El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila
para no contaminarme, y vas a juntar mi alma con la de contagiosos en el fuego inextinguible del infierno? Señor, tú sabes que más que complacerme he detestado siempre la asamblea de los malvados. ¿No odio a los que te aborrecen, Señor? ... Los aborrezco con el más profundo odio.65 ¿Y tratarás a tus amigos por el mismo rasero que a tus enemigos? Apelo a tu Majestad como testigo de que mi mayor consuelo en este mundo es estar entre tus elegidos. Y siendo que mi único regocijo es permanecer aquí en la tierra entre tus hijos, ¿vas a excluirme de su compañía en el mundo venidero? ¡Oh, no juntes mi alma con pecadores en el lagar de tu ira eterna!66 Marción,67 el hereje, viendo a Policarpo,68 se asombró de que este no lo reconociera y le saludara cariñosamente y exclamó: «¿No me reconoces, Policarpo?» Sí, respondió Policarpo: “Scio te esse primogenitum diaboli”69 (Te reconozco, pero como el primogénito del diablo), y así le mostró su desprecio.
GEORGE SWINNOCK [1627-1673]
“The Christian Man’s Calling”, 1665
Vers. 5. Aborrecí la reunión de los malignos, y con los impíos nunca me senté. [Aborrecí la reunión de los malignos, y con los impíos nunca me senté. RVR] [Aborrezco la reunión de los malhechores, y no me sentaré con los impíos. LBLA] [Aborrezco la congregación de los malignos, y no me sentaré con los inicuos. BTX] [Aborrezco la compañía de los malvados; no cultivo la amistad de los perversos. NVI] [Detesto la asamblea de los malvados y no me siento con los perversos. BLP] [No tomo asiento con los falsos ni me alío con los hipócritas. BLP] [Detesto las reuniones de los que hacen el mal y me niego a juntarme con los perversos. NTV]70
Aborrezco la reunión de los malhechores, y no me sentaré con los impíos. Una afirmación grave, pero no en exceso. Quién no odia el mal con todas sus fuerzas, no ama el bien de todo corazón. Debemos amar a todos los seres humanos como a tales, porque son nuestros semejantes, y por tanto, debemos amarles como a nosotros mismos;71 pero los malignos son traidores a la gran rey, y ningún súbdito leal puede amar a los traidores. Aquello que Dios aborrece hemos de aborrecerlo nosotros. La expresión: asamblea o reunión de los malignos,72 significa alianza de hombres violentos y cónclave por el derrocamiento de los inocentes; tales sinagogas de Satanás73 hemos de aborrecerlas. Que reflexión tan triste que deba haber una asamblea de los malignos, así como hay una congregación de los justos;74 una iglesia de Satanás, junto con la Iglesia de Dios; una simiente de la serpiente, al lado de la simiente de la mujer;75 una trasnochada Babilonia,76 con la nueva Jerusalén;77 una gran ramera que se sienta sobre muchas aguas para ser juzgada con cólera,78 junto con la esposa casta del Cordero para ser coronada en su venida.79
Y no me sentaré con los impíos. Los santos tienen su asiento asignado en otra mesa, y jamás abandonaran los manjares del Rey80 por las cáscaras de algarroba que engullen los cerdos en la pocilga.81 Mejor es sentarse con los cojos y los ciegos en la mesa del banquete de la misericordia,82 que con los malvados en sus fiestas espléndidas de impiedad,83 sí, mejor sentarse en el estercolero con Job84 que con Faraón en su trono. Que cada lector elija cuidadosamente sus compañías, porque las amistades que tengas en este mundo, es probable que las mantengas en el mundo venidero.
