Lo que callan las palabras. Manuel Alvar Ezquerra
bable El diccionario de la Academia define bable como el ‘dialecto de los asturianos’, y en la etimología dice que es voz onomatopéyica. Pero onomatopeya ¿de qué? Si acudimos a la opinión de Corominas y Pascual encontramos la explicación: «onomatopeya para indicar el habla confusa y balbuciente de las personas de lenguaje imperfecto», con la que se quiere remedar el movimiento de los labios de quien habla de una manera torpe o incomprensible. Sería, pues, una denominación despectiva de quienes no entendían ese modo de hablar, para ellos balbuciente y poco comprensible, algo rudo.
bacilo Es un tecnicismo de la biología para designar la ‘bacteria en forma de bastoncillo o filamento más o menos largo, recto o encorvado según las especies’, según la definición que figura en el diccionario de la Academia. Es precisamente su forma la que le dio el nombre, pues se formó a partir del latín BACILLUM, que significa ‘bastón o báculo pequeño’. Véase también el artículo bacteria.
bacteria Es un tecnicismo de la biología para designar al ‘microorganismo unicelular sin núcleo diferenciado, algunas de cuyas especies descomponen la materia orgánica, mientras que otras producen enfermedades’, tal como lo define el diccionario académico. Su nombre procede del griego baktería, que significa ‘báculo, bastón’, por la forma que tienen algunas de ellas. Véase también el artículo bacilo.
bailar Pese a las diferentes acepciones que tiene la voz bailar todos conocemos lo que significa el verbo, e interpretamos sin dificultad las acepciones que se derivan de la de ‘ejecutar movimientos acompasados con el cuerpo, brazos y pies’ como figura en primer lugar en el diccionario académico. La forma española bailar es una alteración del provenzal balar, seguramente por cruce con bailar en el sentido antiguo en nuestra lengua de ‘mecer, mover la cuna’ (que está en relación con el provenzal baila ‘ama’); balar procede del latín BAIULARE ‘llevar a cuestas, cargar’, que se originaría en el latín tardío BALLARE ‘bailar’. El sentido de ‘danzar’ aparece registrado en los primeros repertorios léxicos que tenemos. Sebastián de Covarrubias (1611) puso: «bailar, lo que en latín llamamos tripudiare, saltare, a verbo graeco ballizo, tripudio. Es frecuentativo de ballo, iacio, vibro, porque los que bailan se arrojan en alto con las cabriolas y se tuercen a un lado y a otro en las mudanzas. Algunos quieren sea hebreo […]».
bala La palabra bala aparece en el diccionario académico con el valor general de ‘proyectil de forma esférica o cilíndrico-ojival, generalmente de plomo o hierro’, y el específico del comercio de ‘fardo apretado de mercancías, y en especial de los que se transportan embarcados’, entre otros. En cualquier caso, nuestra voz procede del francés balle ‘pelota’, a través del catalán, cuyo origen es el fráncico *balla, también ‘pelota’. Así pues, los proyectiles tienen el nombre de bala porque originariamente eran esféricos, por más que con el transcurso de los siglos su forma haya cambiado. Igualmente, los fardos poseían esa forma esférica, más o menos regular. El término es antiguo en la lengua, y Sebastián de Covarrubias (1611) dijo: «bala, la pelota con que se cargan las piezas de artillería y los arcabuces. Del verbo griego ballo, iaceo, iaculor, por arrojarse con furia y violencia. En lengua italiana algunas veces significa bala el fardel de ropa muy apretada, de papel o libros, del mismo verbo, por la fuerza con que está puesto y arrojado uno a otro. Embalar, hacer estas balas».
balada Los aficionados a la música saben que una balada es una ‘canción de ritmo lento y de carácter popular, cuyo asunto es generalmente amoroso’, si seguimos el diccionario de la Academia, en el cual aparecen otras dos acepciones más, la segunda ‘composición poética provenzal dividida en estrofas de varia rima que terminan en un mismo verso a manera de estribillo’, y la tercera ‘composición poética de origen nórdico, en la que se narran con sencillez y melancolía sucesos legendarios o tradicionales’, que sirven para entender el significado de la palabra, al menos en su desarrollo histórico. Procede del provenzal balada ‘baile’, ‘poema que se baila’, derivado de balar ‘bailar’ (véase lo dicho en el artículo bailar).
