Pensamiento educativo en la universidad. Fabiola Cabra Torres

Pensamiento educativo en la universidad - Fabiola Cabra Torres


Скачать книгу
reciben homenaje en esta publicación son reconocidos por la comunidad universitaria por su contribución a la formación de diversas generaciones de estudiantes javerianos en las distintas disciplinas del conocimiento, así como por su aporte a la universidad y al país. Dan así testimonio de un fuerte compromiso con la comunidad académica, y no solo con la labor exclusiva en el aula, pues han trabajado en iniciativas curriculares de gran envergadura y han consagrado una buena parte de su vida a la enseñanza universitaria. Ellos son: el padre Alfonso Quintana Cárdenas, S. J., in memoriam; Augusto Montenegro González, in memoriam; el padre Rodolfo Eduardo de Roux Guerrero, S. J.; Francisco Sierra Gutiérrez; Jesús Martín-Barbero; Graciela Aldana de Conde; Ana Cielo Quiñones Aguilar; Alfonso Solano de Francisco; Flor Edilma Osorio Pérez; y José Ignacio Acevedo Gordo.

      VIDA Y PENSAMIENTO EDUCATIVO DE PROFESORES UNIVERSITARIOS

      La figura del maestro universitario, su praxis reflexiva y situada, el aprendizaje experiencial y la enseñanza que construye país constituyen los temas centrales de este segundo volumen. A continuación, se presentan algunas de las reflexiones que inspiran el quehacer docente de los entrevistados, cuyos testimonios refieren a aspectos que consideramos fundamentales y significativos para avanzar en una reflexión sobre sus trayectorias, su dimensión humana y su valiosa e innegable contribución al proyecto y misión institucional de formación integral.

      SIGNIFICADO DE SER MAESTRO

      En la vida de todo ser humano, la presencia del maestro es fundamental en su experiencia formativa. Maestro es una palabra que felizmente refiere a aquellos que dejan huella. ¡Cómo olvidar al profesor que te enseñó a leer, que te despertó el amor por la poesía, por la literatura, por la ciencia, que cultivó nuestra curiosidad! Todo maestro tiene un don y una responsabilidad, siente que su oficio es un privilegio, y los maestros entrevistados nos lo recuerdan:

      Puedo afirmar que mi único deseo fue siempre ayudar a crecer intelectualmente a mis alumnos, y por eso asumí con una seriedad muy grande mi responsabilidad de profesor. (R. E. de Roux G., S. J.)

      Un muy grande privilegio y, a la vez, una responsabilidad enorme, pues formar comunicadores capaces de meter la vida de la gente en los medios ni era y ni es hoy fácil ni cómodo. (J. Martín-Barbero)

      Ser docente es acompañar el despliegue de los talentos, entendiendo que la principal obra es el relato que uno hace de sí mismo, de su identidad y, por lo tanto, es imperativo cuidar el impacto de nuestra palabra en ese relato, entendiendo que esa identidad se puede reescribir, hasta el último día. (G. Aldana de Conde).

      Más aún, ser maestro es siempre ser aprendiz. Como escribió Søren Kierkegaard: “Ser maestro, en el buen sentido de la palabra, significa ser aprendiz. La instrucción comienza cuando uno como profesor aprende del aprendiz, se pone en su lugar para poder comprender lo que él o ella comprende y la forma en que lo comprende”1. De ahí que se requiere comprender primero al estudiante, escucharlo y hacerle sentir que de él podemos aprender. En ese mismo sentido, los relatos de los maestros describen el significado de enseñar:

      Ha significado aprender, yo creo que yo no he sido profesor, porque profesor es el que profesa un conocimiento y yo me he dedicado a aprender y comprender la vida, comprender el sentido y el propósito. (A. Solano de Francisco)

      Es la posibilidad de construir y crear con otros, y yo soy lo que soy gracias al contacto que he tenido con los estudiantes, por lo que ellos me han enseñado. (A. C. Quiñones Aguilar)

      Ciertamente, la enseñanza pone al maestro en “una de las relaciones más retadoras, estimulantes, inspiradoras”, como se señala en uno de los relatos de los maestros entrevistados; es a la vez una vocación que se disfruta, con sus tensiones y desafíos, porque está impregnada de pasión:

