Correr con el alma es posible. Ramón Abdala
del mundo, el amor no es ser bueno, sino ver lo bueno en todo. Vivir en el ser es servir al amor.
La felicidad es la conquista de un viaje interior y se encuentra cuando no se busca. La felicidad es simple, lo difícil es ser simple.
La armonía es equilibrio, es percibir la eternidad del presente dejando atrás las oscilaciones egocéntricas entre la ansiedad del futuro y las angustias del pasado. Armonía se logra viviendo el aquí y ahora sin temor, en paz. La energía interior vital, que es invisible, fluye y sale a la superficie si se logra armonía, y entonces simplemente aparece la felicidad.
El tesoro está al alcance de la mano, dentro de cada uno.
Alimentación consciente.
Decidí empezar en el camino del naturismo, no por enfermedad ni otros problemas, fue una decisión personal. Me sentía muy bien físicamente, pero quería estar mejor, con más energía, más vitalidad, ligero, limpio de mente y mantenerme sano. Porque comprendí que sin alimentos sanos no existe salud posible. Cuando hay salud y paz interior, se manifiesta el talento.
Este cambio de alimentación me significó el comienzo de una nueva vida, más rica y plena, con más salud y energía. Me permitió alcanzar rendimientos máximos en el deporte hasta la más avanzada edad. Sentí alegría de vivir.
A mi entender, se trata de estar atento a lo que se come. Se llama alimentación consciente. El cuerpo dice, pide, dictamina lo que se debe comer. La mente dice lo que quiere comer y ahí radica la diferencia: si haces caso al cuerpo o a la mente. El cuerpo dice cuánto, cuándo. Si tienes hambre o no. Y cuando algo cae indigesto o el cuerpo se siente mal, no se trata de tomar digestivos, se trata de escuchar: el cuerpo rechaza aquello que no debe ingerirse. Entonces hay que escucharlo. En cambio, la mente continuamente quiere, quiere y quiere. Pide todo lo que no se debe comer: salado, dulce, graso y en cantidad. Entonces viene la obesidad y sus consecuentes enfermedades. La mente tiene dependencias, apegos, condicionamientos y es adictiva. A cada rato está pidiendo comida, ropa, cosas. El único freno a la mente es la conciencia. Si la persona no es consciente de lo que debe, la mente maneja y a través de ella, intereses que solo quieren lucrar con la salud. La propaganda y los comerciales de todo tipo han estudiado muy bien cómo manejar la mente, y lo hacen todo el tiempo. Es el efecto del marketing. Llenan a las personas de necesidades superfluas e innecesarias a través del mensaje subliminal. Así tenemos una sociedad enferma y una economía próspera . Para alimentarse en forma saludable, cada uno busca en forma instintiva, lo que el cuerpo necesita y la naturaleza lo brinda. Pero es necesario tener una conciencia muy clara sobre esto.
El otro aspecto importante es evitar el ambiente hostil porque entonces seguro que la comida caerá mal. Sin televisión ni noticias tóxicas, sin celulares a la mesa, sin discusiones. Los problemas deben tratarse fuera de la hora de la comida. Buscar temas amigables, tranquilos y en armonías. Sin sonidos altos ni molestos. Sin apuro. Poca cantidad, es sano levantarse de la mesa con algo de hambre. No es bueno nunca el exceso de comida. Es recomendable un buen desayuno, una comida abundante al mediodía, y cenar muy poco. No es bueno ir a la cama con el estómago lleno porque al dormir no se gastan energías y se acumulan transformándose en grasa. Es decir: desayunar como un príncipe, almorzar como un rey y cenar como un mendigo.
No es mi intención darles recetas ni indicar a nadie qué debe o no comer. Solo quiero testimoniar que mi experiencia con el naturismo es que he llegado a los 70 años con excelente salud y con mucha energía y vitalidad, lo que me permite pensar en nuevos proyectos. No he padecido enfermedad alguna y no tomo ningún medicamento, salvo analgésicos o antiinflamatorios luego de largas carreras por esguince o torceduras.
Para resumir, es necesario ser conscientes de lo que comemos. Prestar mucha atención a la hora de elegir los alimentos procurando que sea comida sana, de altos valores nutritivos, energéticos, en lo posible orgánicos (sin químicos ni aditivos), frescos, de la temporada y propios del lugar. Por el contrario, evitar las comidas procesadas, aditivos minerales sintéticos, edulcorantes, transgénicos, densos en calorías y con exceso de azúcar o sal, así como las grasas. Todos ellos son nocivos para la salud. Las legumbres y cereales que consumo son integrales, sin refinar, pues este proceso le quita nutrientes que se encuentran en las cáscaras. Recomiendo no consumir harinas, arroz y azúcar, pan ni pastas. En mi alacena no hay productos envasados, procesados ni refinados.
