El cuerpo en la danza. Núria Massó Ortigosa
EL TOBILLO
Cuenta con dos articulaciones:
Desde un punto de vista funcional, no podemos separar la función de estas dos articulaciones de la de una tercera y cuarta, la articulación subastragalina y la de Chopart (figura 1-3), gracias a las cuales podemos coordinar la acción del tobillo (con sus movimientos de flexoextensión, en un plano sagital) y la del pie (con sus movimientos en el plano frontal).
Figura 1-3. Articulaciones del tobillo.
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL CONJUNTO PIE-TOBILLO
La bóveda plantar
Utilizamos este término arquitectónico para referirnos a la estructura arciforme del pie, en la que podríamos dibujar varios arcos longitudinales y transversales (figuras 1-4a y 1-4b). En ella podemos distinguir:
Figuras1-4a-b. a) La bóveda plantar. b) Sistemas de estabilización en las caras medial (imagen superior) y lateral (imagen inferior).
– externo (el más rígido),
– interno (el más flexible),
– anterior (sólo presente en situación de descarga).
En carga (cargando el peso del cuerpo sobre el pie), estos arcos, especialmente el interno y el anterior, pierden curvatura. En la danza, cuando esta carga se realiza únicamente sobre el antepié (posiciones de media punta y punta), la bóveda debe mantener su correcta estructura arciforme, y lo hace mediante la acción de los músculos, que actúan como un elemento “tensor” (figura 1-5).
Figura 1-5. El pie en media punta y la acción de los músculos.
La forma de la bóveda plantar y la posición del retropié condicionan el tipo de apoyo que veremos más tarde (pie cavo, plano o normal).
En condiciones normales, cuando cargamos el peso sobre ambos pies, el pie se “derrumba” hacia dentro debido a la distribución del peso y a la mayor flexibilidad del borde interno del pie. Por esto es normal observar en bipedestación una leve inclinación del talón en valgo o hacia dentro, que queda limitada y controlada por la acción de los elementos estabilizadores (figura 1-9).
Sistemas de estabilización
Son los mecanismos que posee el pie para controlar su postura y forma, así como para evitar lesiones debidas a algún movimiento demasiado amplio o rápido.
Estos mecanismos son:
Movimientos que realiza el conjunto pie-tobillo
Movimientos básicos:
Movimientos combinados:
Al describir posturas del pie o del talón, a veces utilizamos la nomenclatura varo-valgo para referirnos a la combinación de pronación con abducción (valgo) o supinación con aducción (varo).