Guardianes de Titán. Éride. Jordi Sánchez Sitjes
le das ninguna credibilidad a que estos chicos pudieran ser la célula terrorista autora del atentado? —preguntó Dan.
—Los medios oficiales pueden decir lo que quieran, amigo Bilson. Lo cierto es que ninguno de estos pobres diablos pertenecía a la prelatura de Los Hijos de RaShal, ni tan siquiera a los fanáticos incultos que salen de las comunas. Esos son los verdaderos responsables de tanta barbarie en el sector Zoé. Por favor, si hasta predican orgullosos en sus templos contra toda tecnología. El apocalipsis del mundo científico lo llaman —Dorian replicó con fervor.
—Alientan a sus seguidores a emprender acciones en defensa de las creaciones de RaShal. Y lo hacen abiertamente, conocedores de que están protegidos —apuntó Martin.
—¿Protegidos por quién?
—¡Señor Bilson no sea ingenuo! Como dice mi amigo Lembcke, actúan impunemente amparados por el mismo Consejo Federal, de la mano del Primer Cónsul.
—¿No has oído nada? —le inquirió Martin.
—Algún rumor.
—Todo rumor tiene su parte de verdad. Cuando Kiir Déby era viceconsejero delegado de Génesis AX, uno de sus mecenas en la cúpula era Kong Zhao, muy conocido por sus afiliaciones y su credo a RaShal. De hecho, es un importante patriarca de Los Hijos de RaShal. La campaña política de Déby fue pagada por Zhao e influyó en el Consejo Federal para su nombramiento. Déby era un empresario destacado, sí, pero no tenía tantos méritos para convertirse en Primer Cónsul como otros de los nombres que sonaron para el puesto. Y desde entonces fíjate que desde la Unión se han favorecido intereses allí donde de alguna manera están presente Los Hijos de RaShal. Y exponencialmente a eso, el patrimonio personal de Déby se ha visto incrementado de manera considerable —lo que decía Martin contaba con cierta base, y, además, no difería demasiado de lo que se escuchaba por los pasillos tanto de magistratura como en el mismo Consejo Federal.
—Nunca se ha podido probar eso.
—La corrupción amigo mío, es algo inherente en los puestos de poder de la Unión —las palabras de Dorian Guidory además de altisonantes, llevaban implícita mucha mordacidad—. Si su propio gabinete de gobierno se ha visto salpicado por casos de corrupción que están siendo investigados, ¿por qué debería ser Déby un pobre hombre ignorante de lo que hacían sus subordinados?
—Entonces puedo suponer, señores, y sin pizca de probabilidades en equivocarme, que no sois partidarios de la gestión de Déby. El Primer Cónsul no os despierta ninguna simpatía. Y, por ende, tampoco es del agrado de Valkuum.
—Estás en lo cierto, Dan Bilson —le respondió Martin con una gran sonrisa dibujada en su rostro—. Ni Valkuum, ni sus representantes en el Magisterio, estamos cómodos con el mandato del Primer Cónsul. Y el veto, o rechazo, a la intervención de las fuerzas de la Unión en el sector Zoé incluso ha empeorado nuestra postura.
—Y como estoy con las suposiciones, también sería lógico pensar que vosotros apoyaríais un hipotético cambio en la más alta estructura del Consejo Federal…
—Eso sería algo conveniente y en beneficio de la Unión
—Dan mostró satisfacción ante aquellas palabras de Dorian.
—Sabemos de la frontal oposición que ejerce el consejero Johr allí dentro. Él tiene nuestra simpatía sin lugar a dudas. Además, pertenece a una casa que es de las más respetadas en la galaxia. Creo que, si sigues reuniéndote con más representantes en el Magisterio, te darás cuenta —la alabanza de Dorian al consejero Johr, no le pilló desprevenido. Era una constante de todos los delegados con quien Dan se había entrevistado o reunido.
—Los representantes planetarios de los sectores exteriores de la Unión Colonial te expresarán opiniones muy parecidas a la nuestra —las palabras de Martin eran muy directas en cuanto a significado—. Y sería un apoyo muy cuantioso, que habría que tener en cuenta. Desde mi humilde opinión, te diría que hicieras lo posible para encontrarte con ellos.
