Tecnología y ciencia en la Orinoquia y la Amazonía. Diana Patricia Barajas Pardo
* análisis bromatológicos fuente personal. ** valores reportados de Brachiaria Humidola (OROZCO et al., 2012) y Brachiaria Brizantha (Lascano et al., 2002). VM= valores mínimos encontrados, ME= valores medios encontrados, VA= variación, BH = Brachiaria Humidola, BB = Brachiaria Brizantha, 1 =cultivar CIAT 16121, 2 = cultivar CIAT 23318, 3 = cultivar CIAT 26110 pasto Toledo, MM = materia mineral o cenizas, PC= proteína cruda, EE = extracto etéreo o grasa, FDN = fibra indigestible en detergente neutro, FDA = fibra indigestible en detergente acido, P= fosforo, Ca= calcio, S = azufre, Mg = magnesio, Mn = manganeso, Na = sodio, K = potasio, vnr = valores no reportados.
Fuente: elaboración propia
El consumo de materia seca por los animales en pastoreo está directamente relacionado con la disponibilidad y calidad del forraje. Los valores presentados en la tabla 2 deja clara evidencia que una de las principales limitaciones nutricionales de los pastos en estas regiones es la baja proporción de proteína cruda de las pasturas (<9 %) y la alta proporción de FDA (> 40 %). La fracción de FDA de los forrajes incluye celulosa y lignina como componentes primarios, además de cantidades variables de cenizas y compuestos nitrogenados (Granja-Salcedo et al., 2011) que son en gran proporción indisponibles para digestión ruminal.
La proteína cruda es el nutriente más limitante para la producción de rumiantes en pastoreo. Lo anterior debido a que el bajo porcentaje de estos compuestos nitrogenados en los forrajes puede limitar la actividad de los microorganismos ruminales, que afecta a la ingestión de alimento y la digestibilidad del mismo. Esto resulta en un menor aprovechamiento del alimento y, consecuentemente, menor producción de los animales. Sin embargo, la suplementación energética con fuentes de rápida absorción como la glicerina bruta puede ayudar a alcanzar las exigencias de energía para el mantenimiento y la producción animal. En muchos casos la suplementación energética puede resultar en mejoras en el desempeño animal, gracias al efecto asociativo del suplemento sobre el consumo del forraje y la energía disponible de la dieta (Goes et al., 2004).
En la tabla 3 son presentados los resultados de una simulación en el software BR CORTE 3.0 (Valadares et al., 2017) utilizando como entrada los valores medios de composición de materia seca y valores máximos de proteína cruda (9 %), de pasturas brachiarias en la región de la Orinoquia y la Amazonia colombiana (ver tabla 2) y las exigencias nutricionales de bovinos Cebú en diferentes categorías (ver tabla 1). En esta tabla el consumo de materia seca adecuado más alto debe ser en hembras en lactación produciendo en media 7 kg de leche por día y con un peso inicial y final de 300 y 450 kg respectivamente.
Tabla 3. Simulación en el BR CORTE 3.0 del aporte proteico total diario de pasturas con 9 % de proteína cruda en bovinos cebú manejados pastoreando brachiarias en la región Orinoquia y Amazonia colombiana.
BE | Machoscastrados | Machos enteros | Hembras | |||||||
PVi (kg) | 50 | 200 | 300 | 200 | 300 | 200 | 300 | 300 | 300 | |
PVF (kg) | 200 | 300 | 450 | 300 | 450 | 300 | 400 | 450 | 450 | |
EF | LC | DC | CT | DC | CT | DC | G | L | G+L | |
Consumo de nutrientes, valores expresados en la base de la materia seca. | ||||||||||
CMSA | kg | 2,59 | 6,24 | 7,98 | 6,24 | 8,31 | 5,76 | 6,49 | 9,26 | 7,96 |
PCAP | kg | 0,233 | 0,562 | 0,718 | 0,562 | 0,748 | 0,518 | 0,584 | 0,833 | 0,716 |
CPCR | kg | 0,474 | 0,775 | 0,961 | 0,775 | 0,985 | 0,705 | 0,798 | 1,173 | 1,398 |
DP | kg | 0,241 | 0,213 | 0,243 | 0,213 | 0,237 | 0,187 | 0,214 | 0,340 | 0,682 |
PVI = peso vivo inicial, PVF = peso vivo final, EF = etapa fisiológica, LC = lactante en crecimiento, DC = desteto en crecimiento, CT = crecimiento en terminación, G = gestación, L = lactación (7 kilos de leche/día), CMSA = consumo de materia seca adecuada, PCAP = proteína cruda aportada por el pasto, CPCR = consumo de proteína cruda requerido, DP = déficit proteico.
