Lo que callan las palabras. Manuel Alvar Ezquerra
lo comestible, lo que se ha comido y lo que se va a comer, o del nombre brotys, yos, comida], que todo viene a significar una misma cosa. Puede traer origen de la palabra alemana brot, que vale pan, por los mendrugos que echan en el caldo».
bogavante El nombre de este crustáceo poco tiene que ver con el bogavante, compuesto de bogar y avante, con que se nombraba al ‘primer remero de cada banco de la galera’, cuyo significado etimológico es ‘que rema hacia adelante’. Se trata de un cruce con esta voz a partir de lobagante, como también se le llama. El origen de este término se halla en el latín vulgar *LUCOPANTE, que parte del griego lykopántheros, compuesto de lýkos ‘lobo’ y pánther, eros ‘pantera, leopardo’, otro mamífero carnicero. Se aplicó el nombre al crustáceo por la apariencia feroz que le proporcionan sus grandes pinzas, así como por el color negruzco. Julio Casares en sus Cosas del lenguaje (págs. 15-25) proponía un origen paralelo a ese, a partir de un hipotético *lupicantharus, formado por LUPUS ‘lobo’ y CANTHARUS ‘escarabajo’ (el paso de la denominación del insecto a la del crustáceo también se produce con langosta; el escarabajo es igualmente negro, y algunas de sus especies tienen las mandíbulas ahorquilladas y ramosas, a las cuales recuerdan las pinzas del bogavante). De ese *LUCOPANTE, por metátesis, se pasaría a lobagante, la forma antigua en nuestra lengua, frente a bogavante, que es más moderna, siendo su primera aparición en la lexicografía española el diccionariodel P. Esteban de Terreros (t. I, 1786): «bogavante, llaman en Andalucía a una especie de langosta marina, bastante grande. En Galicia le llaman lubigante».
boloñesa La boloñesa o salsa boloñesa es, según la definición académica, ‘la que se hace con carne picada, tomate y especias, y se emplea especialmente como acompañamiento de la pasta’, parecida a un ragú, típica de la región de la ciudad italiana de Bolonia, de la que toma el nombre.
bomba El origen de la palabra bomba, independientemente de la acepción en que se emplee, se encuentra en el término latino BOMBUS, cuyo significado es ‘ruido’, según la etimología que facilita el diccionario de la Academia. Corominas y Pascual dicen que la nuestra es tan solo una palabra afín a la latina, similar a la griega bombos, en cualquier caso reiteración de la misma onomatopeya cuya base es bomb-, definida por Vicente García de Diego como ‘onomatopeya de un ruido retumbante y de un zumbido’. El sentido de ‘máquina o artefacto para elevar el agua u otro líquido y darle impulso en una dirección determinada’, que también tiene la forma pompa, está igualmente relacionado con el de ‘ruido’, por el que hace cuando comienza a elevar los líquidos. Es el sentido más antiguo en la lengua, ya que la llegada de los explosivos fue posterior. Sebastián de Covarrubias (1611) decía: «bomba, instrumento para sacar agua que suba de lo hondo para arriba. Díjose del verbo griego bombeo, resono, por el sonido que hace. Con esta invención sacan el agua de los pozos hondos, haciéndola subir por una cerbatana con ciertas bolas engarzadas una con otra, y con la misma desaguan los navíos. Dar a la bomba, por metáfora, trocar la comida».
bombilla La bombilla con la que nos alumbramos debe su nombre a una comparación con la forma esférica que tenían las bombas lanzadas por la artillería o de los antiguos artefactos explosivos, por más que las bombillas modernas no sean necesariamente esféricas, como tampoco lo son las explosivas.
bombo Tiene el mismo origen que bomba (véase este artículo), cuando nombramos el instrumento músico, mayor que el tambor, por su sonido fuerte y grave, y si nos referimos al bombo empleado los sorteos estamos reteniendo la idea de ‘esférico’. La explicación del uso metafórico se ve claramente en la definición académica ‘elogio exagerado y ruidoso con que se ensalza a una persona o se anuncia o publica algo’.
bombón El nombre de la pequeña pieza de chocolate tiene su origen en el francés bonbon, reiteración en el lenguaje infantil de bon ‘bueno’, con la que se denominan las golosinas, especialmente las azucaradas. En francés bonbon es el ‘caramelo’, mientras que nosotros hemos tomado la palabra para el bombón de chocolate, que no deja de ser dulce, por supuesto.
