Una universidad humanista. Milton Molano Camargo

Una universidad humanista - Milton Molano Camargo


Скачать книгу
como toda realidad, abierta, plural y multifacética.

      Los proyectos de investigación

      El CILA es a la vez un equipo de reflexión y una dependencia de la Universidad. En este segundo sentido se rige por criterios y normas administrativas de la institución, que garantizan su funcionalidad y su eficiencia. Por esas razones, los estudios que se emprendan se sujetarán a la técnica de “proyectos”, lo cual evita caer en divagaciones infructuosas e indefinidas. Así, quienes adelantan investigaciones o estudios en el Centro lo hacen dentro del marco de “proyectos de investigación” específicos, aceptados por este. Los proyectos de investigación le permiten al Centro de Investigaciones varias cosas:

      a. Llevar un seguimiento y un control de las investigaciones lasallistas en la Universidad y fuera de esta, gracias a los cronogramas y a los avances de investigación.

      b. Apoyar, coordinar y asesorar esas investigaciones de manera adecuada y oportuna.

      c. Determinar y evaluar el rendimiento intelectual de la dependencia, tanto en los aspectos cuantitativos (número de investigaciones), como en los aspectos cualitativos.

      Pero, también, un proyecto de investigación les permite a sus autores:

      a. Definir en forma precisa sus objetivos y posibilidades.

      b. Recibir realimentación, asesoría y apoyo para el desarrollo del estudio.

      c. Mantener el estímulo y la disciplina o el ritmo de trabajo intelectual.

      En la práctica, un proyecto de investigación lasallista se materializa en un documento en el cual se determinan en esencia tres cosas: las bases epistemológicas, las bases metodológicas y la organización administrativa del estudio que se pretende hacer. En otros términos, el proyecto es la respuesta, lo más exacta y realista que sea posible, a estos siete interrogantes:

      a. ¿El qué? (título y descripción precisa y concisa de la investigación)

      b. ¿El por qué? (justificación del estudio)

      c. ¿El para qué? (objetivos generales y específicos, límites y limitaciones de la investigación)

      d. ¿El cómo? (estrategias o método de investigación, de análisis, y técnica de recolección de datos)

      e. ¿Con quién? (recursos humanos: investigadores principales, auxiliares, organización)

      f. ¿El cuándo? (agenda de trabajo y cronograma)

      g. ¿El con qué? (recursos materiales, presupuestos)

      Existen distintos formatos para la formulación de este tipo de proyectos, elaborados por distintas instituciones y consignados en distintas publicaciones, no obstante, lo importante no es tanto la formalidad, cuanto la respuesta a estos interrogantes lógicos, lo más precisa y realista que sea posible, de manera que permita identificar finalmente el propósito de quien o de quienes van a acometer la realización de un estudio.

      Además, el CILA asesora, desde la formulación misma y la sustentación (si es del caso) de este tipo de proyectos, hasta la redacción de los informes. El CILA se constituye así, en un centro de servicios, de reflexión y de investigación lasallista, de carácter universitario, al servicio de la familia lasallista nacional e internacional.

      Bibliografía

      Centro de Investigaciones Lasallistas. 1987. Actas del itinerario de las reuniones Nos. 3 y 5.

      Concilio Vaticano II. 1988. Constitución “Lumen Gentium” (L. G.).

      Concilio Vaticano II. 1963. Constitución “Gaudium et Spes” (G.S.).

      Gallego, S. 1986. Vida y pensamiento San Juan de Bautista De la Salle. Escritos. Tomo 2. Madrid: BAC.

      Hermanos de las Escuelas Cristianas. 1988. Reglas y constituciones. Salamanca.

      Hermanos de las Escuelas Cristianas. 1976. Declaración sobre el hermano en el mundo actual. 39 Capítulo General, 1966-1967. Bogotá.

      Juan Pablo II. 1982. Creo en el Espíritu Santo. L’ Osservatore Romano, 2. Roma.