C. H. SPURGEON
Aborrecí la reunión de los malignos. El odio del salmista hacia los enemigos de Dios, en tanto que enemigos de Dios, es intenso según leemos en otro salmo: “los aborrezco con el más profundo odio”;85 y marcadamente opuesto a la permisividad e indiferencia que prolifera en nuestros días. Siempre fue una característica de los siervos del Señor en tiempos antiguos. Recordemos el caso de Fineés que: “le fue contado por justicia de generación en generación para siempre”;86 el de Samuel con Agag;87 o de Elías con los profetas de Baal.88 Y fijémonos en el elogio del ángel a la iglesia de Éfeso: “y que no puedes soportar a los malos”.89
JOHN MASON NEALE [1818-1866]
“Commentary on the Psalms from Primitive and Mediæval Writers”, 1869
Aborrecí la reunión de los malignos. Les consideramos enemigos de Dios, y en este sentido es que los odiamos; no a ellos como personas, sino sus vicios; pues este tipo de odio, tal y como Agustín lo define es: “odium perfectum”, un odio perfecto.90 Y de hecho es el odio que Dios siente hacia sus enemigos: “porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”;91 no contra sus personas, que son hechura suya y llevan en este sentido su imagen, aunque muy desfigurada; pero sí contra sus acciones de injusticia y de impiedad, que les hacen detestables y aborrecibles ante Dios. En esto consiste precisamente el triunfo de los santos de Dios sobre los malvados; como el de Israel sobre Faraón92 y de los Galaaditas de Jefté sobre los hijos de Amón;93 no regocijándose en la destrucción de las criaturas de Dios, sino de los enemigos de Dios; y deseando con Deborah y Barak: “Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová”.94 Esto no es más que aplaudir el juicio de Dios, y celebrar de su justicia.
EDWARD MARBURY [1581-1655]
“A brief commentarie or exposition upon the prophecy of Obadiah”, 1649
Aborrecí la reunión de los malignos. Considerando que no puede haber una verdadera amistad entre un santo y un impío; nos corresponde ser muy cautelosos en la elección de nuestras amistades. Quién en la disensión tuvo buen ojo para desenmascarar al traidor, en la amistad lo tendrá para la virtud. Dijo un sabio filósofo que: «La amistad es una sola alma habitando en dos cuerpos».95 Pero, ¿cómo pueden dos cuerpos compartir una misma alma cuando a veces son tan diferentes como el aire y la tierra, o tan opuestos como el fuego y el agua? Todo amor verdadero es: “motus animi ad fruendum Deo propter ipsum; se et proximo propter Deum” (un movimiento del alma hacia el disfrute de Dios por lo que él es, y hacia su prójimo por amor a lo que Dios es); de modo que el hombre que no ama verdaderamente a su Hacedor jamás puede amar propiamente a su prójimo. Dios es la única base sólida sobre la cual podemos construir una amistad verdadera; por tanto, aquellos que viven sin él, no pueden amarnos en él. Un edificio mal cimentado, sin fundamentos, no permanece en pie por mucho tiempo. El impío podrá decirnos que lo que siente es amor, pero incluso los paganos reconocen que la única mano capaz de trenzar las cuerdas de un verdadero amor es la virtud; todo lo demás es hipocresía.
GEORGE SWINNOCK [1627-1673]
“The Christian Man’s Calling”, 1665
Aborrecí la reunión de los malignos. Dondequiera que encontremos gentes que adoran a Dios en espíritu y en verdad, fieles a su Palabra, podemos estar seguros que allí está la Iglesia de Cristo, a la que debemos asociarnos con el mismo deseo, que tenía el profeta David, de alabar a Dios en medio de su iglesia.96 Pero cuando contemplamos como por la maldad acumulada a lo largo de los tiempos, se han ido forjando iglesias con una fe falsificada, cuyas enseñanzas se apartan de la Palabra de Dios, entonces, cuando se nos obliga a participar en ellas, no nos queda otra salida que exclamar nuevamente con David:” Aborrecí la reunión de los malignos, y con los impíos nunca me senté”. En el libro de Apocalipsis leemos que la iglesia de Éfeso es particularmente elogiada por haber “probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son”97 y haberse negado, en consecuencia, a seguir sus mandatos y permanecer en su compañía. Y Dios ordenó a su pueblo, por boca del profeta Amós: “no busquéis a Betel, ni entréis en Gilgal”,98 porque allí imperaba la idolatría.
JOHN PHILPOT [1516-1555]99
Aborrecí la reunión de los malignos. ¡Muy pocos se dan cuenta de que su relación y tolerancia para con los inicuos les envalentona, mientras que el apartarse de ellos podría servir para que se sintieran avergonzados! Mientras contemporizamos, interactuamos y nos divertimos con ellos, les hacemos creer que su condición no es tan deplorable, que el peligro en que se encuentran no es tan enorme e inminente.