Los miedos de Ethan. Darlis Stefany

Los miedos de Ethan - Darlis Stefany


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sexual, tal vez demasiado. Resulta un poco intimidante.

      —Eres hermosa, Grace.

      —Vale.

      —¿No me crees? —Me sorprendo cuando gira mi silla y se agacha frente a mí—. Eres hermosa, muy hermosa.

      Resoplo, puedo considerarme una persona agradable, quizá antes fui más, pero ahora con lo que considero mi «marca de vida» la palabra hermosa no es mi favorita o la más adecuada.

      —Tú no has visto nada realmente. —Detesto la idea de que sueno a la defensiva, incluso sueno como si estuviera ofendida. Creo que es más acerca del dolor.

      —Veo a una rubia hermosa.

      Lo dice el hombre que discrimina a las rubias de sus gustos pasionales.

      —Esas rubias son las rubias de Victoria’s Secret, no yo.

      —He visto mujeres hermosas, tú lo eres.

      Ladea su cabeza a un lado para observarme con fijeza, esos ojos avellana con rastros de verde, realmente bonitos, me observan sin ninguna posibilidad de escape.

      —¿Te gusta Andrew?

      Siento desconcierto, de hecho, puedo sentir mi ceño fruncirse. Claro que me gusta Andrew. ¿A quién no le gusta Andrew? Pero desde luego, ¿a quién en el mundo no le gusta BG.5? Pero no creo que su pregunta se oriente hacia si me gusta del modo en el que les gusta a todos. Parece una pregunta de carácter más personal.

      —¿Por qué lo preguntas? —Es mi respuesta.

      Para sostenerse, puesto que aún está agachado, sus manos se afianzan en mis rodillas. Observo sus manos, vuelvo mi vista hacia él.

      —Curiosidad.

      —¿Por qué no sales con mujeres rubias?

      —¿Curiosidad? —sonríe.

      —Mucha curiosidad.

      —Así que somos curiosos —susurra. La voz de Ethan es pecado.

      Me sonríe aún más amplio haciendo que sus ojos se achiquen un poco, palmea mis rodillas continuamente y, aun cuando están cubiertas por jeans, puedo sentir el calor de sus manos. Me sonrojo, es mi lado Fiver siendo una necesitada de atención.

      Pero la realidad es que ese lado de mí siente la necesidad de arrojarse sobre él y comerlo a besos por el simple hecho de que Ethan en persona es algo impresionante. Mi lado Fiver sin duda alguna quiere comerlo a besos y mi lado racional de chica común, también quiere hacerlo.

      En BG.5 Andrew y Ethan, como Fiver, son mi debilidad, aunque en realidad los cinco lo sean, incluso Max, que resulta demasiado caliente para ser solo un representante.

      Pero, ¿en la realidad? Ethan es Ethan. Ethan desde mi punto de vista no tiene comparación porque con su canción, aunque públicamente no haya sido admitida como solo suya, él hizo mucho por mí. Me sacó de la soledad y me hizo continuar con mi vida.

      La sonrisa de Ethan se curva más hacia un lado, de manera que derrocha picardía y me mira con ojos entrecerrados.

      —Dime algo, Grace… ¿Aún sin recordar la despedida de soltera de Hilary?

      —No recuerdo nada —respondo rápidamente.

      Lo recuerdo todo sobre la despedida de soltera de otra de las chicas de BG.5, la actual esposa de Doug, el bajista de la banda, lo que muchos llaman la pequeña rubia. Recuerdo desde hablar sobre su pene o más bien gritar, hasta insistir en sentarme sobre sus piernas cuando me llevaron a casa. Aún peor, recuerdo que cuando me acompañaron hasta mi piso, lo abracé por el cuello, lo olisqueé, le dije que olía a maravillas y a pasión. ¿Cómo se supone que huele la pasión?

      Culpo al alcohol, porque incluso tuve la osadía de invitarlo a entrar y quedarse, aun cuando Jeremy y Andrew estaban presentes. Yo desearía no recordar nada de eso, por ello finjo no recordar.

      Ethan ríe divertido, como si de hecho supiera que miento.

      —Nos estamos yendo… ¿Vienes o te quedas a pedirle matrimonio a Grace? —pregunta Harry entrando a mi oficina, me sonríe—. Hola, Grace… ¿Qué tal todo?

      —Hola, Harry, siendo esclava del amor de tu vida.

      —Para Kae todos somos esclavos —ríe, le sonrío de vuelta. Aún me sorprende un poco llevarme tan bien con Harry, uno de mis ídolos.

      Ethan se pone de pie y pasa sus manos por su cabello castaño, despeinándolo en el proceso.

      —Cuida de nuestra portada —dice, guiñándome un ojo y caminando hasta Harry, que ríe y palmea su hombro.

      —Nos vemos luego, Grace. No tardes en visitar a Halle, ella vive diciendo Grash.

      —Tan hermosa —digo—, aunque Dan también me ama.

      —El pequeño Jefferson cree que tú eres su novia.

      —¿Estás diciendo que tuve un momento a solas con la novia de tu hijo? —cuestiona Ethan—. Sí se entera quizá yo ya no le parezca tan Súper E.

      —Siempre y cuando no hayas tocado a la novia de mi hijo, todo estará bien.

      —¿No te ibas ya? —pregunta Kae abrazándolo desde atrás—. Si no te vas ahora no me dará tiempo de extrañarte.

      —Cursi —decimos Ethan y yo al mismo tiempo. Reímos.

      —Ya me voy —asegura Harry—; nos vemos, Grace.

      —Hasta pronto, Grace —murmura Ethan caminando tras de ellos.

      Respiro hondo, paso un dedo por el tabique de mi nariz y sonrío. Algo bueno hay en mi vida, no todo es malo.

      —Por cierto, Grace. —Alzo la vista para encontrarme con Ethan en el marco de la puerta—, créeme cuando te digo que eres hermosa.

      Sonríe y se va.

      Algo me dice que estoy conteniendo fuertemente un suspiro. Katherine, hermana de Kaethennis, entra a mi oficina sonriendo, acaba de llegar de la universidad.

      —¿Es idea mía o esos pantalones que Ethan lleva se ajustan perfectamente a su trasero?

      —Eso es lo que se llama tener buen culo.

      Katherine ríe, pero asiente con su cabeza. Siento la necesidad de decirle que lo que parece una mordida está muy visible en su cuello, pero ella acomoda su bufanda cuando siente que observo esa área y se sonroja.

      —No preguntes.

      —No iba a hacerlo. Quién diría que Ashton haría cosas como esas —bromeo, haciendo que se sonroje aún más.

      —Es un idiota, lo hace a propósito para molestarme.

      —Pero si Asthon es un ángel.

      —Ni tan ángel. —Rueda sus ojos y se inclina hacia la computadora—. ¡Conseguiste la portada!

      —Es más como que Ethan me ayudó a conseguirla.

      —Qué interesante.

      —No hay nada interesante en eso.

      —Lo que tú digas —ríe, saliendo de mi oficina y yendo a su cubículo.

      Miro fijamente la pantalla. Al menos puedo decir que Ethan y yo somos buen equipo en algo. Muy buena portada para una historia que detesté.

      Gracias a Ethan terminé lo que tanto me estaba frustrando. Debo hacerme una nota mental de algún día compensárselo con algo, cualquier cosa.

      [2] Nombre por el cual se hacen llamar los fanáticos de BG.5.

      14 DE MARZO, 2014

      —¡Llegaste a tiempo!


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