Tres para Estar Listos. Howard A. Eyrich
forma muy especial cuando Pablo más lo necesitó (2 Ti 4:21). Es una relación recíproca que la CBPM produce entre el pastor y la pareja.
d. CBPM habilita al consejero para reconocer problemas potenciales en la relación y tratarlos. Un pastor debe preocuparse por el bienestar de su rebaño. Entre otras cosas, esto involucra la tarea de protegerlos (Hch 20:28-30; 1 P 5:2). Las ovejas necesitan ser cuidadosamente guiadas para evitar las influencias que pudieran dañar su salud. Para que un pastor pueda llevar a cabo su deber adecuadamente, debe permanecer en estrecho contacto con sus ovejas. No hay otra forma de discernir los peligros que amenazan su bienestar. La consejería prematrimonial provee al pastor-consejero la oportunidad única de acercarse a sus ovejas y descubrir los factores que son potencialmente dañinos para uno de los futuros esposos. Esto se facilita gracias al contexto único dentro de la consejería en el que el pastor interactúa en profundidad con la pareja y puede observar a cada uno relacionándose con el otro. Un ejemplo de un problema que es potencialmente peligroso para las relaciones tiene que ver con las expectativas no realistas. Las parejas a menudo llegan a la consejería con ideas acerca de ellos, de sus futuros esposos o de la relación matrimonial, que no corresponden con la realidad. A menos que las personas estén conscientes de esto, tal perspectiva podría ser una fuente de tensión más adelante. Al recibir ayuda para comprender sus expectativas y clarificarlas a la luz de los principios de la Palabra de Dios, una pareja estará en una posición mucho mejor para disfrutar estabilidad matrimonial.
e. CBPM provee al pastor-consejero una oportunidad para establecer un programa de seguimiento centrado alrededor de la «verificación de bienestar». El pastoreo efectivo rara vez puede ser practicado usando la vía rápida. El producir y mantener un rebaño saludable es una responsabilidad que demanda el compromiso del pastor por un período extenso de tiempo. Al finalizar las sesiones de consejería prematrimonial, la pareja no está automáticamente graduada de la clase «felices para siempre». Aunque las sesiones les han ayudado a trabajar en algunos asuntos clave y a seleccionar las prioridades bíblicas, necesitarán continuar practicando lo que han aprendido. Esto podría involucrar un considerable esfuerzo y tiempo. Después de todo, eliminar viejos hábitos y aprender nuevos no ha sido jamás tarea fácil. Por esta razón, la pareja podría requerir de un impulso adicional, necesidad que este libro pretende atender al recomendar un programa de seguimiento. De forma general, hay cuatro visitas que deberían agendarse después de la boda: (1) después de 3 o 4 meses del nuevo matrimonio; (2) en el primer aniversario; (3) en el nacimiento del primer hijo; y (4) en el aniversario número cinco. Es en estos importantes puntos de la vida que la gente experimenta estrés. Al estar presente, el pastor-consejero podrá revisar la relación e impulsar a la pareja para que crezca en Cristo.
3. Ventajas para la iglesia. La CBPM ofrece varias e importantes ventajas que pueden fortalecer grandemente la iglesia local.
a. CBPM contribuye a la salud de la vida de la iglesia al ayudar a las parejas a comenzar bien. Las desavenencias matrimoniales dentro de la iglesia local pueden ser una gran carga para sus miembros. Es una verdad básica de la Biblia que cuando un cristiano del cuerpo sufre, todos los creyentes son afectados (1 Co 12:26). El conflicto entre los casados, por ejemplo, causa heridas en las relaciones inmediatas. No solo los hijos experimentan las repercusiones, también lo hacen los parientes y amigos de la iglesia, así como los obreros. También hay otro sentido en el que el cuerpo en general es afectado, un rompimiento matrimonial apunta a la inhabilidad del cuerpo para lograr la restauración (salud). Tal «testimonio» podría servir como un inhibidor de la vitalidad de la iglesia. La CBPM, por su parte, contribuye significativamente para mantener o restaurar la salud de la iglesia local al ayudar a las parejas a ubicarse en la ruta hacia un matrimonio que honre a Dios. Esto se logra a través de una instrucción bíblica personalizada, así como por medio de la guía hacia una efectiva aplicación. Cuando una pareja atraviesa este proceso, la probabilidad de que eviten las caídas que los lleven a una ruptura final disminuye notoriamente, y esto contribuye de forma positiva con la salud del cuerpo.
