Manual profesional del masaje. Jesús Vázquez Gallego
Fibras de contracción rápida (tipo II): de color oscuro, por poseer una mayor cantidad de mioglobina, se contraen con más velocidad y generan mucha potencia, alcanzan su máxima tensión en unos 50 ms. Pueden ser de tres tipos: a, b y c, según su capacidad anaeróbica y potencial oxidativo, es decir, su forma de producción de energía.
La mayoría de los músculos están compuestos como promedio por un 50% de fibras lentas, un 25% de fibras rápidas tipo a, un 23% de fibras rápidas tipo b y un 2% de fibras rápidas tipo c.
Inervación del sistema muscular
a. Inervación motriz
El músculo es alcanzado en uno o varios puntos por filetes nerviosos que constituyen un dispositivo motor y un dispositivo sensitivo.
Una vez en el interior del músculo estriado los filetes nerviosos no se reparten en redes, sino que existen zonas que son abundantes en nervios, mientras que otras los tienen en escaso número.
Cada fibra muscular está inervada por un solo nervio, que finaliza cerca de la mitad de aquélla. La célula motriz del asta anterior de la médula y el grupo de fibras musculares por ella inervada forma la unidad motriz. El número de fibras musculares por unidad motriz es inversamente proporcional a la precisión del movimiento del músculo en que se encuentra.
Las sinapsis o punto de unión neuromuscular entre el nervio motor y la fibra muscular se llama placa motriz.
En la placa motriz se liberan las sustancias neurotransmisoras, especialmente la acetilcolina, que, al entrar en contacto con la membrana de la fibra muscular, darán lugar a una serie de reacciones que provocan la contracción de la fibra muscular.
b. Inervación sensitiva
Para controlar la función muscular por medio de actividades reflejas, el músculo cuenta con dos tipos de receptores sensitivos o propioceptores:
• Husos neuromusculares. Se encuentran en el interior del músculo. Están constituidos por un pequeño grupo de fibras musculares especializadas (entre 4 y 20), una cápsula de tejido conjuntivo que las rodea y una fibra nerviosa sensitiva que atraviesa la cápsula y se enrolla en anillos o en espiral alrededor de las fibras musculares.
Estas terminaciones nerviosas sensitivas que envuelven a las fibras musculares transmiten la información a la médula espinal. Cuando una fibra muscular se elonga, se estira, la información llega a la médula, donde existe una conexión con las motoneuronas, que automáticamente provocarán una contracción muscular refleja que se opone al estiramiento para evitar que el músculo sufra daños estructurales. Éste es el “reflejo miotático directo de Sherrington”. Los husos musculares tienen un papel facilitador, al aumentar la resistencia del músculo al estiramiento.
• Órganos tendinosos de Golgi. Son receptores sensitivos, con forma de cápsula, que se encuentran en el interior de los tendones, cerca de las zonas de transición entre músculo y tendón. Estas estructuras son sensibles a los cambios de tensión en el complejo músculo-tendón, de tal manera que se estimulan siempre que varía la tensión a ese nivel, tanto al estirar un músculo como al contraerse. Estos receptores, teniendo en cuenta el tono muscular permanente, están en constante actividad, aunque no entran realmente en funcionamiento si no es ante un estiramiento importante.
Los órganos tendinosos de Golgi son de naturaleza inhibidora, llevan a cabo una función protectora. Cuando son estimulados inhiben la acción de los músculos agonistas y excitan los antagonistas. Este reflejo inhibidor, llamado “reflejo miotático inverso de Sherrintong”, interviene de manera decisiva en los estiramientos miofasciales, ya que es el responsable del período de relajación de los músculos estirados.
LOS TENDONES
Son formaciones de tejido conjuntivo por medio de las cuales la mayoría de los músculos se fijan al sistema óseo. Están constituidos por voluminosas fibras de colágeno, continuación de los endomisios y epimisios, que envuelven las fibras musculares. Estas fibras se agrupan en fascículos fibrosos primarios, secundarios y terciarios.
Estos fascículos están separados por tejido conjuntivo laxo que recibe distintas denominaciones, según donde se encuentre:
• Endotendón. Cuando rodea fascículos prima-rios.
• Peritendón. Cuando envuelve fascículos secundarios.
• Epitendón. Cuando constituye la envoltura más exterior de todo el tendón.
Los tendones son estructuras escasamente vascularizadas. Presentan un reducido número de vasos arteriales, venosos y linfáticos que discurren por los tabiques interfasciculares y que provienen de la unión musculotendinosa y osteotendinosa. La inervación de los tendones está constituida por los corpúsculos de Golgi de los que se habló anteriormente, y que son parte fundamental de la sensibilidad propioceptiva del cuerpo humano.
Actualmente se está modificando la concepción estática de tendón, encaminándose los estudios hacia una concepción más dinámica, con la que se da cada vez más importancia, en la patología tendinosa, a la replicación celular y a la capacidad de regeneración del tendón.
UNIÓN MUSCULOTENDINOSA Y OSTEOTENDINOSA
La zona de transición entre el músculo y el tendón se produce gracias a la transformación paulatina de las fibras de tejido conectivo del endomisio, perimisio y epimisio en fibras tendinosas.
La entesis, o unión osteotendinosa, es la superficie ósea donde se inserta un tendón (y también un ligamento, cápsula o fascia). Los tendones se fijan en el hueso a nivel del periostio (la capa más exterior del hueso) de dos formas:
1. Una inmediata, fibrosa, fusionándose con el tejido óseo, como ocurre en las inserciones metafisarias y diafisarias. Aquí existe una unión directa de las fibras de colágeno del tendón en el tejido óseo.
2. Y otra a través de una estructura fibrocartilaginosa cuando se insertan en las epífisis y apófisis. Esta estructura está formada por cuatro zonas: tejido tendinoso, tejido fibrocartilaginoso no calcificado, tejido cartilaginoso calcificado y tejido óseo.
Algunos tendones presentan expansiones fibrosas en su terminación como las de los músculos intrínsecos del ojo, o se transforman en estructuras fibrosas planas de forma progresiva.
Las inserciones se encuentran vascularizadas por ramas arteriales provenientes tanto de los tejidos peritendinosos como del periostio. Y reciben inervación sensitiva en la unión osteotendinosa.
LAS FASCIAS
Conjunto de membranas de tejido conjuntivo fibroso, elástico, compacto, muy rico en fibras de colágeno, que envuelven los músculos, todos los órganos del cuerpo y en general todas las estructuras anatómicas. Tienen una configuración similar a la de una tela de araña densamente tejida. No tienen origen ni inserción como los músculos. Se encuentran en todo el cuerpo y prestan apoyo y separación a todos los sistemas. No constituyen un sistema de coberturas separadas, sin que se interrelacionen unas con otras.
Las fascias aumentan la resistencia lateral durante la contracción muscular e impiden al músculo desplazarse, garantizando su forma y función, ya que están ancladas a los huesos. Los septos intermusculares (son fascias profundas) se hallan dispuestos en fascículos casi paralelos, con una orientación regular en el sentido de las solicitaciones mecánicas más acusadas, lo cual garantiza mayor flexibilidad y resistencia.
Permiten el libre movimiento de los músculos. Rellenan los espacios existentes entre los músculos y otros órganos. Ofrecen conductos para los nervios y los vasos sanguíneos y en ocasiones facilitan uniones a los músculos.
La fascia tiene una reducida vascularización. Está compuesta por un complejo de fibras de colágeno, dispuestas en capas y en forma de red.