La inquisición española. Miguel Jiménez Monteserín

La inquisición española - Miguel Jiménez Monteserín


Скачать книгу
avía dicho, «Reniego de Dios, si no me lo ha de pagar». Y declaró que estaban delante algunos de los testigos. Y en otra audiençia acabó de declarar la calidad que la faltaba, diziendo que avía dicho, «Reniego de Dios verdadero». Y que, reprehendiéndola, avía respondido que «Muchos dioses avía de quien renegar que eran dios Cupido y dios de amor». Acabóse de sustanciar con ella su proçeso y, concluso difinitivamente, fue condenada por auto, reprehensión en la sala y en tres myll maravedís para gastos extraordinarios del santo offiçio…… III [maravedís.]

       La Roda

      Juan Sánchez Merchante, labrador, vezino de la villa de la Roda, de hedad de 43 años, se vino a deferir de que en un día del mes de henero próximo pasado, estando en una viña suya, donde traýa çiertos peones cavando, enojado de que no hazían la labor como convenía, avía dicho, «Juro a Dios que, entretanto que traygo cavadores, no creo en Dios». Examináronse los contestes, que eran çinco, y los tres dellos contestaron casi en las mesmas palabras, y los dos no se acordaron dellas. Sustancióse con el reo su proçeso y, concluso diffinitivamente, fue condenado por auto. Reprehensión en la sala y en cuatro myll maravedís de pena para gastos extraordinarios del sancto offiçio, porque era rico…… IIII [maravedís.]

       Attende:

      En algunos destos proçesos las partes an renunçiado los términos y dado por ratificados los testigos, aunque, sin embargo desto, siempre se les ha dado publicaçión dellos y notiçia de todo lo que contra ellos dizen. Y aunque el dar por ratificados los testigos en causas criminales parezca contra derecho y lo prohiban tanbién las instructiones,674 los antecesores las han entendido en las causas de fee o graves, porque en las livianas y que an de parar en sola pena pecuniaria, muchas se an sustanciado en esta forma; y con este estilo y prática pasan tanbién todos los tribunales seglares y eclesiásticos.

      Ansí mismo se an hecho las condenaçiones sobredichas por autos y no por sentençias formales, por averse hallado este stilo en algunos proçesos de los anteçesores que se debieron de fundar en que por esta vía, según derecho, no se yrroga tanta infamia y hallarsen en este distrito tantos christianos viejos castigados por el sancto offiçio que mueve a buscar algunos medios para librallos della, por los que después dellos suçedieren. Hazer se ha en todo lo que Vuestras Señorías mandaren.675

       Buenache de Alarcón

      María Montes, alias María Pacheca, hija de Juan Pacheco y de María Montes, vezina de la villa de Buenache de Alarcón, de edad de 22 años, fue testificada por un testigo, mujer de 40 años, de que avría poco más de un año que, estando el testigo a su puerta y una moça suya, riniendo la madre de la dicha María Pacheca con ella, enojada de lo que la dezía, avía respondido con despecho, «Reniego de Dios que me crió». Y que esto entendía que lo avía oýdo Cosme de Montes, vezino de la dicha villa, que estaba en un huerto allí çerca. Examinados los contestes, la moça dixo que la oyó decir, «Reniego de quien me crió», o «Pese a quien me crió». Y el hombre dize que dixo, «Pese a quien me crió» o «Pese a Dios que me crió». Llamada la rea y sustançiado con ella su proçeso hasta concluylle diffinitivamente, ha estado siempre negativa, y por esto y por la diversidad conque deponen los testigos, aunque el negoçio es liviano y de poca importançia, se traxo al tribunal para entremetelle en la consulta con otros negoçios.

       Castillo

      El liçençiado Cristóbal de Valera, clérigo de la villa del Castillo de Garçimuñoz, de hedad de 30 años, se vino a deferir de que estando en çierta casa de la dicha villa viendo jugar a dos vezinos della a los çientos,676 por cierta palabra que habló, uno dellos, enojado, le dixo, «Que buena maliçia era aquella» y que él, para salvarse, había respondido con juramento, «Que en aquel caso no avía más maliçia que en el Spíritu Sancto». Examináronse los contestes y el uno dellos contestó en las mismas palabras y el otro, como estaba embebido en el juego, no se acordó de lo que avía pasado. Calificóse la proposición por temeraria, ynjuriosa y malsonante, y hecha la primera audiençia con el reo, mostró ser hombre de entendimiento y letras, y aver dicho las palabras con mucha inadvertençia, y ansí, aviéndosele hecho cargo de lo que avía dicho y respondido a él, se quedó en este estado el negoçio.

