Diseño creativo: manual de ideas. Juan Diego Ramos Betancur

Diseño creativo: manual de ideas - Juan Diego Ramos Betancur


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rel="nofollow" href="#ulink_52e02a86-e5de-512b-bd82-d3529ca57638">Si sabemos de dónde venimos, podemos anticipar hacia dónde vamos

p60

      Venus Quimbaya.

      Ilustración

      Hay quienes ante una tormenta o lluvia de ideas, prefieren usar un enorme paraguas con sus paradigmas, que les evite empaparse de creatividad e innovación.

      Los primeros humanos fueron escultores y pintores, además de cazadores y fabricantes de cuchillos de piedra afilados, de arcos con flechas y de lanzas con puntas de piedra. Estas notables evidencias dan muestra de los procesos cognitivos creativos, de la recursividad de su ingenio en la selección de materiales y herramientas, del manejo y del control de las tareas manuales para dar formas precisas, y la sofisticación de “nuestros” primeros pensamientos y comportamientos de diseño.

      Desde el punto de vista escultórico o tridimensional, tenemos las herramientas de piedra, por un lado, y figuras y estatuillas, por el otro. Desde los tiempos del Homo Erectus, se han encontrado vestigios y remanentes arqueológicos con estatuillas de figuras humanas (femeninas en la mayoría de los casos), llamadas las “Venus del paleolítico”, pues en su mayoría están datadas en el Paleolítico Superior (35.000 a 10.000 años a. de C.). Para hacerlas usaron marfil, huesos, astas de bueyes, madera, arcilla de terracota, entre otros materiales. Hay igualmente, grabados de animales como caballos, bueyes, etc.

      Las primeras evidencias que conocemos acerca de cómo fueron nuestras primeras experiencias de representación gráfica, como especie, las tenemos con la pintura rupestre, desde unos 39.000 hasta los 3.000 años. Es decir, son los dibujos y las pinturas rupestres realizadas sobre rocas de cavernas, grutas o acantilados, en lugares como las cuevas de Altamira en España, Aurignac y Lascaux en Francia, Tassili n’ajjer en el norte del Sahara africano, Cavernas en Indonesia, Australia, América, entre muchos más lugares.

      Estas extraordinarias imágenes fueron realizadas de varias maneras: con objetos duros y afilados, grabadas sobre la superficie, como un tipo de bajo relieve. En otras, usaron los diversos frutos y plantas que dejaban sus pigmentos firmemente fijados a la superficie. En las restantes, usaron hematites (sangre de animales), tierras de diversos colores y carbón vegetal.

      Si se observan con atención las innumerables representaciones de animales y figuras humanas, puede notarse que la forma más usual de este trabajo está realizada destacando la vista lateral del animal y, por supuesto, de las personas. Y en ocasiones, las vistas frontales o de ¾ de los propios cazadores. Es decir, intuitivamente escogieron un punto de vista que ofreciera una idea más clara y nítida de la figura misma: la vista lateral. Es la que ofrece más información relevante de la imagen y su significado. Además, se destaca el hecho de que muchas de ellas están en movimiento, evidenciando los eventos de cacería o detallando las características propias de cada especie, que era objeto del sustento del grupo: bueyes, bisontes, venados o ciervos, caballos, mamuts, etc.

      Proyecto: sabemos que la zona de confort es un gran lugar para estar, como dice Mihály Csikszentmihalyi en su libro Flow (Fluir). Pero intentemos algo: si eres arquitecto, diseña vestuario. Si eres artista, diseña joyería. Si eres ingeniero, diseña escenografías, y así, tratando de cambiar de oficio y actividad, realizando dibujos en libretas o cuadernos, ilustrarlos con color, demostrando que el diseño no tiene límites para una mente creativa.

       ¿Cuál zona de confort?

p64

      Silla de lava.

      Salone del Mobile.

      Milán

      El arte puede ser un gran trampolín, tanto para genios como para locos.