—La realidad es que estoy aquí para esos menesteres. Seguiré tus amables consejos —contestó Dan.
Tras un rato más de charla intrascendente y un buen apretón de manos, Dan Bilson se despidió de los representantes de Valkuum para dirigirse al hotel donde estaba hospedado.
Al final, el día había sido muy completo y provechoso con las reuniones programadas. El sentir de los delegados con quien se había visto, reforzaba aun más la idea de que el malestar por las decisiones tomadas desde el Consejo Federal era mayor de lo previsto. Un buen político como el consejero Johr podría aprovechar eso para sus intereses. Tampoco había compartido totalmente su estrategia con él, pero Dan se tenía por una persona bastante intuitiva y estaba seguro de a donde quería llegar Johr. Y era una meta a la que él también deseaba llegar fervientemente.
A pesar de salir del Magisterio, la jornada laboral todavía no había acabado para Dan Bilson. Una vez en su habitación, tenía programada una conferencia con el consejero Johr para explicarle de primera mano cómo se habían desarrollado los acontecimientos.
Mientras volvía en el aeromóvil taxi modelo NV5000[22] , se distrajo accionando las info-esferas instaladas en la parte de atrás para disfrute del pasajero. Quería ahondar un poco más en la información relativa al asalto del supuesto escondite terrorista que le había mostrado Dorian Guidory. Al desplegarse el menú con varias noticias del día relacionadas, Dan escogió la apropiada.
—Actualidad. Dalian. Operación antiterrorista.
Acto seguido, la info-esfera empezó a reproducir las imágenes virtuales. Redujo al máximo el tamaño de la visualización al encontrarse dentro de un aeromóvil. No era su intención despistar al conductor. Las imágenes correspondían al portavoz del gobierno de Dalian, mientras realizaba la rueda de prensa para informar sobre el operativo llevado a cabo contra los terroristas. La sala de conferencias del gobierno de Dalian estaba abarrotada de medios de toda la galaxia que cubrían aquel evento.
Portavoz. —Quiero agradecer especialmente a las fuerzas del orden que han intervenido en la operación de hoy, arriesgando su vida para salvaguardar la paz en nuestro planeta y en todo el sector colonial Zoé. Una división especial de las milicias encabezada por el Sargento Fuller ha intervenido a las 17:00 en un edificio situado en la periferia de Inver Town donde se encontraban los autores de la masacre de Cairn. El resultado de la confrontación ha sido de cuatro muertes, todas ellas de terroristas, y ninguna baja ni ningún herido entre los soldados que han tomado parte del asalto.
Periodista 1. — ¿Qué valoración hace del asalto?
Portavoz. —Positivo, muy positivo. Se han cumplido todos los objetivos y no ha habido ninguna baja. Hemos demostrado a los terroristas que tenemos convicción y nos mostramos implacables ante cualquier acto de barbarie que se realice en nuestro sector.
Periodista 1. —Y, ¿se han identificado a los terroristas?
Portavoz.—Sí. Se trataban de los hermanos Walden, Jay y Rick, Nélson Aldair Jr., y Gabriel Dos Santos. Todos relacionados con tráfico ilegal y expertos en el manejo de explosivos. Se les cree los ideólogos del atentado de Cairn. De hecho, también se les relaciona con las explosiones ocurridas hace meses en el mercado central de Inver Town que tuvieron como objetivo la sede móvil de la oficina de desarrollo e investigación Garth&Norwik asociados. Como todos sabéis, esta empresa es fabricante de robots y prótesis bioartificiales que se encuentra muy asentada en nuestro sector.
Periodista 2.— ¿Qué opina de los que dicen que ha sido un golpe de teatro para acallar las voces que acusan al gobierno de inanición en todo el sector Zoé?
Portavoz.—No saben más que inventar para desestabilizar el gobierno de Dalian y todo nuestro sector. Después de lo ocurrido en Cairn, nos cercioramos muy mucho de los pasos que debíamos seguir hasta encontrar a los autores de los atentados.
Periodista 3. — ¿Piensa que la Unión Colonial finalmente enviará tropas de asalto al sector?
Portavoz.—No.