL [1617-1679]
“Christian in complete armour, or, a treatise of the saints war against the Devil”, 1655
Sobre tierra firme está mi pie. Así como la persona cuyos pies están firmemente asentados sobre terreno llano es improbable que caiga, así también los creyentes piadosos, que adoran al Señor y esperan en él, no sienten temor alguno de que finalmente sus adversarios puedan acabar triunfando sobre de ellos.184
WILLIAM WALFORD [1773-1850]
“The Book of Psalms. A New Translation, with Notes”, 1837
1 ATANASIO DE ALEJANDRÍA [296-373] en su carta a su discípulo Marcelino sobre la naturaleza y valor de los salmos le dice refiriéndose a este salmo: «Si tus adversarios persisten en sus propósitos sanguinarios de confundirte y acabar contigo, olvídate de recurrir a la justicia de los hombres y dirígete directamente a Dios, el único Juez justo, el único que juzga con justicia; utiliza para ello el Salmo 26». El Tomo I de “El Tesoro de David” incluye una traducción completa de la Carta de Atanasio a Marcelino. [Tomo I - pp. 50].
2 2 Samuel 4:1-12. FELIPE SCIO DE SAN MIGUEL [1738-1776] en su traducción de la Vulgata al español propone en una nota la posibilidad de que David lo escribiera durante la época en la que, huyendo de Saúl, tuvo que refugiarse entre los idólatras (1 Samuel 27:1-12) en un deseo de probar su inocencia. Con este propósito toma a Dios como testigo de no haber tomado parte en sus iniquidades y de su deseo de poder contemplar de nuevo, lo antes posible, el lugar donde reposaba el arca del Señor. Así lo ve TEODORETO DE CIRO [393-458] quien considera que «al verse forzado a convivir con un pueblo pagano y constatar su impiedad, su ceguera y obcecación, sus magias y supersticiones, su inmoralidad y desenfreno, se abstuvo de asistir a sus asambleas culticas y participar de sus banquetes en honor de los demonios: “Aborrecí la reunión de los malignos, y con los impíos nunca me senté (26:4-5)».
3 El “Comentario de Matthew Henry” propone este bosquejo: «En este salmo, David se pone a sí mismo a prueba ante Dios y ante su propia conciencia, y da en ambos tribunales testimonio de su integridad (vv.