Gabriela de Laperrière de Coni. Graciela Tejero Coni

Gabriela de Laperrière de Coni - Graciela Tejero Coni


Скачать книгу
un armisticio con el Canciller Otto von Bismarck, que incluyó la ocupación de París en los términos de paz del Tratado de Fráncfort. Miles de Parísinos armados comenzaron mo­vimientos para formar un “Comité Central” de la Guardia Nacional, que en los distritos más pobres elegían a sus propios oficiales, como centro alternativo de poder al del gobierno oficial. Y así, como primer paso, el 18 de marzo Thiers ordenó a sus tropas recuperar los 400 ca­ñones en posesión de la Guardia Nacional, pero los soldados no lo obe­decieron. Thiers huyó a Versalles y el Comité Central de la Guardia Nacional quedó como único gobierno en París e inmediatamente or­ganizó elecciones para un “Concilio Comunal”.

      La legislación propuesta separaba la iglesia del Estado, promovía el acceso a la educación para todos, adoptó el descartado Calendario de la I República Francesa, así como la bandera roja en vez de la tricolor.

      Las numerosas organizaciones ad hoc establecidas durante el ase­dio en las localidades (“quartires”) para satisfacer necesidades como cantinas, primeros auxilios, etc. continuaron creciendo y cooperando con la Comuna. Las tendencias revolucionarias incluían anarquis­tas y socialistas, blanquistas y republicanos liberales. La Comuna de París fue y es reivindicada por anarquistas y socialistas marxistas por el alto grado de control por parte de las/os trabajadores y la notable cooperación recibida.

      La Comuna estuvo influenciada por el internacionalismo, por lo que la Columna Vendôme, que celebraba las victorias de Napoleón fue lo primero que se derribó, considerándola monumento al chovinismo.

      En el extranjero, hubo reuniones y mensajes de apoyo enviados por sin­dicatos y organizaciones socialistas, incluyendo algunos de Alemania.

      Es significativo que Gabriela de Laperrière de Coni, años después (1901) hiciera referencia a la incomprensible desunión entre prole­tarios franceses y alemanes obligados a la guerra franco-prusiana:

      La Comuna fue asaltada desde el primer momento por el ejército del gobierno de Thiers y la ciudad bombardeada constantemente, los alza­mientos en Narbonne, Limoges y Marsella fueron rápidamente aplas­tados. La zona exterior de Courbevoie fue capturada. La defensa y la supervivencia se transformaron en prioridades.

      Para muchas mujeres, la Comuna no fue sólo la posibilidad de con­quistar una República social, sino de conquistar una República social con igualdad de derechos para sí mismas.

      Las revolucionarias en la Comuna adquirieron importancia como feministas, pertenecientes a la clase obrera delineando el que sería “fe­minismo clasista” reivindicado luego en el Río de la Plata por Gabriela y su principal discípula, la joven socialista Carolina Muzzilli.

      Represión y restauración burguesa

      El 21 de mayo una puerta en la parte occidental de las murallas de París fue forzada y comenzó la reconquista de la ciudad por parte de las tropas de Versalles.

      Durante el asalto, las tropas del gobierno fueron responsables de la matanza de ciudadanos desarmados: se disparó a los prisioneros y las ejecuciones múltiples fueron algo común.

      El 27 de mayo una multitud asedió y asesinó a 50 rehenes, varios de ellos sacerdotes, que habían sido retenidos por la Comuna. La resisten­cia más acérrima continuó durante ocho días de combates callejeros.

      Después de la derrota militar de la Comuna de París de 1871, las fuerzas conservadoras y reaccionarias, ante la imposibilidad de eli­minar este ejemplo heroico que demuestra la posibilidad de destruc­ción del orden burgués, difundieron una gran campaña de calumnias contra el proletariado, los


Скачать книгу