Génesis, vida y destrucción de la Unión Soviética. Jaime Canales Garrido
manera garantizada. Yo personalmente, en un pasado reciente, vi casos en los que al padre de la familia lo vendían, por separado, a un comprador, a la madre, a otro, y a los niños a un tercero. Los siervos rurales, sin cualquier asomo de aprehensión, eran cambiados por perros, caballos y otros productos. Los gestores y los terratenientes ejercían sus derechos no sólo al trabajo de las mujeres, sino también a la propia mujer”22. En suma, Rusia era un país semifeudal.
La antípoda de los campesinos era la clase dominante: la nobleza. Por la justeza de sus observaciones, no resistimos la tentación de citar nuevamente a Kovalesvski, para que el lector enriquezca su visión del ambiente que se vivía en Rusia en aquellos años: “A todo lo que se da el nombre de ruso, es considerado por la clase dominante como si sirviera sólo para la gente común, no siendo digno de atención por parte de la gente rica o educada… Al pueblo -que es su propio sostén, que la alimenta- la clase dominante lo considera una chusma inculta. Los representantes de la clase dominante en todo se esfuerzan por parecer europeos occidentales: en la ropa, modales, lenguaje. Se considera que el único signo de cultura es la educación europea… La mayoría de los intelectuales rusos no sólo es carente de un sentimiento nacional, sino que es antinacional. Están esclavizados por el cosmopolitismo social y el separatismo, y desde este punto de vista son claros y nítidos adversarios y enemigos de su nación y de su Patria”23.
Lo citado es a tal punto aplicable a la capa social dominante hoy en Rusia -la oligarquía, parida por la perestroika, amamantada, criada y crecida por el antinacional régimen de Yeltsin- que parecieran haber sido dichas ayer. La historia -maldecida por la inevitabilidad de sus ciclos- se vuelve a repetir.
Cabe referir que en las reflexiones que se sucederán hay una notable ausencia de “prehistoria” de los hechos que se pretende analizar, así como “falta de ortodoxia” en el relato. Para los efectos del presente análisis, entenderemos por “prehistoria” la época anterior al año 1917, e historia al periodo que se abre en ese momento y hasta inicios de los 90.
La “falta de ortodoxia”, entretanto, se refiere a la forma en cómo llevaremos hasta los lectores los acontecimientos, pues no nos ceñiremos a una cronología rígida de los hechos, sino que -por las razones que los mismos lectores percibirán- deambularemos por las diversas épocas en causa, cuyo contenido central está circunscrito a tres tesis:
1ª Tesis: “La construcción del socialismo en la URSS se prolongó hasta el año 1953”;
2ª Tesis: “Jruschov, creador y ejecutor de la primera perestroika de la Unión Soviética”; y
3ª Tesis: “Gorbachov y la élite partidaria acaban la tarea iniciada por Jruschov, transformándose en los sepultureros de la Unión Soviética”.
En el presente trabajo, algunas de las traducciones al español de textos originales en ruso, inglés, francés y portugués fueron hechas por el propio autor por carecer de las versiones españolas de determinadas obras. Por lo que los textos aquí traducidos podrán diferir ligeramente de los presentados en las obras publicadas por las casas editoras.
Puestas estas cuestiones previas, centremos, pues, nuestra atención en el análisis de algunas de las etapas históricas que revistieron singular significado para los destinos de la Unión Soviética en su calidad de Estado pionero en la construcción de una sociedad socialista.
1 Маркс К., Энгельс Ф. Сочинения. Т. 1-50. Изд. 2. М., 1955-1981. Т. 19, с. 18, 19.
2 La lista de autores de libelos y opúsculos de dicha índole es interminable, por ello, citamos solo a uno de los más respetados en Europa y Norteamérica: Moshe Lewin, El siglo soviético, Editorial Crítica, 2006.
3 De acuerdo con declaraciones del antiguo General del KGB, N. S. Leónov solamente en los Estados Unidos de América había cerca de 125 “centros de sovietología”, esto es, más de una centena de grupos de cerebros especializados en la guerra ideológica contra la Unión Soviética. Vide: Леонид Масловский: Перестройка. Часть 1-я, Газета Завтра, 19 Октября, 2016 г.
