Transformaciones. Ley, diversidad, sexuación. Mónica Torres
no aceptaron ese sistema de vida y quisieron imponer otro distinto”.
Jorge Rafael Videla al asumir la Presidencia,
30 de marzo de 1976
Con el golpe de Estado del 76, la persecución se intensifica llegando a su paroxismo. Pero no se trataba exclusivamente de homosexuales, sino que se hallaba enmarcada en un descarnado hostigamiento social y político en general. Si en las redadas policiales cotidianas en búsqueda de “subversivos” se encontraba alguien a quien se considerara homosexual, se lo detenía inexorablemente. Sebrelli relata que se impartían cursos especiales dentro de las fuerzas policiales donde se enseñaba cómo detener homosexuales, llegando incluso a explicarse cómo hacerse pasar por uno de ellos para planear un encuentro y tender una trampa. (31) Jóvenes de pelo largo y pantalones ajustados eran muchas veces policías encubiertos que en baños públicos o en cines atraían a otros hombres para luego detenerlos. Pero el accionar no se limitaba a los espacios públicos, también se allanaban casas particulares donde se celebraban reuniones. El trasfondo de la persecución era la moralidad, por lo que se impartían clases en la universidad sobre la indecencia de estas personas y su necesidad de detenerlas.
Carlos Jáuregui (32) relata que uno de los principales responsables de la Comisión Nacional sobre Desaparición Forzada de Personas le indicó extra oficialmente la existencia de por lo menos 400 homosexuales que integraban la lista de desaparecidos por esa causa exclusivamente, mencionando también que el trato por ellos recibidos fue similar al de los judíos detenidos desaparecidos; sádico y violento. Jáuregui cuenta también que el rabino Marshall Mayer le había dicho que esa omisión oficial por parte de la Conadep, se debía a las presiones del ala católica de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Lo cierto es que ni por el lado de las Madres, ni Abuelas de Plaza de Mayo, ni tampoco de la agrupación H.I.J.O.S. ni otros organismos de derechos humanos, se manifestó la sexualidad como causa específica de la desaparición de familiares. El informe “Nunca Más” elaborado por la Conadep no ha incluido el nombre de ninguna persona detenida, desaparecida o siquiera perseguida a causa de su orientación sexual.
Breves reflexiones
En primer lugar, por más disímiles que pudieron haber sido las distintas ideologías que recorrieron la historia nacional, prácticamente todas repudiaron y castigaron las sexualidades no hegemónicas, apelando a la ciencia o a la religión. Por otro lado, la misma operación de perseguir a homosexuales en espacios públicos, provocaba que estos tuvieran que refugiarse en zonas marginales de la ciudad (baños, tugurios, cines, etc.), las cuales eran luego significadas como zonas predilectas por los “invertidos” por su supuesta condición de rufianes, amorales o degenerados, cerrándose de este modo un círculo tautológico.
2. Resistencia
2.1. Frente de Liberación Homosexual
Desde siempre, “los sodomitas, los homosexuales, los invertidos y las tribadistas, sedimentaron espacios, trayectorias y prácticas de resistencia y vivencia a partir de lo artístico, de lo lúdico, lo corporal y lo cotidiano”. (33) Pero fue recién a mediados del siglo XX cuando comienzan a hacerse visibles ciertas experiencias de socialización entre personas de sexualidades disidentes en Latinoamérica, a pesar de que las agrupaciones aún no se posicionaban desde una política de visibilidad. Las manifestaciones que sucedieron en distintos lugares del mundo en la década del 60, sumadas a las que se produjeron en represalia de la redada policial que se produjo en el bar gay neoyorquino Stonewall Inn, generaron el terreno para que comenzaran a aparecer diferentes agrupaciones con tintes más políticos. Los movimientos más significativos posteriores al mítico día del Stonewall surgieron principalmente en los EE.UU, pero también en Sudamérica. Buenos Aires principalmente. “Nuestro mundo” surgido un año antes de los sucesos del Village es considerado el primer grupo constituido públicamente bajo una orientación homosexual en Sudamérica. (34) Se definió como sexopolítico, ya que contaba con una fuerte base obrera y sindical. Este grupo resultó ser el antecedente del que sería, a partir de 1971, el Frente de Liberación Homosexual (FLH), de orientación marxista, donde en sus filas se sumaban intelectuales de clase media. En los campos de exterminio nazis, cada prisionero llevaba un