Repensar los museos y centros de ciencias. César A. Domínguez
disponibles.
-Mermar la calidad de la visita y la experiencia del público en función de la intervención a los espacios.
-Deshabilitar espacios o suspender actividades durante la ejecución e implementación del proyecto.
• Riesgos de costo:
- El aumento en los costos de los materiales e insumos.
- La inestabilidad del peso frente al dólar.
- Cambios en la organización de los proveedores que impacten en los precios.
• Riesgos relativos al recurso humano:
- No contar con el personal necesario o adecuado.
- Clima laboral inapropiado.
- Dificultades para concretar acuerdos.
• Riesgos externos:
- Cambios en las regulaciones institucionales o gubernamentales.
- Cambios en la administración de la universidad.
- Cambios en las preferencias del público.
• Riesgos relativos al patrocinio o apoyo externo:
- Demora en los convenios o contratos relativos a las autorizaciones del patrocinio.
- Seguridad del financiamiento del patrocinador.
- Tomar decisiones en función del interés del patrocinador.
En cuanto a la evaluación de los riesgos, es necesario determinar la magnitud de las repercusiones que tendrían en los objetivos del proyecto, en caso de que éstas ocurran. Frecuentemente a cada una de las repercusiones se les asigna un valor (alto, medio o bajo), o bien una escala de calificación (1-3, 1-5, 1-10, etc.). Con base en unidades de valor se determina la magnitud del riesgo (Gido y Clements, 2012). La información previa derivada de otros proyectos también puede ser de utilidad para la estimación. Existen diversas técnicas e instrumentos para evaluar y administrar los riesgos, entre ellas la denominada “matriz de evaluación del riesgo”, en la que se establecen diversos criterios como el tipo de riesgo, las repercusiones, la probabilidad de que ocurran, la magnitud de las repercusiones, el disipador de la acción (causa), el plan de respuesta y el responsable de efectuarlo. En este punto es importante resaltar la pertinencia de clasificar los riesgos por orden de prioridad, particularmente los relacionados con las rutas críticas, de tal suerte que si ocurren, éstos deberán ser prioritarios dada la repercusión en el proyecto.
El plan de respuesta al riesgo implica preparar una acción (o un conjunto de ellas) para reducir la probabilidad de que se presente un riesgo o sus repercusiones potenciales (consecuencias), establecer un “punto de activación” que determine el momento en que se deben implementar las tareas para enfrentar las situación, así como asignar la responsabilidad de la ejecución del plan de respuesta (Gido y Clements, 2012). Un plan de respuesta al riesgo supone evitar, mitigar o aceptar el mismo.19
Por último, el monitoreo del riesgo requiere revisar la matriz de evaluación durante el transcurso del proyecto. Es importante la regularidad para determinar si la probabilidad de que se presente un riesgo aumenta o disminuye, o bien identificar nuevos riesgos que no fueron considerados al inicio, pero que resulta necesario incluir debido a sus posibles consecuencias.
Seguimiento y control del proyecto de renovación
La planeación, la programación, la estimación presupuestal o la administración del riesgo no tendrían sentido si no hubiese control. Visiones recientes sobre la gestión de proyectos de diseño en entornos colaborativos resaltan la necesidad de controlar los procesos durante la planeación, el desarrollo y la ejecución de los mismos. Esto se debe a que frecuentemente durante la implementación de un proyecto, el qué hacer y el cómo hacerlo se concentran en una serie de documentos que contienen descripciones, prescripciones, especificaciones, esquemas o dibujos, que permiten a los profesionales dirigir y ejecutar los trabajos que coadyuvan en la construcción (Gómez-Senent y González, 2008).
No obstante, resulta necesario que algunas de las actividades también estén dirigidas a establecer cómo se transforma o avanza el proyecto, actividades que eventualmente permiten medir y evaluar los alcances parciales para que, de ser necesario, se tomen las medidas pertinentes. Estas actividades sobre el control de los proyectos son importantes, ya que permiten establecer acciones correctivas, en caso de que lo programado no corresponda con lo realizado (Méndez, 2008). Un control eficiente implica al menos tres actividades importantes: medir, evaluar y generar acciones correctivas o planes de contingencia. Acciones que la propuesta de renovación contempla durante las fases de desarrollo y ejecución con la intención de cubrir las tareas y los objetivos del programa, así como el manejo eficiente de recursos.
A manera de conclusión
Como se mencionó al inicio del texto, aunado al reto que significa renovar un recinto de este tamaño e importancia, durante las etapas de intervención no se pretende suspender las actividades del museo, por lo que resultará imperativo reducir los efectos e impactar lo menos posible en la operación cotidiana durante el desarrollo y la implementación del proyecto, particularmente en lo relativo a la seguridad y la experiencia de los visitantes.
También cabe recordar que el proyecto de renovación sugiere una actividad dinámica (no necesariamente lineal), donde las etapas posteriores a la planeación se traslapan e implementan mediante un proceso recursivo y colaborativo, por lo que la coordinación y comunicación resultan fundamentales. Bajo esta perspectiva, en el momento que se escriben los párrafos de este texto, hay un equipo de especialistas y profesionales del diseño de exposiciones trabajando arduamente para hacer de este enorme reto una realidad en un futuro próximo.
A medida que el proyecto avance se documentará y, de ser el caso, se buscarán los mecanismos y espacios para la comunicación de los avances, ya sea en documentos de orden académico, o bien, espacios de carácter informativo o de difusión. De momento este texto sugiere un esquema general del proyecto, mismo que seguirá en constante desarrollo y conducido con entusiasmo y responsabilidad para cubrir una de las funciones sustantivas de la universidad en beneficio de la comunidad y la sociedad en general.
Notas
1 Dirección General de Divulgación de la Ciencia, Programa de Becas Posdoctorales en la UNAM.
2 El Exploratorium reabrió sus puertas al público el 17 de abril de 2013.
3 El Papalote Museo del Niño Renovado reabrió sus puertas el 8 de agosto de 2016.
4 El Museo de Historia Natural de la Ciudad de México reabrió sus puertas al público el 19 de marzo de 2018.
5 El Explora Centro de Ciencias planea concluir su proceso de renovación en 2019.
6 En la “Guía para la Elaboración del Plan Museológico” propuesta por el INAH, se plantea la ejecución de un proyecto museístico en cinco etapas: 1. Diagnóstico; 2. Capacitación y conformación del equipo de trabajo; 3. Elaboración del anteproyecto; 4. Evaluación, aprobación y gestión, y 5. Desarrollo del proyecto ejecutivo.
7 Si bien esta propuesta no se enfoca en los MCC, se considera relevante en términos de metodología para el desarrollo de proyectos museísticos.
8 De acuerdo con su página web, este organismo desarrolla e implementa planes maestros de proyectos museísticos.