Fuente: elaboración propia
En la simulación presentada en la tabla 3 es posible ver cómo en todas las categorías de animales —becerros, machos y hembras—, el consumo de materia seca adecuado de forrajes con 9 % de proteína cruda representa un déficit proteico para cada especie animal entre 187 y 682 gramos de proteína por día. La categoría con mayor déficit proteico (-682 gr) es la de las hembras en gestación y lactación —producen 7 kilos de leche/día— que pesan entre 300 y 450 kg. Sin embargo, este déficit en situaciones reales puede ser mayor, ya que en muchas ocasiones el consumo de materia seca adecuado no es alcanzado por los animales, principalmente debido al alto contenido de FDA y lignina de las pasturas, esto hace que el animal se sienta saciado rápidamente y por más tiempo.
Diversas estrategias de suplementación pueden ser utilizadas para corregir el déficit proteico en los sistemas de producción ganadera en la Orinoquia y Amazonia colombiana. Una es la suplementación con bancos de proteína, donde se aprovecha el potencial de diversas especies nativas de la región o, dependiendo de la disponibilidad, el uso de fuentes de nitrógeno no proteico como la urea o fuentes de proteína verdadera, industrial, como la torta de soja. Sin embargo, esta suplementación debe venir acompañada de ingredientes energéticos como el maíz o el sorgo, ingredientes comúnmente utilizados en concentrados para rumiantes como fuente de energía.
El maíz es un ingrediente de alto valor debido a su uso en la alimentación humana y amplio uso en raciones para aves, porcinos, equinos y rumiantes, que lo convierte en un ingrediente de alta demanda en el mercado. Corresponde al productor y al profesional agropecuario buscar opciones rentables y competitivas en el mercado para la reducción del maíz en las dietas para rumiantes y aprovechamiento de los recursos naturales y subproductos industriales de fácil adquisición en la región. De ese modo, garantizar la combinación de oferta adecuada de forraje, la suplementación de otras fuentes de proteína y la oferta de energía mediante la inclusión de glicerina bruta en las dietas podría resultar en dietas balanceadas que alcancen las exigencias nutricionales de los animales en cada etapa fisiológica y mejore los parámetros productivos y reproductivos de la empresa ganadera.
Una simulación similar fue realizada para minerales en la tabla 4, mediante el uso del software BR CORTE 3.0 (Valadares et al., 2016) utilizando como entrada los valores máximos de composición de calcio (0,25 %), fosforo (0,18 %), magnesio (0,34 %) y potasio (1,1 %) de pasturas brachiarias en la región Orinoquia y Amazonia colombiana (ver tabla 2) y las exigencias nutricionales de bovinos Cebú en diferentes categorías (ver tabla 1).
Los resultados de la simulación en la tabla 4 muestran deficiencias de calcio y fosforo para todas las categorías animales, y excesos de magnesio y potasio en todas las simulaciones. Sin embargo, estas deficiencias o excesos en situaciones reales pueden ser mayores, debido a las posibles variaciones en el consumo de materia seca por los animales. Lo anterior dado que los factores físicos predominan en el control del consumo de dietas con alta proporción de FDN, y pueden limitar el consumo por el volumen ocupado por la dieta y por la capacidad anatómica del rumen, restringiendo la ingestión de energía, proteínas y minerales (Granja-Salcedo et al., 2016b).
Tabla 4. Simulación en el BR CORTE 3.0 (Valadares et al., 2016) del aporte mineral total diario de pasturas en bovinos cebú manejados pastoreando brachiarias.
BE | Machoscastrados | Machosenteros | Hembras | |||||||
PVI (kg) | 50 | 200 | 300 | 200 | 300 | 200 | 300 | 300 | 300 | |
PVF (kg) | 200 | 300 | 450 | 300 | 450 | 300 | 400 | 450 | 450 | |