      Lo que existe realmente en el mundo es el creativo y lo creado. El individuo y aquello que crea. Son componentes concretos, sustancias. La creación, como proceso cognitivo, abstracto, es una idea mental. Habita el lenguaje. Aquello que se expresa en el mundo cultural, tangible, la cosa, es lo que resulta de la acción humana. La creatividad es abrirse a lo nuevo, a lo inédito, a lo imposible, en lugar de vivir en el temor a lo diferente, a la defensiva, habitar solo lo conocido y lo ya explorado. Es arriesgarse, es provocar, es adaptarse.

      El Rector de la Universidad EAFIT, Dr. Juan Luis Mejía Arango, ha dicho: la audacia debe ser un rasgo fundamental en una persona. Si hay audacia, allí hay un creativo, un emprendedor, una persona feliz. El audaz se enfrenta a la incertidumbre de vivir y no se asusta. Al contrario: está alerta, atento, curioso. La audacia permite lograr metas cuando uno mismo nunca se había probado sus propios límites. La audacia es ver qué hay del otro lado. Es romper un paradigma, dando un paso a la vez. Es pensar con otras fórmulas diferentes a como pensamos casi siempre, de manera rutinaria, aburrida o predeciblemente.

      La creatividad nos exige audacia. Pero al tiempo, nos crea paradojas. Vivimos en la “zona de confort” y nos piden salir de ella. Vivimos en la “Caja” y nos piden “salirnos de la caja”, “pensar fuera de la caja” (Out of the Box).

      ¿Cómo hacerlo si a veces estamos plenamente felices y sentimos un gran confort dentro de la caja? ¿Tenemos problemas con la caja? ¿Es la caja la vida misma?

      ¿De qué se compone la “zona de confort”? ¿Qué aspectos de la “zona de confort” representa algo que no es correcto o que sea correcto, o que sea mejor o peor, o que permita o no permita lograr algún propósito? ¿Tenemos que estar siempre buscando una nueva “zona de confort”, una nueva salida del “Out of the Box”? ¿Qué le falta a la “zona de confort” para que sea más creativa? ¿Por qué tenemos que estar entrando y saliendo de la caja? ¿No será posible encontrar un lugar amplio, agradable, tranquilo, saludable, bonito, lleno de todo aquello que deseamos y esté todo en su lugar?

       Proyecto:

       1. Vamos a hacer una lista de actividades cotidianas y a dibujar nuestra zona de confort. ¿Hay creatividad o no en la zona de confort? ¿Puede la “zona de confort”, en la que vivimos la mayor parte de nuestras vidas, ser creativa? ¿Cómo, dónde, cuándo, por o para qué, de qué manera?

      2. Vamos a pensar en la caja. Qué pensamos cuando estamos en la caja. Qué sentimos en la caja. Qué hacemos en la caja. Expliquemos bien. Ese es el día a día.

      3. Vamos a pensar fuera de la caja. Vamos a sentir fuera de la caja, vamos a actuar fuera de la caja. Expliquemos bien.

      4. ¿Qué conclusiones sacamos de todo esto? Reunirnos en parejas y hacer una presentación en un pliego de papel.

       Los mil y un días

p68

      Pocillo

      Me trepé a una flor, para divisar la ternura loca de tu amor fatal, Abrí tu ascensor para elevarme a la felicidad, No te volví a ver, mi estrella fugaz… Cómo duele llover y caminar cuando vos no estás.

      J.D.R.

      Un texto que nos sirve de inspiración para poner al lenguaje con acento creativo es el que se conoce en Occidente como Las mil y una noches. Este texto tiene un origen difuso. Unos mencionan a la India, otros a Persia. Lo que se sabe es que fue en el siglo IX cuando apareció un compilador llamado Abu Abdallah Muhammad, en un momento en el que las leyendas cobraban importancia. Él comenzó a dar cuerpo a todas ellas en un solo libro, quizá llamado anteriormente en los países árabes, como Mil Leyendas. Y se afirma, además, que la parte donde aparece Scheherezade y el rey de Persia Shariar, no estaba en los textos originales, sino


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