El islam y la cultura occidental. Lourdes Celina Vázquez Parada
Ibid., p. 11.
91 Ibid., p. 133.
92 Ibid., p. 242.
93 Joaquín Mortiz, México, 1970.
94 Castro, Américo. España en su historia. Cristianos, moros y judíos. Ed. Crítica, España, 2001.
95 Orientalismo… op. cit., p. 11.
96 Hamed Abdel-Samad. Mohamed. Eine Abrechnung. Droemer, Múnich, 2007.
97 Ibid., p. 12. Traducción nuestra.
98 Ibid., p. 191. Traducción del alemán nuestra.
99 Ibid., p. 90. Traducción del alemán nuestra.
100 Ibid., p. 91 y ss.
101 Adonis. Violence et islam. Entretiens avec Houria Abdelouahed. Éditions du Seuil. París, 2015.
102 Al- Maali, Khalid (ed.) Die Flügel meines Schweren Herzens. Lyrik arabischer Dichterinnnen vom 5. Jahrhundert bis heute (Las alas de mi pesado corazón. Poesía femenina del siglo V a la actualidad). Ed. Manesse, Zurich 2017, p. 175.
103 Adonis, op. cit., p. 39. Traducción del francés nuestra.
104 Ibid., p. 38. Traducción del francés nuestra.
105 Khalid, op. cit., p. 175. Traducción del alemán nuestra.
106 Gürsel, Nedim. Las hijas de Alá. Alianza editorial. Madrid, 2008.
107 Halter, Marek. Fatima. Les femmes de l´islam. Ed. Robert Laffont. París, 2015. Traducción del francés nuestra.
108 Adonis, op. cit., p. 84. Traducción del francés nuestra. La sura 4-34 señala: “Los hombres están al cargo de la mujeres en virtud de la preferencia que Allah ha dado a unos sobre otros y en virtud de lo que (en ellas) gastan de sus riquezas. Las habrá que sean rectas, obedientes y que guarden, cuando no las vean, aquello que Allah manda guardar. Pero aquellas cuya rebeldía temáis, amonestadlas, no os acostéis con ellas, pegadles; pero si os obedecen no busquéis ningún medio contra ellas. Allah es siempre Excelso, Grande”. El Noble Corán. Traducción y comentario en lengua española de Abdel Ghani Melara Navio. Complejo del Rey Fahd. Arabia Saudita, p. 135.
109 Adonis, op. cit., p. 87. Traducción del francés nuestra.
110 Samad, op. cit. Traducción del alemán nuestra.
111 Adonis, op. cit., p. 182. Traducción del francés nuestra.
112 Ibid., p. 182. Traducción del francés nuestra.
113 Ibid., p. 140. Traducción del francés nuestra.
114 Ibid., p. 138. Traducción del francés nuestra.
115 Ibid., p. 32. Traducción del francés nuestra.
116 Ibid., p. 32. Traducción del francés nuestra.
117 Ibid., p. 179. Traducción del francés nuestra.
118 Meddeb, op. cit., p. 29.
Capítulo 3.
Miradas entre Occidente y Oriente
Durante la segunda mitad del siglo xx se intensifican los contactos entre musulmanes y cristianos. Muchos occidentales visitan como turistas Marruecos, Túnez, Egipto o Turquía, mientras numerosos árabes y turcos se instalan en países industrializados de Europa en busca de trabajos bien pagados y de un mejor nivel de vida. En el siglo xix, cuando franceses e ingleses colonizaron algunos países árabes, construyeron iglesias cristianas; posteriormente, desde la segunda mitad del xx, muchos musulmanes se integraron a las sociedades industriales del occidente y se toparon en la vida cotidiana con los occidentales. Hoy, los europeos cristianos deben acostumbrarse a las mezquitas que se construyen en sus grandes ciudades. En un mundo globalizado, el contacto entre diferentes razas y religiones es cada vez más intenso. En Europa viven más de diez millones de musulmanes, y en Estados Unidos 25, equivalentes al 5% de su población total. Para poder vivir juntos tienen que conocerse mejor.
Oriente y Occidente son dos categorías problemáticas para referirse a la división del mundo. En los años recientes se están desarrollando en las ciencias sociales los estudios decoloniales como un esfuerzo para desprender del lenguaje y las visiones del mundo conceptos desde una perspectiva eurocéntrica o norteamericana. Las comunidades académicas de América Latina y África crean nuevos paradigmas para comprender la realidad y la historia desde su propio contexto, tratando de borrar las huellas de la colonización y la dominación imperialista. China, la potencia mundial emergente, utiliza una imagen de mapamundi donde el centro, junto con el meridiano de Greenwich, es ella; América el oriente y Europa el lejano occidente. ¿Y por qué no? En el campo de la percepción mental, esta visualización nos acerca a países que considerábamos lejanos geográfica, cultural e ideológicamente, y nos permite cuestionar ideas muy arraigadas en nuestro inconsciente colectivo por la forma como nos fue transmitida la historia. Así, ya no es aceptable pensar que Colón “descubrió” América, porque muy probablemente hubo grandes migraciones anteriores desde China a este continente, como empiezan a investigar estudiosos coreanos y mexicanos rastreando las huellas de las cosmovisiones religiosas compartidas, a través de los restos arqueológicos de la cultura maya, por ejemplo. Ideas como esta nos obligan a repensar la historia reconociendo la importancia de los pueblos originarios, ya no vistos como salvajes y paganos a los que se traen la “civilización” y “la verdadera religión”. Otras ideas fuertemente arraigadas en nuestra visión del mundo son el modelo de sociedad patriarcal implantado con la religión cristiana y la sumisión de la mujer; además de la fuerte presencia del santo Santiago Mata-Moros en el imaginario popular católico difundido desde la evangelización a través de infinidad de imágenes instaladas en capillas y templos católicos en toda América Latina, o la escenificación de batallas entre moros y cristianos que se representan constantemente en las fiestas católicas y el folclor popular.119 Estos temas tienen una relación más directa con este libro ya que el islam, la tercera religión abrahámica que asume los principios del judaísmo y el cristianismo desde la percepción arábiga,