El Universo, su conciencia cuántica y tu cerebro. Pedro Blanco Naveros
la conciencia.
Existen dos grandes teorías para los correlatos neuronales de la conciencia subjetiva del ser humano, una localizacionista en alguna de las capas profundas de integración de conexiones neuronales, posiblemente en el neocórtex, de la información de la actividad nerviosa objetiva y abstracta, en su proceso de integración, y la otra, es la que considera la experiencia de la conciencia subjetiva particular como una propiedad emergente del cerebro, al identificarse el individuo con esa percepción subjetiva, según el biólogo molecular británico Francis Crick, premio Nobel de medicina en 1962 y uno de los dos descubridores de la estructura molecular del ADN, junto con James Watson, en 1953. Es decir, la emergencia se consigue al formar otro nivel de organización, con una nueva estructura con nuevas propiedades, que integra prácticamente toda la información disponible en los trillones de conexiones neurales del cerebro y que posibilita la aparición de la conciencia dentro del cerebro, La conciencia sería un epifenómeno que se puede explicar con la actividad cerebral.
Hay más teorías al respecto, aunque casi todas ellas pueden integrarse con matices en alguna de las dos ya citadas, pero sí conviene citar una tercera teoría muy novedosa y bastante revolucionaria, dentro de los postulados clásicos por los que se suele mover la ciencia, que diverge ampliamente de lo hasta ahora estudiado y que en la actualidad ocupa principalmente las investigaciones del neurólogo Christof Koch, que fue gran colaborador de Francis Crick. Se trata de la Teoría de la Información Integrada, desarrollada por el neurocientífico Giulio Tononi.
Koch hizo saber a la comunidad científica su convicción de que la conciencia es una característica fundamental de la realidad, que está presente en todas partes y se manifiesta a través del cerebro, lo que en filosofía se conoce como panpsiquismo.
Para David Chalmers, reconocido filósofo australiano, la conciencia es asimismo una de las verdades fundamentales de la naturaleza, como el tiempo, el espacio, la masa, las leyes de Newton, ley de la gravedad o de la mecánica cuántica. Además la conciencia puede ser universal; cada sistema consciente puede tener una medida de reflexión, desde el hombre, los animales, los insectos, hasta las partículas más elementales tienen un mayor o menor grado de percepción. La conciencia así entendida ha podido ir de lo simple a lo complejo en el transcurso de la evolución darwiniana, desde algún precursor primitivo de la conciencia en su primera aparición, hasta la conciencia compleja del hombre. La gran eclosión cerebral con trillones de conexiones neurales siguiendo el sentido evolutivo adicional de obtener una mayor información del medio, al margen del sentido estricto de la evolución por selección natural darwiniana, ha posibilitado la obtención de una conciencia prodigiosa para la especie humana que la ha colocado en la cúspide de la naturaleza.
La manera más fácil de poder relacionar el pensamiento con el proceso físico, para establecer una ciencia del pensamiento, es vincular la conciencia con la información, pues el procesamiento de información requiere reflexión, más elaborado en el hombre y más simple en las partículas más elementales como puede ser un fotón.
Para Giulio Tononi, la conciencia está directamente relacionada con la información, y para desarrollar su teoría se inspiró en Claude Elwood Shannon, matemático e ingeniero electrónico americano, apodado como “el padre de la teoría de la información”, gran conocedor de la álgebra booleana, (estructura algebraica que esquematiza las operaciones lógicas) y de los circuitos digitales.
Claude Shannon defendió la idea de que todo sistema de comunicación (lenguaje, televisión, radio, etcétera) puede medirse.
En su obra: “Una teoría matemática de la comunicación”, mide la cantidad de información de cualquier mensaje, para lo que cuantifica el número medio de bits necesarios, de todos los posibles mensajes que se pueden codificar del mensaje originario,
Obtener información de un fenómeno es reducir el grado de incertidumbre que tengamos de ese fenómeno, y estableció una fórmula matemática, que se conoce como entropía de Shannon, para medir el promedio de incertidumbre, de tal manera que obtendremos más información cuanto más disminuya la incertidumbre.