triángulo de distinto color, invertido y bordado en su ropa, para indicar el motivo de su encierro. Los homosexuales llevaban uno rosa. Ese fue el emblema que un grupo de jóvenes eligió para fundar el FLH. “Yo estuve entre los creadores del FLH y eso es algo que reivindico”, (35) dice Sebreli: “pero después empezó una desviación hacia el castrismo y, lo que es peor, hacia el peronismo de izquierda […] Primero tuve un problema con el periódico que sacábamos […] para el cual había escrito una nota sobre las UMAP […] y que no me publicaron. Al poco tiempo, el grupo que encabezaba Néstor Perlongher se hizo peronista. Algo inadmisible porque el peronismo era homofóbico, ¡los montoneros eran homofóbicos! […] Los propios montoneros llegaron a fusilar a dos compañeros homosexuales porque consideraban que los homosexuales eran ‘apretables´ […] ¡No podés defender los derechos humanos de los homosexuales y ser castrista y montonero! La Cuba castrista ha sido de los máximos enemigos de los homosexuales...” (36)
Las diferencias ideológicas dentro del grupo no fueron un obstáculo para que hubiera acuerdo sobre las estrategias a adoptar en la lucha contra la represión. Su modo de funcionamiento, similar al del feminismo, transitaba la discusión teórica, pero también la acción concreta. Luego de la aparición del periódico Homosexual, desde finales de 1973, el FLH editó la Revista Somos, repartida clandestinamente. Allí se publicaba información sobre enfermedades de transmisión sexual, persecución y asesinato de homosexuales, asesoramientos para evitar el acoso público, entre otros temas. Sin embargo, como consecuencia de las discusiones ideológicas internas del grupo, sumada a la necesidad de la búsqueda de una especificidad, el subgrupo lésbico que existía en la Revista Somos se separa formando el GALF. Cuando se acercaba el golpe de Estado de Videla, el FLH comenzó a funcionar desde la total clandestinidad, particularmente desde la aparición de la publicación de López Rega. El nuevo gobierno militar significó la disolución del FLH.
2.2. Se inicia el camino a los derechos:
Comunidad Homosexual Argentina
La aparición del VIH/SIDA dio un nuevo impulso a la creación de nuevos movimientos por la liberación homosexual. A mediados de los años 80 los homosexuales estaban en el centro de las miradas. La bibliografía y filmografía sobre la temática vinculada al VIH/SIDA aumentaba notoriamente a nivel mundial. En Argentina, luego de la dictadura, se organizaron varios grupos que formaron una coordinación para ocuparse de la cuestión homosexual en torno a las elecciones presidenciales de 1983. Sin embargo, el fin de la dictadura militar no significó la disolución de los aparatos represivos. Recordemos que los edictos policiales siguieron vigentes hasta bien entrada la década del noventa. En 1984 se fundó la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y seguidamente esta publicó en el diario Clarín una solicitada exigiendo la derogación de los edictos policiales. Entre 1984 y 1987, los derechos de los gays y lesbianas cobraron cierto protagonismo a través de Jáuregui, quien desde diversos medios de comunicación se pronunciaba sobre los mismos en relación a la violación de derechos humanos de la dictadura de años precedentes. Estos debates llevaron a que en 1986 la CHA pidiera la personería jurídica, la cual le fue negada. Este hecho generó que buscara apoyo en otras organizaciones mundiales que realizaban intervenciones en conferencias o actos políticos para pedir por este y otros reconocimientos. Esta militancia por la personería se extendió durante seis años, en varias ciudades del mundo. Finalmente, cuando el presidente Carlos Menem estaba dando una conferencia en la Universidad de Columbia, fue interrumpido por un estudiante que le criticó que pregonara la libertad en otros países mientras en el suyo se le prohibía el reconocimiento jurídico a la CHA y los homosexuales seguían siendo perseguidos. Menem, en pos de cuidar su imagen, le respondió rápidamente que ya había ordenado que se revirtiera el fallo. El 17 de mayo de 1992, la CHA se transformó en la primera organización argentina en obtener la personería jurídica, adhiriéndose también a la International Lesbians and Gays Association. En el año 1997, por primera vez en el país, se consideró válida legalmente la unión de dos homosexuales, cuando la Obra Social de los docentes extendió la cobertura médica a la pareja del presidente de la SIGLA, segunda organización argentina en obtener