Ginger. Ximena Renzo 'Endlesscurl'
Mi amiga estaba loca. Muy loca.
—¡Solo intento hablar como los amiguitos de Braddy! —Golpeó el piso con el tacón derecho. Yo miré a Jake y empezamos a reír a carcajadas.
—¿Es en serio, Kim?
—Braddy —Jake la señaló tocando su estomago de tanto reír— ¡Braddy!
—¡No se burlen! —se quejó estirando el labio inferior.
—Lo siento, lo siento Kim. No quiero reírme, pero sabes que suena gracioso, ¡Braddy!
—En realidad... Le llamo osito —dijo ella sonriendo orgullosa.
Y la bomba volvió a explotar. Ambos volvimos a reír a carcajadas.
—¡Genial! ¡Amo tener amigos con los cuales compartir las cosas! —Se cruzó de brazos mientras yo me secaba un par de lágrimas.
—¡Perdón! ¡Perdón! Tú sabes que te quiero mucho, Kim. —La abracé intentando parar la risa, pero solo conseguí hablar agudamente— Voy a tardar un poco en acostumbrarme a esto, ¿sí?
—Qué tonta eres. —Sonrió de lado abrazándome. Pero Jake no ayudaba riéndose a escondidas frente a mí.
—De todas maneras sabes que no me cae bien.
—Cuando lo conozcas verás que es una gran persona. —Sonrió tomando mi mano.
—No lo creo. Además, Kim. No necesitas hablar como sus amigos o como otra persona para agradarles, solo sé tú. Nosotros te queremos así, con tus defectos y virtudes —hablé tratando de estar más seria.
—¡Osita! —gritó Bradley corriendo hacia mi amiga que me soltó toscamente en cuanto lo oyó.
Entrecerré los ojos y Jake rodeó mi hombro, sabiendo lo que estaba pensando. No podía evitar sentirme así. No me caía bien, pero iba a intentarlo.
—Hola, Braddy. —Rio Jake presionando más su abrazo sobre mí y mis labios se curvaron levemente, me tapé la boca.
—¿Braddy? —preguntó confundido.
—Hola, chicos —dijo Theo llegando del otro lado, parándose al lado de Jake.
—¿Qué? ¿Hay reunión escolar? —pregunté alejándome de Jake y cerrando al casillero.
—¡Hola, G! ¡Hola, Kim! —saludó la radiante Alai, pasando junto a su grupo de amigas por el pasillo.
—¡Hola, peque! —saludé sonriendo.
—¡Mini yo! —Agitó la mano Kim y reí llamándola con la mano.
—¡Hola! —Se acercó y corrió a abrazar a Kim.
Sí, era una mini Kim, pero rubia. Se parecían mucho.
—Hola, soy hermano tuyo. Vivo contigo desde que naciste, te traigo todos los días —saludó Theo sonriendo exageradamente, señalándose.
—Bueno, hola a todos. —Rio Alai negando esa última palabra.
—Alai, ¿estás libre este sábado? —pregunté mientras sus pequeñas y entrometidas «amigas» se acercaban a pequeños pasos, para tal vez luego contarle a su grupo que habían estado con los senior en el receso.
—¿Este sábado? —dudó un poco mirando a Theo, pero nadie lo notó. Theo asintió sonriendo de lado con disimulo y ella giró a vernos sonriendo ampliamente. —No, no tengo nada, ¿por qué?
—Bueno, Kim planea ir a mi casa luego de esa hora en detención. Así que pensamos que sería genial que vengas con nosotras, ¿te parece?
—Claro, suena bien para mí. —Asintió con energía.
—Bien, supongo que tu hermano ya conoce mi casa, ¿a las tres está bien?
—Ahí estaré —se despidió sonriente y se alejó.
—Es tan linda —dijo Kim enternecida.
—Lo es. —Afirmó Jake haciendo que todos giren a verla.
El principal fue Theo. Uy.
—¿Qué? —El hermano mayor sonrió forzadamente, rodeando el hombro de mi amigo.
—Tranquilo, amigo, es como una hermanita menor para mí. Solo afirmé que es linda, no te alteres. De todos modos no tendrías porqué. —Alzó las manos en forma de paz.
—Cuidado. —Theo alzó una ceja y mi amigo hizo una mueca cuando él ya no lo veía, haciéndome reír.
—Bien, entonces ya que estamos en ese plan. ¡Tú también ten cuidado con mi hermana! —Jake cruzó los brazos mirando a los ojos al castaño.
—¿Te refieres a Ginger? —preguntó Bradley señalándome— ¿Es decir que te gusta, Theo? —Rio bajito abrazando a mi amiga.
—Hum, bueno. Yo tengo clases —murmuré incómoda pasando por el lado de Theo y alejándome a toda prisa.
Jake era estúpido, pero ese pomposo no se quedaba atrás.
Además, ¿gustarle a Theo Collins? Permítanme reírme un par de horas.
***
—Bienvenidos a un genial sábado en detención, es una hora de silencio. Por favor, chicos, esto no es ninguna película de adolescentes, no van a salir del aula, no van a bailar y no van a hablar de sus problemas. —Sonrió nada más y nada menos que Elmer Butts sentado en el escritorio.
¿Quién más que él para encargarse del grupo de detención un sábado por la tarde? Por supuesto, seguro no tenía amigos.
Decían por los pasillos que la única que hablaba con él era la maestra de español. Y todos sabemos que no hablaban, precisamente.
»Podemos hablar sobre el maravilloso mundo de Hitler, o pueden quedarse callados por una hora y yo me iré lejos de aquí, ¿qué dicen? —Sonrió entrelazando los dedos mientras los presionaba en su mentón. Tal como en una película de mafiosos. Pero este era más indefenso que un gatito. Un gatito feo. —Bien, eso es lo que creí. —Asintió caminando hacia la puerta luego de que nadie contestara y pidiera que se quedara.
Nadie en su sano juicio pediría que se quede. Ni siquiera la maestra de español. Cuando cerró la puerta, giré a ver a mis compañeros de castigo, ninguna acción o reacción. Nadie golpeaba las mesas o se levantaba gritando que el verano había acabado. Nadie bailaba o hacía musicales. Lo más interesante que vi fue a un chico que hurgaba su nariz buscando su cerebro.
Si es que lo tenía, por supuesto. Así que decidí sacar mi libro y el celular.
Solecito
Ginger reportándose desde el aula de detención, han pasado tres minutos y nadie se ha movido. EB debe estar en el salón de profesores socializando con la maestra Carmen y Fredderick Anderson se ha hurgado la nariz un par de veces en busca de un cerebro. Nos leemos en el siguiente reporte.
14:03
Kim
OPD, sí que estás aburrida, ¿ya sacaste True Colors o estás esperando el momento oportuno? En media hora salgo para allá.
14:04
Solecito
¡Por supuesto! De hecho estás apoyada en el libro justo ahora. Ya sabes, el teléfono en realidad. Mejor en quince minutos más, así no esperas tanto.
14:04
Kim
Oki, yo te aviso en cuanto vaya para allá, ¿sí? Seguiré hablando con mi osito jiji.
14:04
Solecito
Voy a vomitar. Te veo al rato.
14:06
Y luego de eso, me envió una