Padres Fieles. Stuart Scott

Padres Fieles - Stuart Scott


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¿Al enseñar la totalidad del evangelio a sus hijos, en qué debe confiar/mantener fijada la mente? ¿Qué no puede hacer usted?

      4. ¿Puede un padre cristiano usar Proverbios 22:6 o Josué 24:15 para declarar que Dios ha prometido salvar a niños? ¿Por qué o por qué no?

      5. ¿Quién es responsable por la santificación progresiva de sus hijos (transformación diaria a la imagen de Cristo)?

      6. ¿Cuáles son algunas de las maneras por las que usted y sus hijos podrían deleitarse diariamente en el Señor Jesucristo y en su evangelio?

      7. ¿Cuáles son algunas cosas claves que deben ser demostradas y enseñadas una vez su hijo haya hecho profesión de fe y de evidencia de cambio de corazón y rumbo en su vida?

      “Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.’ ” (Deut. 6:1–9)

      EL NIÑO RECIÉN

      NACIDO

      Hace veinticinco años Martha conoció a una señorita que estaba embarazada. Era su primero embarazo. Varias veces dialogaron en cuento a que si los niños nacen con una naturaleza pecaminosa. Pocos días después del nacimiento del bebé, la señorita llamó a Martha para decirle que su recién nacido era puro e inocente y que de ninguna manera era un pecador. Ellas hablaron de lo que la Biblia dice de la naturaleza pecaminosa pero para la joven madre no había claridad al respecto. Seis semanas más tarde la joven madre volvió a llamar a Martha y dijo, “¿Se acuerda de lo que dije de mi bebé; que no era pecador y que era inocente? ¡He cambiado de parecer!”

      Los bebes sí llegan al mundo siendo criaturas indefensas y muy dependientes. De allí resulta que por lo general dan la apariencia de ser inocentes. Sus cabezas son demasiado grandes para sus cuerpos y por lo tanto no pueden sostener en alto sus cabezas, ni sentarse hasta que sean mayores y más fuertes. Prácticamente lo único que son capaces de hacer es llorar, comer, y acurrucarse. Requieren un cuidado físico casi constante, especialmente si tienen cólicos.

      Es muy breve el tiempo que duran los niños en ese estado pequeño porque ocurre una transformación física sorprendente desde el nacimiento hasta los doce meses de edad. Consideremos algunas observaciones generales respecto a niños típicos.

      Peldaños en su Desarrollo

      Por lo general un recién nacido llora, mira a su alrededor e intenta enfocar sus ojos para ver su mundo. Cuando ha cumplido seis semanas de nacido sus ojos pueden enfocar bien, puede mirar a alguien y devolver una sonrisa. Cuando ha cumplido doce meses los niños pueden gatear, agarrarse de algo para levantarse, sentarse, hablar muy expresivamente, y tal vez, decir dos o tres palabras.

      Los recién nacidos tienen la tendencia natural de aferrarse al dedo de un adulto con sus pequeños dedos. A los doce meses puede recoger una pequeña migaja del piso y llevarla a su boca. ¡A los recién nacidos no les parece importar quién cuida de ellos, mientras que es muy obvio que a un niño de doce meses sí le importa! Los recién nacidos no pueden voltearse por si solos, por supuesto, pero un niño de doce meses por lo general, puede caminar sosteniéndose de algún mueble.

      Anna, la hija de Martha, pidió que su mamá estuviera con ella para ayudarle después del nacimiento de su hijo, Tommy. Desde luego, eso no sería ningún problema para Martha! Anna fue enfática en decir, “Quiero que vengas a cuidarme a mí y yo quiero cuidar a mi bebé.” Y eso exactamente fue lo que hizo, con algunos consejos de parte de la Abuela. Dos años más tarde, cuando nacieron las gemelas de Anna, ella recibía con brazos abiertos a quienes quisieran encargarse de cambiar el siguiente pañal.

      Así como actuó Anna es que toda madre inexperta tiene que superar la torpeza con que baña, viste y cambia los pañales de su recién nacido. Para cuando su bebé ha cumplido doce meses ya la mamá puede hacer estas tareas con facilidad y además el bebé pude ayudarle al extender un brazo o una pierna mientras es vestido o levantando la colita cuando le están cambiando el pañal.

      No sabemos qué es lo que piensan los recién nacidos pero sí sabemos lo que piensa un niño de doce meses por la forma en que responde a solicitudes sencillas, tal y como decirle, “no”. La mayoría pueden decir “oh-oh” cuando el plato de comida cae al piso desde su silla. Un niño de doce meses comienza a entender la utilidad de los objetos de tal manera que puede sostener su vaso para tomar de él, usar su cuchara para alimentarse, y sostener la bocina de un teléfono para escuchar la voz de su padre.

      La infancia es un periodo de tiempo durante el cual la mayoría de los padres tienen muchas preguntas. ¿Qué hacemos cuando…? ¿Es normal esto? ¿Cuándo dormirá sin despertar una sola vez durante la toda la noche? Un buen pediatra o aún una abuela con sentido común pueden responder estas preguntas, y otras. En lo que queda de este capítulo queremos dar atención a lo que Dios dice de estos preciosos bebes en su Palabra.

      La Perspectiva Bíblica del Recién Nacido

      Las Escrituras no nos dicen mucho acerca de los bebes. Lo que aprendemos proviene de los pasajes de las Escrituras que usan el bebé para ilustrar otro punto. Por ejemplo, en el libro de Lamentaciones se advierte al pueblo judío de un juicio que ha de venir sobre ellos por causa de su idolatría. Obviamente, los niños menores morirían primero en el juicio ya que son más vulnerables.

      “Mis ojos desfallecieron de lágrimas…cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad. Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfallecían como heridos en las calles de la ciudad, derramando sus almas en el regazo de sus madres.” (Lam. 2:11–12)

      Lo que enseña Lamentaciones 2 es la ira de Dios por causa de la idolatría de los judíos. El juicio catastrófico que resulta se presenta de manera vívida en la descripción del efecto que tendrá sobre los bebes debido a su vulnerabilidad.

      En Mateo 21:16 encontramos las primeras tres instancias del uso de bebes a manera de ejemplos.

      Y le dijeron: “¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?”

      En este pasaje tanto niños como ancianos adoran a Jesús durante su “entrada triunfal” a Jerusalén, pocos días antes de su crucifixión. Aunque los niños recién nacidos no podían expresarse en palabras, le rinden honra en virtud de que son creados por el Señor mismo y Dios tiene compasión de ellos (ver Col. 1:16 y Jonás 4:11).

      Otra ilustración e el Nuevo Testamento es el que el apóstol Pedro le escribió a los cristianos dispersados a través del Imperio Romano. Su propósito al escribir la carta fue ayudarlos a prepararse para la horrible persecución que no tardaría en comenzar y a la que estarían sometidos los cristianos bajo el reinado del Emperador Nerón. Pedro comenzó la carta infundiendo a los cristianos gran aliento por motivo de su salvación y luego les dijo, “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado” (1 Pedro 1:13). La manera en que ellos debían de “prepararse” era aprendiendo y obedeciendo,


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