b. Familias funcionales, impulsadas desde el principio por la CBPM, son una gran reserva de líderes laicos para la iglesia. Muchas iglesias hallan difícil reclutar suficientes voluntarios de su membresía para lograr que la iglesia siga funcionando. Una de las razones, al parecer, es la considerable cantidad de miembros envueltos en luchas contra sus conflictos emocionales y espirituales. Es reconocido a nivel general que cuando alguien está cargado de problemas, la motivación por alcanzar a otros disminuye (Pr 12:25a). Dicho de otra forma, la preocupación por uno mismo va en detrimento del servicio. Muchos de los que luchan en este sentido están involucrados en tensiones matrimoniales o vienen de familias en conflicto. La CBPM puede ser una clave para ayudar a cambiar esta situación por su rol de fortalecer las relaciones dentro del hogar. Como ya se ha aclarado en los puntos anteriores, la CBPM produce matrimonios saludables. Hablando bíblicamente, saludable significa, entre otras cosas, «centrado en otros» (1 Co 10:24; Fil 2:4). Los matrimonios saludables o centrados en otros tienden a engendrar familias saludables. Y los miembros de la familia con tal «enfoque hacia otros» serán una excelente fuente de obreros voluntarios que posibiliten que la iglesia cumpla su llamado.
c. CBPM contribuye a la estabilidad financiera de la iglesia. Dado que la consejería prematrimonial ayuda a la pareja con los temas que complican su relación, no es de sorprender que sus matrimonios sean, usualmente, marcados por un equilibrio mayor al promedio. Esto tiende a trasladarse a una serie de compromisos cumplidos. Uno de estos compromisos es el sostén financiero para la iglesia. Las parejas que han pasado por la CBPM pueden, por regla, ser contadas como aquellas que colaboran con el sostenimiento económico de la congregación. Esto se debe, sobre todo, a que se les ha enseñado los principios bíblicos del manejo del dinero en el transcurso de las sesiones. En segundo lugar, es el resultado de que los compañeros han aprendido los hábitos relacionales que agradan a Dios y engendran armonía en el hogar. Y la inexistencia de estrés y conflictos significa que los esposos tendrán mucho menos que gastar en medicinas, consejeros, drogas, alcohol, etc. El resultado neto será mayor ingreso disponible para ser invertido en la obra del Señor.
d. CBPM inicia un proceso en el que las parejas crecen para convertirse en modelos para otras parejas. Como se discutió en el punto 1, la CBPM permite a las personas apreciar los modelos correctos de roles dentro del matrimonio. La oportunidad para interactuar con esposos que lo «están haciendo bien» es una ayuda invaluable para las parejas involucradas. Por esta razón, las iglesias están advertidas de la necesidad de desarrollar un grupo de individuos que puedan funcionar como modeladores de roles para los futuros esposos. Aunque inicialmente no sea sencillo enlistar las parejas suficientes y que comprendan la naturaleza vital de este énfasis, si la iglesia practica esto consistentemente, este problema será resuelto con el tiempo. La razón es evidente: cuando las parejas reciben ayuda para solidificar su relación al asociarse con modelos significativos para sus roles, llegan a comprender, de primera mano, la importancia de tal interacción. Consecuentemente, muchos estarán deseosos de servir en esta misma capacidad, trasladando a otros lo que ellos mismos recibieron. Pocas cosas son de tanta bendición y fortalecimiento para los fundamentos espirituales y sociales de la iglesia como un grupo de parejas que modelan para otros un matrimonio que honra a Dios.
e. CBPM ayuda a producir matrimonios enfocados en la iglesia. En Mateo 16:18, Cristo promete: «… edificaré mi iglesia». Estas palabras definen la agenda divina para el día de hoy: el establecimiento y desarrollo de congregaciones bíblicas «hasta los confines de la tierra» (Hch1:8). Por seguro, aquello que tuvo tanta prioridad para nuestro Señor Jesucristo debería también tener el primer lugar en nosotros como sus seguidores. Esto implica que los creyentes deberían destacarse por un estilo de vida claramente orientado hacia la iglesia, uno en el que la iglesia local sea objeto de atención y compromiso. La CBPM implementa este enfoque. Ayuda a las parejas a desarrollar un matrimonio sólido y les enseña que la iglesia ofrece asistencia genuina y práctica. En realidad, los dones del Espíritu combinados con una Escritura suficiente proveen a la congregación local de todos los recursos necesarios para atender cada eventualidad en la vida de sus miembros. Tristemente, cuando los creyentes no tienen esta perspectiva y, en su dolor, buscan ayuda en otros lugares fuera de la iglesia, están afirmando de manera implícita