4 Del incendio fue acusado el representante de la Internacional Comunista, Georgui Dimitrov, y la GESTAPO desencadenó una campaña publicitaria sin precedentes, desatándose la persecución desembozada del Partido Comunista alemán, cuyo secretario general Ernest Thälmann fue encarcelado junto con otros miles de miembros de dicho partido. Esta fue la primera puesta en escena de los nuevos métodos de la propaganda anticomunista y antisoviética, que se basó en la estrecha colaboración de la policía política nazi y los medios de comunicación. Así fue creada la figura del periodista que responde a las encomiendas de los órganos de seguridad y policiales de un Estado, y no a la necesidad de informar.
5 Fueron publicados en Occidente trabajos de preclaros autores marxistas -en su gran mayoría, militantes de partidos comunistas-, que, infelizmente, fueron ignorados incluso por los mismos partidos a los que pertenecían y, con mayor razón, por las editoriales y medios de comunicación social occidentales, habiendo sido tildados, por moros y cristianos, de “ultra izquierdistas” o revisionistas. El caso más paradigmático es el del dirigente del Partido Comunista Alemán (de la entonces República Federal Alemana) Willi Dickhut, que fue expulsado del partido -del cual era miembro desde 1926-, por la publicación, a finales de los años 50, de su estudio Die Restauration des Kapitalismus in der Sowjetunion, en el cual, a la luz del marxismo-leninismo, analiza descarnadamente la traición de Jruschov. Algo semejante ocu-rrió con el dirigente del Partido Comunista de la India (PCI), Moni Guha, que fue expulsado por distribuir a los delegados al congreso del PCI, celebrado en 1958, un panfleto denunciando el revisionismo jruschoviano. En este mismo contexto, es menester destacar también la obra del marxista británico Bill Bland: Restoration of Capitalism in the Soviet Union, Wembley, 1980; Stalin: The Myth and the Reality, 1999. Asimismo, para diversificar los pareceres sobre el proceso de restauración del capitalismo en la URSS, nos parece oportuno referir que el Partido Comunista Italiano -ya desaparecido-, en el 8º número de la revista Rapporti Sociali, de noviembre de 1990, publicó un interesante artículo sobre los acontecimientos en la URSS, intitulado “La restauración del modo de producción capitalista en la Unión Soviética” y los numerosos artículos del comunista alemán, Doctor en Ciencias Históricas, Kurt Gossweiler. Entre otras obras, debido a que se hace un análisis sobre la política externa de la URSS a partir de 1956, reviste particular interés el siguiente trabajo de Kurt Gossweiler: Teses sobre o papel do revisionismo moderno na derrota do socialismo.
6 Al respecto, es interesante citar las palabras del histórico líder del Partido Comunista de Chile, Luis Corvalán: “¿A qué se debe su colapso?…El escritor José Miguel Varas dice en uno de sus libros que, aunque parezca increíble, no obstante vivir en la Unión Soviética 14 años, no la conocía y no se percató de la profundidad de los fenómenos que la llevarían al sepulcro. Con mayor razón puedo decir lo mismo yo que estuve allí 6 años”. Ver: De lo vivido y lo peleado, LOM Ediciones, Santiago, 1997, p. 362.
7 Véase la carta de F. Engels a F. Sorge del 29 de noviembre de 1886.
8 Entre otros, véase: Álvaro Cunhal, As seis características fundamentáis dum partido comunista; Luis Corvalán, El derrumbe del Poder Soviético, Editorial Andes, Santiago, 1993; De lo vivido y lo peleado; y Los comunistas y la democracia, LOM Ediciones, Santiago, 2008.
Son asaz aleccionadoras las opiniones de dos destacados miembros del Partido Comunista de los Estados Unidos, Roger Keeran y Thomas Kenny, que estudiaron en profundidad la historia de la URSS y del PCUS, que