      Juan Pablo II. 1986a. Dominum et vivificantem. Ciudad del Vaticano.

      Juan Pablo II. 1986b. Discurso a los intelectuales y universitarios. Medellín.

      Marías, J. 1980. Antropología metafísica. Madrid: Alianza.

      Oerter, R. 1975. Psicología del pensamiento (2ª edición). Barcelona: Herder.

      Paul, F. (Trad.). 1962. Las cartas de San Juan Bautista De la Salle. Madrid: Colección Sinite.

      Sauvage, M. Fsc. Espiritualidad lasalliana, nuestra herencia. Fichas lasallianas, 11-0-12 a 11-0-16.

      Sauvage, M. Fsc. y Campos, M. Fsc. 1977. San Juan Bautista De la Salle, experiencia y enseñanza espirituales: anunciar el evangelio a los pobres. Lima: Labrusa.

      Sebá, H. Fsc. 1985. El quehacer investigativo en la Universidad. Revista de la Universidad de La Salle, 7, V (11). Octubre.

      Zubiri, X. (1982 19 de octubre). ¿Qué es investigar? Ya. Madrid.

      Zubiri, X. 1984. Inteligencia y razón. 2ª Parte. Madrid: Alianza/Sociedad de Estudios y Publicaciones.

      Zubiri, X. 1986. Sobre el hombre. Madrid: Alianza/Sociedad de Estudios y Publicaciones.

      La reflexión pedagógica en la Universidad de La Salle: itinerario de una búsqueda{*}

      Introducción

      Al hablar de los “Desafíos y la crisis mundial de la educación”, Michel Godet{1} señala once crisis interrelacionadas que tocan la escuela en sus fundamentos. Entre esas crisis, la primera es la “crisis epistemológica”, que resulta de la confusión de conceptos (educación, formación, aprendizaje…), de la insuficiencia y de la subordinación de las informaciones, de la dificultad de las comparaciones internacionales, de las ideas recibidas sobre la enseñanza (descenso de nivel, rol de la pedagogía).

      La evolución de la reflexión pedagógica dentro de la Universidad de La Salle se ha venido dando dentro del marco general de esta crisis y de sus efectos prácticos en la concepción del currículo, de las prioridades didácticas y del estilo de formación de los estudiantes.

      Con el concepto pedagogía nos queremos referir a un saber distinto del simple “arte de enseñar”, pero desde luego, también distinto del “fenómeno educativo” con los sistemas, procesos, resultados, logística y contexto. Qué implica. Tradicionalmente, la pedagogía se conceptuó como la “ciencia del arte de enseñar”, y a partir de esta definición diversos autores han entrado a distinguir entre ciencia y arte, ciencia y “saber”, y, en cuanto ciencia, entre ciencia especulativa (o analítica, o teórica) y ciencia aplicada (sintética, normativa o práctica). En la primera categoría se suelen ubicar aspectos tales como la filosofía de la educación, la pedagogía experimental, etcétera. Y en la segunda el diseño curricular, la tecnología educativa y, en general, la didáctica.

      En la actualidad, la discusión sobre pedagogía como ciencia o como arte se suele dirimir por medio del concepto de la ciencia aplicada, o dando al concepto de pedagogía el nivel de una “súper categoría” dentro de la cual caben un conjunto de diversos saberes que concurren, apoyan u orientan al proceso educativo. La discusión entre ciencia y saber depende del concepto que se tenga de lo que es “ciencia”, concepto que ha venido evolucionando en forma rápida gracias a la epistemología y a la filosofía de la ciencia.

      Aquí se supone que la pedagogía es un saber que es necesario “distinguir” del quehacer educativo, pero cuyo objeto es precisamente ese quehacer; que es un saber que ha generado diversidad de saberes particulares, relacionados con ese quehacer y, a la vez, que aprovecha el aporte de muchos otros saberes relacionados con el sujeto de ese quehacer: el hombre. Con base en el avance de los estudios sobre


Скачать книгу