No habrá incertidumbre cuando el receptor descifre el mensaje y obtenga conocimiento del mensaje emitido.
La señal emitida por un emisor en un mensaje, no coincidirá nunca exactamente con la señal recibida por el receptor debido a una serie de perturbaciones, (ruido, atenuación, distorsión etcétera.)
Giulio Tononi, asimismo estableció una medida matemática de integración de la información, que llamó phi y que mide el grado de información integrada de un sistema, la información es la forma en la que definimos la reducción de incertidumbre, y utiliza como ejemplo clásico el modelo del fotodiodo, que cambiará su estado 1 o 0, en función de que haya o no luz.
Los seres humanos reducen mucho la incertidumbre con cada observación, el cerebro no es una cantidad más o menos variable de neuronas, que actúan en paralelo a semejanza de los fotodiodos, sino que proporcionan gran cantidad de información que luego integran entre sí. Tononi lo compara con un sensor de una cámara fotográfica, que capta gran información de cada objeto fotografiado, a base de gran cantidad de puntos que pueden estar, o bien encendidos o bien apagados, pero carece de integración, por lo que no se podría interpretar el conjunto, al contrario que el cerebro que no sólo capta gran cantidad de estímulos sino que posee la facultad de integrarlos inmediatamente entre sí e interpretar el significado que representan. Ello explicaría por qué la conciencia fluye cuando el sujeto está despierto y está casi apagada cuando el sujeto está dormido, porque durante el sueño profundo la integración sería casi nula, al contrario de cuando está despierto. Este hecho ha servido para investigar la posible ubicación de la Conciencia, en investigaciones realizadas con pacientes anestesiados para ser sometidos a una intervención quirúrgica, tratando de encontrar el correlato neuronal de la conciencia, en las zonas aparentemente deprimidas por el efecto del anestésico.
El nivel de conciencia de un sistema correlaciona con la cantidad de información integrada de ese sistema y la conciencia se manifiesta a través del cerebro, en función de esa información integrada.
Al ser conscientes de algo, somos conscientes de mucha información diferenciada, forma, colorido, sonido, olor, y al estar la información integrada, somos conscientes del total, es irreductible, no podemos ser conscientes de contenido sin forma, por poner un ejemplo.
Un cerebro tiene un alto grado de phi, lo que implica mucha conciencia, debido a la gran cantidad de redes neurales integradas y correlacionadas entre sí. Un microbio tendrá un grado muy pequeño de phi, pero distinto de cero, lo que implica muy poca conciencia.
Tal vez sea uno de los pocos métodos que podríamos aplicar para obtener una ciencia de la reflexión, integrar así la conciencia al mundo físico y poder cuantificar su flujo de percepción consciente. Todo proceso físico en el cerebro tiene que estar acompañado por la reflexión para que se haga consciente y establezca una percepción subjetiva.
Las computadoras según esta teoría tendrían conciencia al procesar información que puede ser muy compleja e integrada. A este respecto se calcula que dentro de unos años, los ordenadores portátiles tendrán la capacidad del cerebro, aunque ello no significará según otros científicos que puedan ejercer la conciencia de forma similar al ser humano, ya que carecerán de la comprensión de la información recibida y almacenada. Los bits efectivamente existirán y las respuestas serán casi idénticas a las que pudiera esperarse de los seres vivos, pero la máquina no tendrá experiencia subjetiva al carecer de comprensión sobre la información que procesa. De todas formas, llegará el momento que será muy difícil de calibrar, si una computadora podrá ir alcanzando determinados niveles de comprensión, no olvidemos el ingenio tecnológico del ser humano y qué tipo de computadoras habrá dentro de cien o mil años. La máquina irá obteniendo “experiencia subjetiva” a base del software necesario, máxime al poder poseer una memoria ilimitada con la irrupción de la computadora cuántica y los qubits.
Seguramente, nunca se hubiera podido imaginar el lector, menos aún sus ascendientes, que una editorial rusa denominada Astral SPb, haya editado la primera novela escrita totalmente por un ordenador en 2008, habiendo necesitado un mínimo de retoques de