baladí El adjetivo baladí significa ‘de poca importancia’, siendo la única acepción de uso general en la lengua, pues la otra que consigna el diccionario académico, ‘propio de la tierra o del país’, es calificada como anticuada. La voz procede del árabe hispánico baladí, que en el clásico es baladī, con el valor que la Academia marca como anticuado, derivado de bálad ‘tierra, provincia’. Quiere esto decir que de aplicarse a lo de la tierra, lo más cercano, pasó a designar a las cosas de poca importancia, intrascendentes, por el poco aprecio o estimación que se confiere a lo que tenemos más próximo. Así, Sebastián de Covarrubias (1611) escribió: «baladí, la cosa que está hecha a menos costa y de poca dura y provecho. Algunos quieren se haya dicho cuasi baldrí, de baldrés, cuero flojo y de poca dura. Otros de baldrana o badana, que casi es de la misma calidad. Y, según esto, será tomada la similitud del calzado de este ruin cuero, y extendiose a significar cualquier otra cosa en su género falsa, de poco valor y de poca dura. Algunos quieren decir es nombre arábigo, corrompido de beledi, que significa lo mismo. El padre Guadix dice que este nombre beledi vale tanto como ciudadano en arábigo, y los moros aldeanos le usurpan por toda cosa falsa y engañosa, porque yendo a comprar algo a la ciudad, como de ordinario son gente simple, los engañan, dándoles las cosas falsificadas».
balanza Una balanza es un ‘aparato que sirve para pesar’, según define la voz el diccionario de nuestra Academia. Procede de la forma del latín vulgar *BILANCIA, que en el clásico era BILANX, BILANCIS, compuesto de BI ‘dos’ y LANX, LANCIS ‘plato, platillo’. Esto es, se trataba de un instrumento para pesar que tenía dos platillos, en uno de los cuales se ponía aquello que se iba a pesar y en el otro las pesas. Cada uno de esos platillos pendía de un brazo, entre los cuales se encontraba un fiel que señalaba la exactitud del peso. Con el tiempo, la forma de la balanza ha ido cambiando, siendo su característica la de poseer los dos platillos, pues hay instrumentos que cumplen la misma función aunque de distinta manera, por lo que reciben otras denominaciones, como la de romana (con dos brazos muy desiguales, en el más corto de los cuales se cuelga lo que se va a pesar, y en el otro la pesa), báscula (con una plataforma o plato donde se pone lo que se va a pesar y un mecanismo con un muelle que señala el peso o con un contrapeso) o el general peso. Sebastián de Covarrubias (1611) explicó en qué consistía el instrumento: «balanza, este nombre está compuesto de bis, que vale en lengua latina adverbialmente ‘dos veces’, y lanx, lancis, el plato, y particularmente el que servía en los sacrificios. Y entre otras maneras de pesos tenemos una de dos platos distantes en fiel y en equilibrio: en el uno se echa lo que se ha de pesar y en el otro las pesas. Y por ser dos estos platos o lances, se dijeron bilances y balanzas, y porque no tienen constancia ni firmeza hasta igualar el peso de ambas, decimos andar uno en balanzas cuando está a peligro de descaecer de su estado, el cual no tiene firme ni seguro. Abalanzarse, arrojarse sin consideración a alguna cosa, como hacen las balanzas con desigual peso, subiendo la una y bajando la otra […]».
balbucear Véase balbucir.
balbuceo Véase balbucir.
balbucir Es ‘hablar o leer con pronunciación dificultosa, tarda y vacilante, trastocando a veces las letras o las sílabas’, procedente de la palabra latina BALBUTIRE, que venía a significar lo mismo. Se trata de una voz onomatopéyica de la pronunciación vacilante. A partir de balbucir se ha formado balbucear y su derivado balbuceo.
baldaquín o baldaquino Es, de acuerdo con el diccionario académico, la ‘especie de dosel o palio hecho de tela de seda’. Se llama así porque era la denominación de esa tela, que procedía de Baldac, nombre que se daba a Bagdad durante la Edad Media. Fr. Diego de Guadix (1593) buscaba una explicación más compleja: «baldaquino llaman en Italia al palio con que hacen autoricida reverencia y cubren al santísimo sacramento, papas y reyes en las procesiones. Consta de bal, que en arábigo significa ‘con el’, y de daq, que significa ‘delgado’ o ‘subtil’, así que todo junto, valdaq, significa ‘con el delgado’ o ‘con el sutil’; hace este sentido con el cendal o con el tafetán. Debieron de llamarle así aquel palio porque es, o debería ser, de tela delgada y de poco peso, para que con facilidad y sin mucha pesadumbre se pudiese llevar sobre aquellas varas, y aconchándolo a la latina o a la italiana lo dicen en este diminutivo, baldaquino,