El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila

El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos - Eliseo Vila


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luz interior interponiendo a ella los intereses terrenales, y así permanecer insensibles a sus destellos. Otros corren detrás de herejías destructoras, negando las Escrituras, Dios, el cielo, o el infierno; abogando por una salvación universal de todos los seres humanos. ¿Qué son todas estas cosas sino subterfugios de una mala conciencia? Es preciso que distingamos muy bien entre lo que procede de nuestra conciencia y lo que no son más que concupiscencias de nuestra carne; entre lo que procede de nuestra conciencia y lo que no son más que engaños y entelequias; entre una conciencia errónea y confundida, y una conciencia escrupulosa, bien informada y bien fundamentada. Y cuando hayamos llevado a cabo la distinción, seguir fielmente los dictados de nuestra conciencia, en tanto que ella siga a la Palabra.

      ANTHONY BURGESS [1600-1663]

      “Spiritual refining: or A treatise of grace and assurance”, 1644

      Examina mis riñones y mi corazón. Los “riñones”, como centro neurálgico de las pasiones animales inferiores; el “corazón”, como receptáculo no solo de los afectos más elevados, sino también de la voluntad y la conciencia. El salmista está deseoso de que nada quede excluido, quiere someterse extensivamente a la llama purificadora del Gran Refinador para ser limpiado por entero de toda la escoria de auto-engaño.35

      JOHN JAMES STEWART PEROWNE [1823-1904]

      “Commentary on the Book of Psalms”, 1864

      Vers. 3. Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y ando en tu verdad. [Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y ando en tu verdad. RVR] [Porque delante de mis ojos está tu misericordia y en tu verdad he andado. LBLA] [Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y ando en tu verdad. BTX] [Tu gran amor lo tengo presente, y siempre ando en tu verdad. NVI] [Ante mí tengo presente tu amor y con tu verdad recorro mi camino. BLP] [Pues siempre estoy consciente de tu amor inagotable, y he vivido de acuerdo con tu verdad. NTV]

      Porque tu misericordia está delante de mis ojos.36 Una realidad a tener muy presente que la vez constituye una base de esperanza. La consciencia y buen sentido de las misericordias recibidas contagia positivismo en la mente de los fieles aún dentro del entorno más pesimista, aportando una visión más clara de las misericordias que están todavía por venir, no imaginarias, sino reales y efectivas. Amado lector, edifica tu morada sobre el fundamento firme de esta expresión que sabe a cielo: tú misericordia. ¿Acaso hay otra que la iguale, que la supere o que se pueda comparar? La bondad que el Señor muestra para con nosotros debe ser un condicionante en todas nuestras acciones; no estamos bajo la esclavitud de la ley, sino bajo las dulces limitaciones que nos impone la gracia, y que en realidad son más severas pero mucho más agradables. Los hombres pecan aún con la ley delante de sus ojos; pero el amor divino, cuando lo contemplamos con claridad, santifica nuestra conversación. Si no fuéramos tan olvidadizos respecto al camino de misericordia por el cual Dios camina hacia nosotros, seríamos más cuidadosos a la hora de andar nosotros hacia él por los caminos de la obediencia.

      Y en tu verdad he andado. El salmista fue preservado del pecado por su certeza en la veracidad de la promesa de Dios, una verdad que se esforzó en creer y en imitar. De este versículo aprendemos que la experiencia práctica del amor divino es consecuencia del seguimiento práctico de la verdad divina; aquellos que descuidan la parte doctrinal o los aspectos prácticos de esa verdad no deben extrañarse si pierden el disfrute experimental de la misma. Hay quienes hablan mucho de la verdad, pero más que hablar de ella lo importante es andar en ella. Y muchos hacen promesas y votos de obrar bien en el futuro, pero sus resoluciones quedan en nada; pues tan solo la persona regenerada puede exclamar propiamente: “en tu verdad he andado”.

