El islam y la cultura occidental. Lourdes Celina Vázquez Parada
en la ignorancia. Miran solo hacia atrás, a los tiempos de Mahoma, y se cierran a nuevas ideas y al progreso científico. El wahabismo de Arabia Saudita que hasta hace poco ni siquiera permitía a las mujeres manejar un auto, mantiene a la sociedad estancada y no quiere permitir nuevas ideas. Ve en la filosofía occidental una amenaza para la cosmovisión islámica. Podemos comparar la cultura musulmana con la cristiana medieval, que tampoco aceptaba los avances científicos, y cuya filosofía escolástica explicaba el mundo desde una perspectiva exclusivamente religiosa. Hasta el siglo xii, los árabes tenían grandes filósofos, como Averroes, que se nutrían de Aristóteles, pero los teólogos los consideraban enemigos de la fe y los desterraron del islam. Durante los siglos xvi, xvii y xviii en el mundo cristiano la ciencia moderna empezó a competir con la religión y se convirtió en su rival. Se trataba de conciliar razón y fe. En el mundo musulmán, donde antes la razón tenía fuerte presencia, como demuestran los descubrimientos científicos de los árabes, la razón y la ciencia tuvieron que ceder su lugar a la religión; y a partir del siglo xiii, se interesa más por la fe porque ya ha eliminado a la ciencia. Como Dios ya había dicho todo en el Corán, no debían agregarse nuevos conocimientos humanos. Lo mismo hizo la Iglesia romana cuando, defendiéndose contra la ciencia y los nuevos conocimientos, quemó a Giordano Bruno en la hoguera y obligó a Galileo a retractarse porque sus descubrimientos científicos cuestionaban su cosmovisión medieval.
Finalmente, en el mundo occidental se impuso la razón, la cual desapareció del mundo islámico hace ocho siglos. De manera que conceptos como desarrollo y progreso le son ajenos a los salafistas y wahabitas, para quienes la sociedad ideal no está en el futuro, sino en el pasado, en el siglo vii, el de Mahoma. La violencia de esa época en la cual la fe se impuso con las armas, se reproduce hoy en las actividades terroristas del Estado Islámico y los atentados en diferentes puntos del mundo occidental.
Un tema importante de las entrevistas con Adonis es la represión a la mujer en el islam. Tenemos poca información sobre la sociedad árabe anterior a Mahoma. Las obras sobre historia y cultura suelen afirmar que la grandeza de la cultura árabe empieza con el islam, y que en la época anterior vivían en la barbarie; pero la lengua árabe del siglo v era un idioma literario muy desarrollado, gracias a lo cual pudo surgir el Corán, la obra literaria más grande de su época. Como la escritura no estaba muy desarrollada en ese entonces, la gran poesía se transmitía de manera oral. Mahoma mismo era analfabeta, y se supone que la versión escrita del Corán es posterior a su muerte. Lo mismo sucedió en la Edad Media cristiana: los poetas y cantantes memorizaban los textos y los transmitían de generación en generación, hasta que en el siglo ix se hicieron versiones escritas.102 Según Adonis, “El simple hecho de que la Revelación haya escogido una lengua que ya existía prueba que esta lengua era grande y disponía de una riqueza infinita…”103 En la sociedad floreciente del siglo v, las mujeres tenían grandes libertades y muchos derechos. Había jefas de tribu y grandes poetisas. Adonis cita las odas preislámicas que, según él, son “poesía verdaderamente universal…”104
En el posfacio a una antología de poesía femenina árabe dice Khalid Al- Maaly: “en la época preislámica, es decir, hasta en el siglo vii, la mujer árabe disponía de libertades mayores que en los siglos posteriores. Así, por ejemplo, podía escoger ella misma a su marido y tenía la posibilidad de separarse de él en cualquier momento.105 Contra la voluntad de su padre Jadida, a los 40 años, escogió como esposo a Mahoma, un joven 15 años menor que ella. Pero Mahoma, después de la muerte de su esposa, se casó con Ahisa, una niña de 9 años. Al imponer su nueva religión monoteísta desterró a las diosas de la Meca, un tema que trata el turco Nedim Gürsel en su novela Las hijas de Alá.106 Mahoma relega todo lo femenino a un lugar secundario. Abundando, Marek Halter en su novela Fatima107 nos hace ver los sufrimientos de esta hija de Mahoma que pierde la influencia sobre su padre, quien solo le hace caso a Ahisa, su nueva esposa, más joven que su hija. Su difunta esposa, Jadida, había sido como una madre para él, pero a partir de su segundo matrimonio es él quien somete a las mujeres. Se casó con varias y tuvo relaciones sexuales con esclavas. La sura 4-34 permite a los maridos castigar a las mujeres que no son dóciles “Golpéenlas”.108 Para Adonis, quien cita esta sura, “El hombre del islam es un libertino. La religión le concede la libertad absoluta en la posesión de las mujeres, tanto aquí abajo como en el cielo”.109 Mahoma tiene el mérito de haber unido las tribus árabes dándoles una nueva religión moderna, monoteísta, pero no se puede afirmar que la nueva sociedad islámica sea superior a la preislámica, que, según el Corán, era de ignorancia. Adonis explica que una religión “perfecta” tiene que rechazar como deficiente todo lo que existía antes de ella o a la ciencia moderna que vino después.
