Otra historia de la ópera. Fernando Sáez Aldana
se lo reparten causas menos frecuentes como el accidente, la mencionada muerte natural u otras aún más raras. Mención aparte merece la defunción por «desfallecimiento», un recurso tan socorrido como inverosímil ya que, como veremos, la mayoría de las defunciones por esa especie de desmayo irrecuperable ocurren sobre todo en mujeres jóvenes y sanas. Es el caso de Isolda (Tristán e Isolda), Leonor (La favorita), Salud (La vida breve), Margarita (Faust), Elektra o Thaïs, aunque también puede afectar a varones como Boris Godunov e incluso a la pareja, como en el caso de Tannhäuser y Elisabeth.
Mecanismos de producción de la muerte provocada
Desde un punto de vista físico, un cuerpo humano puede dejar de funcionar por varios tipos de agresiones físicas externas de las que no están libres los protagonistas de una ópera, que exponemos a continuación de manera esquemática, con algunos ejemplos:
• Combustión, por incineración, generalmente en una hoguera:
– Cuando es voluntaria, se denomina inmolación (Dido, Brunilda)
– Si es involuntaria, ejecución (Juana de Arco, Renata)
• Asfixia o anoxia: la muerte por falta de oxígeno se puede deber a:
– Constricción mecánica, por
◊ ahorcamiento (Billy Budd)
◊ estrangulamiento (Desdémona)
– Sumersión o ahogamiento (Lisa)
• Herida, por:
– Arma blanca
◊ Cortante: la navaja de afeitar con la que se degüella El Pintor de Lulú.
◊ Perforante: la lanza que Hagen clava en la espalda de Sigfrido.
◊ Cortopunzante: el tantô con el que Cio-Cio San se hace el harakiri.
◊ Contusa: decapitación, por
» Espada (Jokanaán)
» Hacha (Roberto Devereux)
» Guillotina (Andrea Chénier)
– Arma de fuego:
◊ Pistola (Lenski)
◊ Fusil (Mario Cavaradossi)
• Intoxicación, a causa de un veneno:
– Ingerido (Fedora, Luisa Miller)
– Aspirado natural (plantas) (Sélika, Lakmé)
– Aspirado artificial (gas) (Magda)
• Traumatismo, único o múltiple, por:
– Precipitación al vacío (Floria Tosca)
– Aplastamiento (Sansón)
– Contusión directa (Cyrano)
Actos o hechos que causan la muerte
Desde un punto de vista médico-legal, son los siguientes:
• Homicidio y sus variedades, según a quién se mate:
– Infanticidio: a un niño (hijos de Jenufa, Medea y Margarita)
– Parricidio: a los padres o el esposo (Clitemnestra)
– Uxoricidio: a la esposa (Marie)
– Fratricidio: al hermano (Fasolt)
– Magnicidio: a un gobernante (Simón Bocanegra)
– Tiranicidio: a un tirano (Gessler de Guillermo Tell)
– Pasional o de género: (Carmen, Nedda)
• Suicidio, que en la ópera se ejecuta de tres maneras sobre todo:
– Inmolación en hoguera (Norma, Dido, Brunilda)
– Con arma blanca (Butterfly, Edgardo, Gioconda)
– Con arma de fuego (Werther)
• Ejecución (Blanche de la Force), Linchamiento (Cardillac) o Duelo (Siegmund, Turiddu)
• Masacre (El ejército del Faraón, los filisteos en el templo de Dagon)
• Natural, a causa de:
– Enfermedad (Violeta, Aschenbach)
– Vejez (Don Quijote, Emilia Marty)
– Fallo cardíaco (El enano)
– Parto (Sieglinde)
– Accidente montañero (Hagenbach)
– Sed o insolación (Manon, Mireille)
• Emoción intensa (Isolda, Kundry, Boris Godunov).
• Causas sobrenaturales, como la condenación (Fausto, Don Giovanni), la desaparición (Don Carlos) o la asunción al cielo (Margarita).
• Causas insólitas, como la del Rey Dodón por la picadura de El Gallo de oro o la del pastor Acis, aplastado por el pedrusco que le lanza el iracundo Polifemo (Acis y Galatea).
Nuestra pequeña estadística
De los 230 personajes operísticos muertos analizados en esta obra, la gran mayoría perecen de forma violenta (81,2%), con predominio de los homicidios (56,6%, incluyendo las ejecuciones y los duelos) y seguido de los suicidios (23,2%), de claro predominio femenino (64%). El tercer lugar lo ocupa la muerte por causas naturales o enfermedad (8,7%), el cuarto la desaparición (6%) y el quinto las muertes por «desfallecimiento» (2,7%). El 2,8% restante se reparte entre una miscelánea de causas infrecuentes.
A continuación, analizaremos brevemente las características de las dos principales causas de fallecimiento en la ópera: matar y matarse.
A. Homicidio
La vida, definida por filósofos y académicos de la Lengua como «fuerza o actividad esencial mediante la que obra el ser que la posee», es, además de un fenómeno biológico, un bien jurídico, «el más valioso», al que todo humano tiene derecho, aunque nadie esté obligado legalmente a vivir (los intentos frustrados de suicidio no son delictivos). Dejando de lado dos cuestiones tan polémicas como el aborto y la pena de muerte, el homicidio o acción de matar a una persona es socialmente rechazable, moralmente reprobable y legalmente punible. Mas, dependiendo de las circunstancias, en Derecho se distinguen dos tipos básicos de homicidio:
• Homicidio simple, cuando no concurren circunstancias como premeditación o alevosía, y la muerte se puede producir accidentalmente o por exceso en el uso de una violencia que no pretendía matar.
• Homicidio doloso o asesinato, cuando el homicida tiene la intención de matar a su víctima y posee competencia moral para entender la ilicitud de tal acto y sus consecuencias.
Riccardo (Gregory Kunde) cae asesinado en Un ballo in maschera de Giuseppe Verdi.
En el homicidio doloso pueden concurrir las llamadas circunstancias agravantes, a saber:
– Premeditación: planificación del acto homicida por el autor.
– Nocturnidad u ocultación: