La inquisición española. Miguel Jiménez Monteserín

La inquisición española - Miguel Jiménez Monteserín


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a examinar.

       Tébar

      Juan de Tévar, labrador, vezino del lugar de Tévar, se vino a deferir de que havría un año que, estando hablando con un hombre de aquel lugar en materia de estados, avía dicho que «Tan bueno era el estado del matrimonio como el de la religión». Y el dicho hombre le había reprehendido dello y él se avía convençido. Examinóse el conteste y dixo lo mismo. Sacóse la testificación y, junta con la confisión de la parte, se formó proceso y se traxo al tribunal para proseguirse.

       Sancta María del Campo

      Bartolomé Mateo, labrador, vezino de la villa de Santa María del Campo, fue testificado por dos testigos de que, avría mes y medio que, estando en una calle de la dicha villa, hablando con los dos testigos, quiriendo encaresçer el estado de los casados, avía dicho que, «Si un clérigo religioso tocaba en el sexto mandamiento, que era tan buena la orden de los casados como la de los religiosos y abbades».716 Y que los testigos no le avían reprehendido por no entender entonçes lo que era.

       Olivares

      Pedro Abad, labrador, vezino de la villa de Olivares, se vino a deferir de que avría çinco meses que, estando en su casa hablando con su muger en materia de estados, diziéndole ella, «Que era buen estado el de los casados», él avía respondido que, «Si estaban en serviçio de Dios, tan buen estado era como el de los religiosos». Examinóse el conteste y dixo lo mismo. Y sacada la testificación, junta con la confisión de la parte, se formó proceso y se traxo al tribunal para proseguirse.

       Sancta María del Campo

      Alonso de Rus Arcas, peinador, vezino de la villa de Sancta María del Campo, fue testificado por un testigo de que la quaresma próxima pasada, al prinçipio della, estando hablando con el testigo en una casa de la dicha villa, presentes otras dos personas, un hombre y una muger, el Alonso de Rus avía dicho, no se acordó sobre qué ocasión, que, «Si los casados eran buenos, era mejor que la religión». Examinados los contestes, dixeron que el dicho Alonso de Rus avía dicho que, «El estado de los bien casados, le parecía a él, que era mejor que el de los religiosos». Y que, reprehendiéndole de ello se avía convençido.

       Olivares

      Sebastián Pérez, carpintero, vecino de la villa de Olivares, se vino a deferir de que, avría dos meses, que estando en su casa, presentes su suegra y su muger, se avía començado a tratar entre ellos de que una cuñada suya quería ser religiosa y no casarse y, a este propósito, él avía dicho, «¿Qué mejor estado puede tomar que casarse?»; y que la suegra le avía respondido que, «Más alcançaban con Dios las vírgenes». Y con esto se avía convençido y callado. Examináronse los contestes y dixeron lo mismo. Sacadas sus testificaciones y juntas con la confisión de la parte, se formó proçeso y se traxo al tribunal para proseguirse.

       Castillo

      Ana de Buendía, mujer de Pedro Rodrigo, bracero, vecino de la villa del Castillo de Garçimuñoz, se vino a deferir de que, estando la tarde antes, ella y otras dos mugeres en un horno, tratando de que una moça de aquella villa se quería meter monja y ella avía dicho que, «Con quinientos ducados que avía que llevar para ser monja, pudiera casarse». Y que, «Si estaba en ser a servicio de Dios, tan buen estado era el de los casados como otro qualquiera». Y la una de las dichas mugeres la reprehendió dello y ella avía callado. Examináronse los contestes y dizen que avía dicho que, «Si los casados servían a Dios, tan buen estado era como el de los religiosos». Sacadas las testificaciones y juntas con la confisión de la parte, se formó proçeso y se trajo al tribunal para proseguirse.

       Pinarejo

      Francisco Garçía de Sant Clemente, labrador, vezino del lugar de Pinarejo, se vino a deferir que, avría como mes y medio que, estando en casa de Miguel González, labrador, vezino del dicho lugar, presentes él y su mujer, tratándose de ciertas beatas717 que no vivían bien, avía dicho que, «Tenía por tan buen estado el de los casados como el de los religiosos, si eran bien casados y estaban en serviçio de Dios». Examináronse los contestes y dixeron lo mismo, y sacadas las testificaciones y juntas con la confisión de la parte, se formó proçeso y se enbió al tribunal para que se prosiguiese, adonde fue llamado el reo. Y recibida la causa a prueva, se ratificaron los testigos en la visita, conforme a la instructión.718

       Pinarejo

      Bartolomé Gutiérrez, labrador, vezino del dicho lugar de Pinarejo, se vino a deferir de que, avría quatro meses que, estando en el dicho lugar, hablando con dos mugeres en materia de estados y de la mala vivienda719 de algunas beatas, avía dicho que, «No había tal estado como el de los buenos casados». Examináronse los contestes y dijeron lo mismo, aunque no tan formalmente como la parte. Sacadas las testificaciones y juntas con su confisión se formó proceso y se envió al tribunal para proseguirse, adonde, llamado el reo, reçebida la causa a prueva, se hizieron las ratificaciones en la visita, conforme a la instruçión.

       Castillo

      Constança Mathea, biuda, vezina de la villa del Castillo de Garçimuñoz, se vino a deferir de que, en el verano próximo pasado, estando hablando con una hija suya, que le avían dicho trataba de ser religiosa, la dixo que, «Había oído dezir que era más el estado de los casados que ninguno de los otros estados». Examinada la hija, dixo diferentemente que la madre: Que lo que la había oído era que, «Si servían a Dios los casados como debían, que la más alta silla del çielo era la suya».720 Y por ser estas palabras diferentes de las que pone el conçilio tridentino721 se calificó la proposición y la dieron quatro teólogos por herética, pero por ser esta mujer viuda muy pobre y haberse venido ella a deferir con muchas muestras de contrición, se sustanció con ella su proceso en forma, sirviendo de fiscal el comisario y de abogado uno que había hecho el mismo oficio en la visita que hizo el doctor de la Madrid, obispo de Badajoz, diez y nueve o veinte años atrás, hasta concluille definitivamente. Y se trajo al tribunal para determinalle en la consulta.

       Castillo

      Constanza de Alarte, donzella, hija de Pedro Çebrián, vezino de la dicha villa del Castillo, fue testificada por tres testigos, mugeres, de que en principio de la quaresma próxima pasada, estando todas quatro en una casa de la dicha villa hablando de los estados, avía dicho que, «Según dezían, estaban en el cielo en más alta silla los buenos casados que los religiosos» y que no declaró a quien lo había oído decir. Por ser ésta donzella y muy pobre y porque confesó más amplamente las palabras de lo que los testigos lo dizen, se sustanció con ella su proçeso en forma hasta concluille diffinitivamente y se traxo al tribunal para determinalle con la consulta.

       Pinarejo

      Alonso Redondo, braçero, vezino del lugar de Pinarejo, se vino a deferir de que avría un mes que, estando en una casa del dicho lugar, hablando con una muger en cosas de beatas, avía dicho que «Tan buen estado era el de los casados, si se querían bien y estaban en serviçio de Dios, como el de las beatas». Examinóse el conteste y descargó mucho al confitente. Y por esto y por ser muy pobre, se sustançió con él su proceso hasta concluylle diffinitivamente. Trájose al tribunal para verse con la consulta.

       Castillo

      Christóbal de Roales, sastre, vezino de la villa del Castillo de Garçimuñoz, se vino a deferir que, avría un mes, que estando en una casa de la dicha villa hablando con dos personas sobre que en la vida de un sancto del Flos Sanctorum,722 se alababa mucho el estado de los casados, él avía preguntado a una de las dichas personas que «Quál era mejor estado, el de los clérigos o el de los casados». Y respondiéndole que «El de los clérigos era mejor», se había convençido y callado. Examinados los contestes, dizen aver dicho que, «Mejor servían a Dios los casados que los clérigos»; y por ser esta proposición yndiferente [sic], averse cargado más el reo de lo le que cargan los testigos y ser muy pobre, se sustançió con él su proçeso en forma hasta concluille diffinitivamente, y se traxo al tribunal para determinalle con la consulta.

      


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