      Más allá del conocimiento académico, como centro de la docencia, creo que esta labor permite constantemente un conocimiento de tipo personal frente a la tolerancia, al respeto por los otros, el reconocimiento, los criterios de verdad, el ejercicio del poder y la autoridad, el manejo de la soberbia, en fin, todas esas emociones y sentimientos que forman parte y acompañan la relación con los otros, en este caso los estudiantes y también nuestros colegas. (F. E. Osorio Pérez)

      Son muchas las satisfacciones que he tenido y que guardo con mucho amor. Espero haber podido transmitir a mis alumnos mi pasión por la tecnología del futuro y también mi pasión por los temas sociales y las comunidades de pocos recursos. (J. I. Acevedo Gordo)

      Al mismo tiempo, un maestro es un referente de identidad en el proceso formativo, quien, más allá de la transmisión de contenidos y de enseñar de una determinada manera de pensar, actuar o sentir, encuentra su propósito en la construcción de relaciones significativas que ponen en juego valores y, en particular, un tipo de conocimiento personal en la esfera sentimental que integra lo cognitivo con lo afectivo y con la creación de comunidades.

      Una tarea fundamental de la enseñanza es ayudar al ser humano a conocerse a sí mismo. Bernard Lonergan lo plantea mediante la estructura de la persona humana, una cosa hermosa. Diríamos: un punto final en donde la persona llega a su plenitud humana es el ámbito de los valores, unos valores destinados a dinamizar una manera de vivir, una manera de comunicarse y la creación de una comunidad, de una sociedad en cada generación. (R. E. de Roux G., S. J.)

      PRAXIS PEDAGÓGICA DEL MAESTRO UNIVERSITARIO

      El maestro universitario tiene un papel fundamental desde el punto de vista de la civilización y del cultivo de la humanidad: pone las bases de todo el desarrollo intelectual futuro y de la persona plenamente humana, y lo hace civilizadamente en compañía de los demás2. Su labor está ligada al pensamiento acerca de lo que somos, de lo que hacemos, de los otros, de la sociedad y del futuro. Esto se puede vislumbrar en algunos de los testimonios:

      Creo que estamos en un contexto poshumanista, no en el sentido de que sea antihumano, sino en un contexto en el que tenemos que reformular mucho más qué somos los seres humanos, y eso compete no solo a las personas comunes y corrientes de todos los días, y a la filosofía, a las artes o a la historia, sino que compete realmente a todas las carreras. […] Los seres humanos estamos viviendo una nueva época denominada la era del Antropoceno, porque lo que el ser humano ha hecho en la historia y con el medio ambiente está incidiendo directamente en él. Las grandes tecnologías que surgieron de las universidades, las grandes teorías económicas que surgieron de académicos y filósofos han sido implementadas en las sociedades y hoy están regresando muy transformadas a los ámbitos intelectuales para reorientarlos, para repensar lo que está pasando, y no nos damos suficiente cuenta del impacto. (F. Sierra Gutiérrez)

      Te puedo decir que si hay algo que esté en crisis, es lo que entendíamos por comunicación, […] realmente ha estallado la idea de comunicación, una idea que fue, en el fondo, cuasi humanista. Comunicarse es básico, es importante, porque la sociedad lo necesita. Sin embargo, ahora comunicación es Facebook, es el teléfono celular, y en realidad esto nos está cambiando, pero, ¿qué es lo que está cambiando?, me pregunto. (J. Martín-Barbero)

      Habría que decir también que la praxis pedagógica del maestro lleva implícito el compromiso de ser formadores en un momento histórico que está pidiendo a gritos comprensión del mundo, solidaridad y un sentido de esperanza que lleve a una acción reconstructiva encarnada en lo local y global.

      Los colombianos no somos conscientes de cuál es nuestra llamada como país, de todo lo que le podríamos enseñar al mundo si uniéramos esfuerzos, si potenciáramos la creatividad, tan dispersa por el egoísmo –cada uno en su isla o en su esquina–, si aprovecháramos la maravillosa biodiversidad natural y humana con que hemos sido bendecidos. El momento es para acercar mundos, para tejer relaciones, para hacer alianzas, para una polinización desde el amor que le pueda devolver la esperanza no solo a Colombia sino al mundo. (G. Aldana de Conde)

      Estos rasgos de la praxis pedagógica se relacionan también con la construcción de un currículo pertinente y situado en la realidad. Un currículo que se orienta a la reflexión sobre la práctica educativa y los procesos de formación en la universidad, pero sobre todo que se sitúa con una preocupación auténtica por la experiencia del estudiante, en su doble dimensión: tanto dentro


Скачать книгу