      Personas que han tratado de la fisonomía, quiromançia y astrología judiçial y que han tenido libros destas artes.677

       Castillo

      Don Diego Melgarejo y Carrillo, vezino de la villa del Castillo de Garçimuñoz, de hedad de 22 años, se vino a deferir de que avría tres que, estando en la villa de Madrid, avía oydo çinco meses «la esfera» del doctor Hernández, médico,678 y de que él mismo le avía enseñado levantar una figura,679 y después, aviéndose venido a la villa del Castillo, avía tratado de aquel arte con Francisco Torralva, el qual le dio en pago de cierta deuda un libro de Avenrrajel680 y otro de Estadio,681 los quales, y otro que se llama Secreta secretorum de Aristóteles,682 había entregado, por entender que estaban prohibidos,683 al doctor Çejalvo, de Alarcón, a quien estaba cometido el examen de los libros de aquel pueblo.684

      Ytem, dixo que en Madrid avía tomado las manos a algunas mugeres y les avía dicho que serían malcasadas o biencasadas y que más lo hazía por tomalles las manos que por entender que aquella sçiençia tenía alguna çertidumbre y que lo mismo le avía acontesçido en Valera de Abajo con otras mugeres de aquella villa.

      Ytem, dixo que, en Madrid, en casa de Juan María Corbadi, ginovés, avían levantado los dos algunas figuras sobre si las fiestas que se avían de hazer serían buenas o no, y todo sin darles crédito. Y que tanbién, él y el dicho Francisco de Torralva, avían levantado figuras en la villa del Castillo sobre el nasçimiento de algunas criaturas y de personas también grandes, que les dezían el día en que avían nasçido; e que ansimismo levantó figura sobre la enfermedad de un esclavillo suyo, si sanaría o no de una apostema,685 y sobre si se haría una venta de unos machos o no; y miró las manos a algunas personas, diziéndoles lo que le pareçía por ellas, que por aver sido muchas no se acordaba quienes eran ni lo que les avía dicho.

       Castillo

      El bachiller Francisco Cavallón,686 vecino de la dicha villa del Castillo, de hedad de 45 años, se vino a deferir de que, estando en la universidad de Salamanca, en horas desocupadas de la facultad de leyes que profesaba, avía oído en las Scuelas della, donde se leýa públicamente la cosmografía y astrología judiçiaria,687 y que con aquella buena fee, entendiendo que no estaba prohibida, avía usado della echando juizios de nasçimientos, ynterrogaçiones, elecçiones y resoluçiones; y la avía leído y enseñado a otros; y que tanbién avía leído libros de quiromançia permitidos, y mirado las rayas de las manos a algunas personas, juzgando y diziendo cosas por venir, conforme a las dichas sçiençias y aquello, salvo siempre la voluntad y providençia divina,y no negando el libre alvedrío del hombre.

       Castillo

      Francisco de Torralva, vezino de la dicha villa del Castillo, de hedad de 38 años, se vino a deferir de aver profesado la astrología judiçiaria y particularmente aver echado dos juizios y levantado dos figuras con todas sus circunstançias; la primera sobre la vida y costumbres del liçençiado Muñoz, clérigo de la dicha villa,688 y la otra en la vida y costumbres del maestro Castillo, criado del Arçobispo de Granada,689 donde a este propósito dize y trae muchas cosas que por no cansar a Vuestra Señoría se dexan de referir.

      Ytem, dixo y se defirió de que avía tratado y comunicado muchas vezes las cosas de la astrología judiçiaria, quiromançia y fisonomía con los dichos don Diego Melgarejo, el liçençiado Francisco Cavallón y con Diego de Cabrera, clérigo,690 vezinos de la dicha villa del Castillo que profesaban la misma arte, aunque no se acordó de cosas particulares que con ellos oviese pasado.

      Doña María Carrillo, muger de don Gonçalo Carrillo de Alarcón, testificó contra el dicho don Diego Melgarejo, su hermano, que le avía visto tratar muchas vezes de cosas de la astrología


Скачать книгу