El cuerpo en la danza. Núria Massó Ortigosa
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Figura 1-6. Los movimientos del conjunto pie-tobillo.
Función muscular
Los músculos del pie cumplen dos tipos de función:
En el apartado del pie en la danza hablaremos de los músculos que nos interesan en cuanto al gesto dancístico.
Variaciones morfológicas
Existen distintos tipos de pie según las características morfológicas, es decir, las variaciones de la forma.
En lo que a nosotros concierne, es especialmente interesante distinguir las variaciones que existen atendiendo a los siguientes factores.
Fórmula digital
Se refiere a la relación entre las longitudes de los dedos del pie, que determina la forma del antepié. Distinguimos tres tipos, observables en la figura 1-7.
Figura 1-7. Tipos de fórmula digital.
Fórmula metatarsal
Se refiere a la relación entre las longitudes de los metatarsianos según podemos observar en la figura 1-8. Condiciona de manera muy importante la forma de caminar, especialmente la forma de distribuir el peso, así como la actitud del pie y el resto de la extremidad inferior mientras caminamos. Si el primer metatarsiano es muy largo, contactará más y durante más tiempo con el suelo. Cuando el segundo metatarsiano es excesivamente largo, es éste el que ve incrementado el grado de contacto, para lo que no está tan preparado como el primero, que ya cuenta de por sí con más hueso cortical.
Figura 1-8. Tipos de fórmula metatarsal.
Bóveda plantar
Depende en parte de la forma adoptada por los arcos plantares que hemos descrito y que pueden ser más o menos marcados. También muestra variaciones interindividuales. Influye en el tipo de apoyo y de contacto del pie con el suelo.
Posición del talón
Cuando observamos el pie en bipedestación y desde su cara posterior, podemos distinguir distintas posiciones del talón, que son las que muestran las figuras 1-9a, 1-9b y 1-9c.
Figura 1-9a. Talón normal (leve ángulo de inclinación del hueso calcáneo).
Figura 1-9b. Talón en valgo (aumento del ángulo).
Figura 1-9c. Talón en varo (disminución o inversión del ángulo).
Tipos de apoyo
La forma del pie (especialmente de la forma de la bóveda plantar y del talón) condiciona la forma de contacto del pie con el suelo, es decir, el tipo de apoyo. Distinguimos los siguientes tipos:
Podemos estudiar el apoyo plantar de una persona recogiendo la huella del pie. Existe un método sencillo que es el fotopodograma propuesto por Viladot (Viladot et al., 2000), basado en la impresión sobre papel fotográfico. De esta manera, podemos conocer y registrar el tipo de pie que posee una persona. En la danza encontramos con relativa frecuencia a personas que aparentemente poseen un pie plano y valgo, pero en el cual, al practicar el fotopodograma, se registra muy poco apoyo. Lo llamamos pie cavo-valgo. Probablemente este tipo de apoyo está condicionado por una hipertonía de algunos músculos como el peroneo lateral largo, que es elevador de la bóveda plantar (por lo que disminuye la superficie de apoyo) y también es pronador del pie (por lo que el talón se coloca en valgo) Estos tipos de apoyo quedan representados en la figura 1-10.
Figura1-10. Los distintos tipos de apoyo, de izquierda a derecha: pie normal, pie plano, pie cavo y pie cavo-valgo.
Existen otros métodos más sofisticados para estudiar el tipo de apoyo, utilizando podoscopios o incluso plataformas con sensores para captar la presión sobre cada zona del pie, de lo cual hablaremos en el capítulo dedicado a la investigación en la danza.
EL PIE EN LA DANZA
Analizaremos aspectos morfológicos y biomecánicos específicos del pie en la danza.
TIPOS DE CONTACTO DEL PIE CON EL SUELO EN LA DANZA
El pie, durante el gesto dancístico, trabaja en distintas posiciones. Contacta con el suelo de las siguientes maneras:
Contacto en caso de pie plano
El pie contacta a través de toda la superficie plantar. El contacto en caso de pie plano permite una distribución del peso hacia el retropié y el antepié. Como ya hemos visto, el hueso astrágalo trabaja como receptor y distribuidor de las fuerzas correspondientes al peso.
En contacto total o pie plano podemos analizar la huella plantar a través del sencillo método ya mencionado del fotopodograma o bien por sistemas de análisis más sofisticados. En un estudio que realizamos sobre 106 bailarines de los que recogimos la huella plantar mediante fotopodograma, encontramos un 73% de apoyos normales, un 6% de pies planos, un 13% de pies cavos y un 8% de pies cavo-valgos (figura 1-10) (Massó N., 1991, 2001).
Destacamos el porcentaje de lo que llamamos pie cavo-valgos, ya descritos, con una apariencia a la inspección de pie plano-valgo pero que, al practicar un fotopodograma u otro sistema de estudio del apoyo plantar, observamos que posee un apoyo de tipo cavo. Como ya hemos explicado, posiblemente exista una relación entre este tipo de pie y una hiperfunción del músculo peroneo lateral largo, que a menudo se encuentra hipertónico e incluso retraído en los bailarines. Este músculo, cuando se contrae, eleva la bóveda plantar, lo que justifica un contacto de pie cavo, a la vez que es pronador del pie, lo que explica una postura ligeramente valguizada del pie en la observación.
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