Suelo hacer una relación útil para comprender: si tienes un auto de alta gama, pero le echas un combustible de mala calidad, éste no responderá en toda su potencia. Si tienes un buen auto, buscas el mejor combustible. Igual pasa con el organismo: si tienes muy buena salud, busca cuidarla y mantenerla con buen alimento, pueslas enfermedades son el resultado de transgredir las leyes naturales. Tener un organismo libre de toxinas nos proporciona una vida llena de salud y fuerza. Nos facilita los buenos resultados y una vida de alegría y actividad.
En mi diario vivir consumo frutas, verduras, legumbres, semillas, alimentos frescos. Laben que yo preparo con cultivo madre. Bebo tisanas, infusiones, mate, té. Todo natural y sin azúcar. Pan integral hecho con harinas de trigo, amaranto y una mezcla de semillas, dulces caseros. También, para darme energías, y sobre todo antes de entrenar consumo nueces, almendras, pasas de uvas, frutos secos porque tienen gran aporte de vitaminas y grasas saludables, así como minerales. Durante el entrenamiento bebo agua de los bebederos y evito las botellas de agua mineral, porque el plástico, a partir de los 40º contamina el agua, es necesario tener esta información. El agua de los bebederos es corriente, es decir, corre, no está estancada en una botella, y por lo tanto tiene más energía y más oxígeno, es más saludable… y es gratis. Jamás tomo energizantes ni bebidas gaseosas. Luego del entrenamiento, como una buena cantidad de frutas. Las frutas son una fuente inagotable de salud. Uso sal del Himalaya o sal marina para reponer las sales que el organismo ha perdido porque son ricas en sulfato de calcio, potasio, hierro y magnesio. También consumo miel, que es un azúcar natural que aporta hidratos de carbono y glucosa.
Yo preparo mi comida y lo hago con amor, con gusto de hacerlas. Eso le da una energía adicional por el cariño y la creatividad puesta en las manos. La comida casera es más saludable y además es mucho más económica, además del ahorro en medicinas. Tengamos en cuenta el siguiente principio: nuestro alimento proviene de una planta, no de una planta industrial. Tenemos que ser conscientes, insisto, y cuidadosos cuando escogemos los alimentos.
Optar por ser vegetariano naturista es una elección de vida sana, segura. Es tener soberanía sobre nuestros alimentos. No se trata de seguir una dieta o un régimen de comidas para adelgazar o para aliviar enfermedades. Es un estilo de vida, es un cambio de hábitos para mantenerse sano y lleno de energías. Es una valoración de la salud por sobre todas las cosas, una conciencia de valorar que todo lo que se pierde se puede recuperar, menos la salud, y sin salud, la vida es muy penosa.
Ser más que pertenecer
La vida es tan corta que solo tengo tiempo para vivirla intensamente, disfrutar y ser feliz. Esto pasó por mi mente cuando cumplí 50 años. Me prometí a mí mismo ser lo que mi persona es. Alimentar mi alma, enriquecer mi espíritu con esa fuerza interior que nada la detiene. Esta firme decisión me llevó a cambiar mi vida, no solo quiero que me recuerden como odontólogo, también quiero dejar algo más trascendente. Quise ser capaz de vencer límites que impone el medio en que vivimos, vencer los no, responder por el sí. El mundo deportivo, el de maratón específicamente se abrió ante mí.
Además del deporte, me llena de satisfacción pintar. Decidí entonces tomar cursos de dibujo y pintura para aprender técnicas que no sabía y el arte complementa mis necesidades espirituales. Pinto todas las semanas y mis cuadros son otro diploma de logros. Me pasó lo mismo que con el deporte, nunca había pintado, pero siempre llevaba en mí la inclinación a hacerlo. Pero empecé, y como todo en la vida, hay que empezar despacio para llegar lejos. Me permitió sentirme identificado con ese yo que siempre quise ser, creando, disfrutando lo que hago, seguir experimentando.
Luego tomé clases en la Facultad de Arte de la Universidad Nacional de Cuyo como alumno libre. A mí solo me interesa aprender. Fue toda una experiencia porque yo