Samad señala que la Meca pagana no era una ciudad amoral y sin leyes, como asegura Mahoma. La ciudad ofrecía protección a extranjeros de cualquier religión; igual que en el Imperio romano, todos los dioses podían ser venerados; pero explica que el rechazo de Mahoma a la sociedad preislámica se debe a que “una nueva religión o un nuevo imperio tiene que diabolizar al antiguo régimen para legitimar su propia fundación y enaltecerla”.110
Adonis considera que el islam frena el desarrollo de la cultura humana. Afirma que es una paradoja que “no encontramos entre los creadores, sobre todo en filosofía y poesía, ni un solo partidario del islam tradicional; es decir, del islam del poder”.111 Cita al poeta clásico Ma-Arri, según el cual “hay dos grupos de personas, las que se basan en la religión y no en la razón, y las que no se guían por la religión, sino por la razón”.112 Para él, el surgimiento de las religiones monoteístas es una desgracia para el mundo, que antes de adoptar el monoteísmo “era más plural y rico. Borrar el mito o el arte es como apagar la llama de lo humano”.113 Adonis prefiere el mundo pagano de los griegos, romanos o árabes con sus leyendas de dioses y diosas, a la sociedad monoteísta cristiana y musulmana. Sin duda, la Antigüedad clásica produjo una cultura superior a la cristiana del Imperio romano o la Edad Media. Filósofos como Platón y Aristóteles enriquecieron más el pensamiento que el teólogo santo Tomás de Aquino. El mundo politeísta es más libre que el monoteísta, y permitía a todos escoger sus propios dioses. Al conquistar nuevas provincias, los romanos pusieron las esculturas de sus propios dioses al lado de las del país conquistado y dejaron a la población en libertad de adorar a quien quisiera. El monoteísmo que permite la adoración a un solo Dios, rechaza la mitología como falsa y supersticiosa. Los dogmas de la nueva religión limitan la creatividad de filósofos y poetas. Obviamente, la sociedad árabe anterior a Mahoma no se puede comparar con la grecolatina. La gran cultura árabe se desarrolla plenamente después de la muerte del profeta, quien criticó a los poetas como fantasiosos y mentirosos. “El islam ve la poesía como una desviación y charlatanería que no tiene ningún lazo con la verdad”.114 El dogma religioso se opone a la búsqueda de la verdad del poeta, por eso no encontramos “un solo gran poeta que pueda ser llamado creyente musulmán”.115 Lo mismo podemos decir de los filósofos. “Ni Averroes, ni Avicena… eran verdaderos musulmanes, con excepción de Al Ghazali, quien al final de su vida se hizo místico”.116 Pero los místicos tienen un conflicto permanente con la religión oficial, porque sus visiones no son compatibles con los dogmas. Para Adonis, el misticismo no forma parte del islam, por lo menos del oficial, que se guía por dogmas y leyes, y deja de lado la espiritualidad.
Aquí no podemos contestar la pregunta de si los místicos, los filósofos y los poetas árabes de la época clásica son realmente musulmanes. Igual que sucede a todos los artistas, los filósofos y científicos de calidad entran en conflicto con los dogmas oficiales. Adonis define al islam como una religión de poder que es puesta en riesgo con las críticas de los intelectuales. El gobierno de Arabia Saudita los teme igual que el Estado Islámico, que ataca mezquitas sufís. Los teólogos wahabitas y salafistas están convencidos de que son dueños de la verdad absoluta, a la cual la ciencia moderna ya no puede agregar nada. Dios ya ha revelado todas las verdades a Mahoma, su último profeta. Por eso, ya no puede haber movilidad ni progreso. Para los salafistas, la sociedad ideal es la de la época de Mahoma. Los poetas y filósofos que descubren nuevas verdades son charlatanes, porque el hombre no puede “modificar o cambiar lo que ha dicho la Revelación. Solo tiene la obligación de creer, obedecer y aplicar”.117
A diferencia del mundo musulmán, en el Occidente