      C. H. SPURGEON

      Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y ando en tu verdad. Este versículo nos demuestra las consecuencias prácticas de la bondad divina. Siendo que lo primordial que recibimos de Dios es su divina naturaleza, al estar hechos a su imagen y semejanza,37 las promesas de Dios albergadas en el alma son las vías de comunicación con él. Son la leche y miel de la Escritura, que no miman el viejo hombre, sino que actúan en apoyo de la nueva criatura;38 no son almohadas para la pereza pecaminosa, antes bien nos impulsan a una santa diligencia. Las promesas de la gracia animan el alma al cumplimiento del deber, en tanto que contemplar la bondad del Señor, alienta nuestra sujeción a su gobierno.

      TIMOTHY CRUSO [1657-1697]

      “Twenty Four Sermons Preached at the Merchants Lecture at Pinners Hall”, 1696

      Vers. 3-4. Procurad por todos los medios que las personas con las cuales os relacionéis sean personas temerosas de Dios. El endemoniado gadareno del cual se nos habla en el evangelio,39 se dice que no vivía en una casa, sino que moraba entre los sepulcros y conversaba con los cadáveres. Dios no tenderá jamás la mano al inicuo, como leemos en el libro de Job según la Vulgata,40 ni tampoco debe hacerlo el hombre piadoso. David demuestra la sinceridad de su curso por el cuidado y diligencia con que evita estas compañías. Dios no alarga su mano a los malvados, como traduce la Vulgata el texto de Job 8:20, y tampoco debe hacerlo el creyente como hijo de Dios. David demuestra la sinceridad de su comportamiento, por su extremada precaución en evitar el contacto con los perversos: “siempre ando en tu verdad; no me he sentado con los falsos, ni me junto con los hipócritas” (26:3-4).

      La “verdad”, en este caso, tiene una doble aplicación:

      1 La verdad doctrinal. “Tu ley es verdad”,41 libre de toda escoria de corrupción y mentira de error.

      2 La verdad afectiva, o “la verdad en lo más íntimo”.42 Esta puede ser llamada propiamente “tu verdad”, o la verdad de Dios, aunque el hombre sea el sujeto o depositario de la misma; en parte porque procede de Dios, y en parte porque le es agradable, razón por la cual un espíritu quebrantado es llamado “sacrificio para Dios”.43 Es como si el salmista dijera: Jamás hubiera podido andar en el poder de la fe y en integridad, si hubiera tomado parte en empresas viles, falsas y frívolas; jamás hubiera podido andar en tus preceptos si me hubiera “sentado con hombres falsos e hipócritas”.

      Prestemos especial atención a esta frase: “No tomo asiento con los falsos”.

      1 Sentarse es una postura de elección. Entra en la libertad del hombre el permanecer de pie observando algo, o sentarse y tomar parte en ello.

      2 Sentarse es una postura de deleite. Nos sentamos por comodidad y lo hacemos con placer. Por ello se dice de los que son glorificados que Dios “nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”.44

      3 Sentarse es una postura de participación y permanencia.45 Estar de pie es una postura de transito, pero sentarse de quedarse. De los benditos que estarán para siempre con el Señor y sus elegidos, se dice que “se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos”.46

      En ninguno de estos sentidos estaba David dispuesto a sentarse con los falsos. Puede que, en ocasiones le fuera necesario relacionarse con ellos, pero jamás se atrevió a asociarse con ellos ni participar en sus proyectos. Al no ser objeto de su afecto no podían ser objeto de su elección. “Aborrezco la compañía de los malvados”, exclama (6:5). En la medida en que sentarse es una postura de deleite y complacencia, no se sentó con los frívolos ni los falsos. Ocasionalmente, tenía que estar entre ellos, pero no para su solaz sino para su tristeza. Para él, eran más bien como a los cananeos para los hijos de Israel, “aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados”47 y exclamaba: !Ay de mí, que moro en Mesec, y habito entre las tiendas de Cedar!”.48 Permanecer entre profanos le causaba ninguna alegría, le era motivo de dolor.

      GEORGE SWINNOCK [1627-1673]

      “The Christian Man’s Calling”, 1665

      Vers. 4. No me he sentado con hombres hipócritas, ni entré con los que andan simuladamente. [No me he sentado con hombres hipócritas, ni entré con los que andan simuladamente. RVR] [Con


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