boñiga La boñiga es el ‘excremento del ganado vacuno’, o de cualquier otro animal semejante al del vacuno, de acuerdo con las dos acepciones del diccionario académico. Su origen no parece estar muy claro, pero Corominas y Pascual la ponen en relación con una base *bunnica, tal vez prerromana, seguramente relacionada con būnn- ‘bulto, protuberancia’, por la forma del excremento. Una de las variantes de esta raíz es *mūnn-, con la que hay que relacionar muñeca y moño. Una de las variantes de la palabra es moñiga, que no recoge el repertorio de la Academia, aunque se usa en amplias zonas de la lengua (la documenté en abundantes localidades en mi Tesoro léxico de las hablas andaluzas, y también la registré en mi Diccionario de madrileñismos). La voz boñiga es conocida desde antiguo en la lengua, y de ella escribió Sebastián de Covarrubias (1611): «boñiga, el estiércol del buey, de quien tomó nombre, cuasi bueíga. Son útiles las boñigas en medicina, y particularmente las del mes de mayo, que suelen destilarlas por alquitara y sacar cierta agua medicinal y olorosa. En las partes donde hay poca leña cuecen con ellas las ollas y como el fuego es suave, las hacen sabrosas».
boquerón El nombre de este pez, parecido a la sardina, pero menor, se debe a la boca tan grande que tiene en proporción con el tamaño de su cabeza, aunque habitualmente no se nos venga a la imaginación esa motivación por la forma.
borde De la forma borde encontramos dos artículos en el diccionario académico. La primera de ellas es la referente al ‘extremo u orilla de algo’, que procede del francés bord, a su vez del franco bord ‘lado de la nave’, pasando luego al sentido general, aunque en español sigue conservando el valor de ‘costado de la nave’.
La otra entrada del DRAE es la que empleamos coloquialmente como ‘esquinado, impertinente, antipático’. Nos ha llegado a través del catalán bord ‘bastardo’, procedente del latín tardío BŬRDUS ‘mulo’. De designar en latín al animal concebido del apareamiento de dos de distinta especie, en contra de lo que se tiene como natural o normal, surgió el sentido que registra el diccionario de la Academia en la primera acepción: ‘dicho de un hijo o de una hija: nacido fuera de matrimonio’. Lo engendrado fuera de los cauces habituales está en el origen de otro de los sentidos de la palabra, ‘dicho de una planta: no injertada ni cultivada’. ¿Y cómo pudo pasarse de todo esto a nombrar al esquinado, impertinente, antipático? Seguramente se debió al carácter arisco que se atribuye a los hijos ilegítimos al no verse reconocidos, y frustradas sus aspiraciones. Sebastián de Covarrubias (1611) intentó explicar el origen de esta última voz: «borde, significa algunas veces el hijo nacido de mujer no legítima, y aun más de la que ha tenido ruin fama por haber sido común a muchos. El nombre es francés, de bordeau, que nosotros llamamos burdel; vale lo que en latín lustrum, seu lupanar, pero su originaria etimología es del nombre latino burdo burdonis, por el animal hijo de caballo y del asna, que es el mulo [...]. Burdos llamaban los antiguos romanos a los cuartagos o hacas, cuasi falcas, que decían mulos curtos, y propiamente serían los machuelos [...]». Con este término está relacionado burdel (véase lo dicho en el artículo correspondiente a esta voz).
boreal La palabra boreal es un derivado del sustantivo bóreas ‘viento procedente del norte’, cuyo empleo ha quedado circunscrito al dominio literario. La voz bóreas procede de la latina BORĔAS, que a su vez parte del griego boreas ‘viento del norte’ o el ‘norte’ mismo. Aunque Sebastián de Covarrubias (1611) no dedicó una entrada a este término, la empleó en otros lugares de la obra, como en: «polos, latine poli, orum, son dos puntos inmovibles en el cielo, en los cuales, como en quicios, se vuelve todo el cielo, del verbo griego polein, vertere. De los dos, el austral es el que nunca a nosotros se nos descubre, y el boreal no es de perpetua aparición. Llamamos Estrella Polar la que está más cerca del polo».
bóreas Véase boreal.
borrego El borrego es el ‘cordero de uno a dos años’, tal y como lo define el diccionario académico. Su nombre es un derivado de la palabra borra, la ‘parte más grosera o corta de la lana’, procedente del latín tardío BǓRRA, que significaba lo mismo. El borrego fue llamado así por la borra que lo recubría. Sebastián de Covarrubias (1611) ya lo explicó: «borrego, el cordero de sobre año, con el pelo tan corto que no se saca bien del vellón sino es lana muy corta como borra. Al que es manso