La izquierda legal y reformista en Colombia después de la Constitución de 1991. Jorge Eliécer Guerra Vélez
hasta una Asamblea Constituyente (ver Los grupos guerrilleros y el Estatuto de Oposición. 2: Plataforma política de las farc-up. La reforma política [1984], pp. 138-142. En Patricia Pinzón de Lewin (comp.), La oposición en Colombia, algunas bases para su discusión (cap. 8, pp. 135-142). Bogotá: Centro de Estudios Internacionales Universidad de los Andes y Friedrich Ebert Stiftung en Colombia, 1986).
42 Por ejemplo, Álvaro Leyva Durán, del Partido Conservador, y Orlando Vásquez Velásquez, del Partido Liberal.
43 Con ese fin el epl y el pcc-ml iniciaron una labor de aproximación a los trabajadores de las plantaciones de palma en la región del Catatumbo, Norte de Santander, y en los ingenios de azúcar en el departamento del Valle del Cauca.
44 Entrevista a Álvaro Villarraga, exdirigente del epl, Fundación Progresar, el 7 de febrero del 2008, Bogotá.
45 No sorprende la actitud del Partido Comunista de España. Desde los inicios del socialismo en el país ibérico y su oposición a los borbones, tanto con el grupo socialista que se constituyó hacia 1860 dentro del Partido Republicano Español como luego con el Partido Socialista Obrero Español, antes de 1914, el régimen constitucionalista fue parte de sus programas (ver Cole, George Douglas Howard. Historia del pensamiento socialista. México: Fondo de Cultura Económica, 1974. Tomo ii: Marxismo y anarquismo (1850-1890), cap. 8, pp. 168-202; y tomo iv: La Segunda Internacional (1889-1914), segunda parte, cap. 20, pp. 205-231).
46 Óscar William Calvo, asesinado el 20 de noviembre de 1985, perteneció a una generación de militantes y combatientes que emergió al comenzar los años ochenta, más versada en el campo político que en el de batalla, y que llamó a abrir el debate frente a las posiciones intransigentes en el epl. Como en otras guerrillas (las farc, por ejemplo), los principales dirigentes políticos provenían de la ciudad, mientras que los jefes de talla en el aparato armado pertenecían al medio rural.
47 Intervención de Óscar Calvo en Montería, Córdoba, en octubre de 1985 (en Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños: Una historia del epl. Bogotá: Fondo Editorial para la Paz y Fundación Cultura Democrática, 1994, p. 177).
48 Ibid., p. 179.
49 Ibid., pp. 176-177.
50 Ver nota n.º 20 de este capítulo.
51 Francisco Caraballo, citado en Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., p. 216.
52 Archila Neira, Mauricio. Idas y venidas, vueltas y revueltas. Protestas sociales en Colombia 1958-1990. Bogotá: icanh y Cinep, 2005, p. 155. Archila establece que 1975 registró el pico más alto de movilizaciones, mientras que para Álvaro Villarraga fue 1988, ya que tuvieron lugar entre otras una huelga general de quince días de las bananeras de Urabá, así como la acción del epl en Turbo, a la que se opuso las farc, y que llevó a la retirada momentánea del ejército (entrevista a Álvaro Villarraga, exdirigente del epl, Fundación Progresar, el 7 de febrero del 2008, Bogotá).
53 Pardo Rueda, Rafael. De primera mano…, op. cit., p. 107.
54 Comenzando los años ochenta, el epl creó la Unión Democrática Revolucionaria (udr), movimiento que le permitió contar con nuevos cuadros y que fue la pasarela al escenario nacional de Óscar William Calvo, su coordinador. Pero el pcc-ml desistió rápidamente del proyecto considerándolo en contra de sus luchas, como promover la abstención (ver Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., pp. 158-159).
55 Ibid., p. 221.
56 Está pendiente un trabajo que trate del lazo familiar en las jerarquías de los grupos armados. En las guerrillas, con los hermanos Calvo Ocampo, en el epl; los hermanos Vásquez Castaño, en el eln; los hermanos Pizarro Leongómez (Carlos y Hernando), en el m-19 y el Frente Ricardo Franco; los hermanos Briceño, en las farc. En el paramilitarismo, con los Castaño, los “mellizos” Mejía Múnera. Y claramente en los carteles, tal las mafias italianas, con los Escobar, los Rodríguez Orejuela, los Ochoa o los Galeano.
57 Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., p. 287.
58 Ibid., p. 288.
59 A propósito de la utilidad o la finalidad de las huelgas y el cese al fuego, retomar la reflexión de Daniel Pécaut relativa a la nota n.º 13 de este capítulo. Por su parte, Villarraga y Plazas interpretaron que el Gobierno se sirvió de la tregua militar para atrasar la negociación política (ver Para reconstruir los sueños…, op. cit., pp. 280-281).
60 El epl cuestionó el trabajo del consejero presidencial para los Derechos Humanos Álvaro Tirado Mejía, a quien estimaron negligente a la realidad de los hechos que ese grupo denunciaba (ver Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., p. 282). Lo que más suspicacia generó es que el historiador fue dirigente del pcc-ml años atrás, y el epl lo veía ahora como un traidor.
61 Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., p. 289.
62 Según Eduardo Pizarro, el club de los expresidentes “constituía uno de los ejes centrales en la organización de partido”, influencia que se perdió tras la Constitución (ver Pizarro Leongómez, Eduardo. La atomización partidista en Colombia: el fenómeno de las microempresas electorales. En Francisco Gutiérrez (comp.), Degradación o cambio. Evolución del sistema político colombiano (pp. 357-401). Bogotá: Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales y Norma, 2002). Sin embargo, los hechos muestran su permanencia, aunque cierto que menor; a los expresidentes se les ve aconsejando o respaldando un Gobierno, incluso en temas a los que no hubieran cedido en sus mandatos. Sin olvidar las conferencias que dictan, sus llamados al orden o el papel de medidores cuando sus partidos se dividen.
63 Mauricio García Durán (De La Uribe a Tlaxcala: procesos de paz, 1992), citado en Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., p. 263.
64 Caraballo se alejó del epl y junto con un grupo de combatientes buscó protección de las farc. En 1994 fue capturado y juzgado por el secuestro y asesinato del exministro de Obras Públicas Argelino Durán. En el 2008 recobró su libertad, ya que su pena, inicialmente a veintinueve años, fue reducida a catorce años por buena conducta y por haber cumplido parte de su condena. Se presume que una fracción del epl con cerca de cien combatientes actuó bajo su mando en Risaralda hasta el 2010.