Con tinta sangre del corazón. Gustavo Sainz
Las afecciones varían según las cadenas de asociación entre los cuerpos: el sol endurece la arcilla y funde la cera, el caballo no es lo mismo para los guerreros insurgentes que para los campesinos.
107. En la Historia de los mexicanos por sus pinturas, se dice que la Osa Mayor es Tezcatlipoca, quien aparece en el cielo en forma de tigre por una patada que le dio Quetzalcóatl.
108. Los comerciantes ingleses y holandeses y aun los comerciantes españoles violaban fácilmente el “bloqueo continental” aplicado en América al comercio del pensamiento. Bien sabían todos en qué idioma dictaba sus oráculos la filosofía, y abandonaban el latín que nada tenía ya que enseñarles, para entregarse con ardor al estudio de la lengua francesa. Poco esfuerzo debían emplear en este aprendizaje los conocedores del habla castellana y personas acostumbradas desde niños a luchar con la expresión elíptica y las sutiles elegancias de los antiguos. Hidalgo, el doctor Cos y el padre Mier sabían el francés; Zavala, a la edad de catorce años, lo hablaba. Quintana Roo nos cuenta cómo, recluido en un calabozo, se ejercitaba traduciendo la Gramática de Puerto Real. No es improbable que algunos libros como las Cartas provinciales y El pacto social hayan tenido en la Nueva España más lectores que El reloj de los príncipes y Las epístolas de san Jerónimo a Rústico y Desiderio.
109. En nombre de Hidalgo expide Morelos un bando en el Aguatillo suprimiendo la esclavitud, las castas y la caja de la comunidad.
110. Cabría distinguir estaciones, brazos, recodos, vericuetos, confusiones, meandros, precipitaciones y reducciones de la velocidad, etcétera.
111. Su afición a los títulos vino a ser proverbial. Se proclamó “capitán general de América”, y se hizo saludar como “Alteza Serenísima”, al tiempo que llenaba su Estado Mayor de generales y mariscales, elegidos sin tomar en cuenta su capacidad o experiencia militar. (Simpson, op. cit., p. 214).
112. En el Códice Bodley aparece un tigre estelar que tal vez pueda referirse a la Osa Mayor, constelación septentrional que aparece todo el año, a excepción del otoño.
113. “El secreto comunica una posición excepcional a la personalidad; ejerce una atracción social determinada, independiente en principio del contenido del secreto, aunque, como es natural, creciente según que el secreto sea más importante y amplio […] Del misterio y secreto que rodea todo lo profundo e importante, surge el típico error de creer que todo lo secreto es al propio tiempo algo profundo e importante. El instinto natural de idealización y el temor natural del hombre actúan conjuntos frente a lo desconocido, para aumentar su importancia por la fantasía y consagrarle una atención que no hubiéramos prestado a la realidad clara”. (Georg Simmel, “El secreto y la sociedad secreta”, Sociología. Estudios sobre las formas de socialización, vol. 1, pp. 380-381).
114. Refiere el jefe realista Manuel Ruiz y Casado, en un parte que rindió al comandante militar de Tlaxcala, Agustín González del Campillo, que María Andrea Martínez era mujer del cabecilla Domingo Domínguez, quien fue sorprendido y hecho prisionero con cuatro de los suyos en un punto denominado Malpaís, cerca de Apizaco, por el capitán de patriotas de Huamantla, José Antonio Dávila, el 15 de octubre de 1814. María Andrea Martínez fue también capturada en dicha sorpresa y estuvo a punto de que la pasaran por las armas junto con Domínguez y sus cuatro compañeros, que fueron fusilados en Santa Ana Chiautempan, pero habiendo alegado María Andrea la circunstancia de encontrarse grávida, se procedió a hacerle un examen correspondiente, y como el facultativo lo confirmó, se le perdonó la vida, pero no se dice si en cambio se le impuso otro castigo. Andaba armada en la guerrilla de Pascual Machorro, y encontrándose presa en la Casa de las Arrecogidas de Puebla, se fugó de allí y fue a presentarse a Iturbide cuando éste proclamó el Plan de Iguala. Se dice que Iturbide aprovechó sus servicios ocupándola en conducir correspondencia para las personas con quien tenía combinaciones en México.
115. Italo Calvino aseguró que le gustaría deshacerse de las historias que llevaba a cuestas, pero era consciente de la dificultad de despojarse de ellas: “en realidad, estaba establecido que pasase por aquí sin dejar rastro; y en cambio cada minuto que paso aquí dejo rastro; dejo rastro si no hablo con nadie pues me califico como uno que no quiere abrir la boca; dejo rastro si hablo pues toda palabra dicha es una palabra que queda y puede volver a aparecer a continuación, con comillas o sin comillas. Quizá por esto el autor acumula suposición tras suposición en largos párrafos sin diálogos, un espesor de plomo denso y opaco en el cual yo pueda pasar inadvertido”. (Si una noche de invierno un viajero, p. 116).
116. Reunión en palacio del arzobispo y la audiencia para discutir la destitución de Iturrigaray. Acusándolo de excederse en sus poderes, lo derrocan y nombran virrey a Garibay. (Genaro García, Documentos históricos mexicanos, obra conmemorativa del primer centenario de la Independencia de México, pp. 2, 363).
117. Los conservadores esperaban que Garibay sería su títere. Carlos María de Bustamante dijo que Garibay era tan estúpido que los oidores lo manipularían. La distinguida carrera militar de Garibay y su pensamiento independiente contradicen esta acusación, aunque es verdad que no logró hacer frente a los peligros que amenazaban a la Nueva España. (Anna, op. cit., p. 72).
118. Cayetano Ramos, “el Capitán Pepe”, se había separado de las fuerzas de Rosales aproximándose a Salinas del Peñón Blanco, en San Luis Potosí, con una guerrilla de treinta hombres, a la cual mandó batir el cura realista José Francisco Álvarez, conocido como “el Padre Chicharronero”, logrando que el sargento Oteo lo derrotara en la Noria del Tecomate, después de dos horas de reñida lucha, en que murieron trece insurgentes y quedó prisionero “el Capitán Pepe” con tres de los suyos, que fueron conducidos a Salinas donde por orden del cura Álvarez se les pasó por las armas el 11 de enero de 1815. (Torres Valdivia, O. de G. de Realistas, pp. 5, 34).
119. “Cada una de estas palabras puede convertirse en un cambio de agujas ferroviario, e iremos de la una a la otra a tra-vés de una multitud de trayectos; de ahí la idea de un libro que no cuente simplemente una historia, sino un mar de histo-rias”. (Michel Butor, Introduction aux fragments de “Finnegans Wake”, p. 12).
120. El virrey y su familia son alojados en varios conventos y en la residencia del inquisidor Bernardo del Prado. Los conspiradores arrestan a los más destacados partidarios de la idea del gobierno provisional: Talamantes, Azcárate y Primo Verdad. En la mañana arrestaron al abate del Convento de Guadalupe, Francisco Baye Cisneros, al canónigo de la catedral, José Mariano Beristáin de Sousa, y al auditor de guerra, José Antonio Cristo y Conde. (Anna, op. cit., p. 73).
121. La Academia de Historia dictamina a favor de fray Servando Teresa de Mier, y en contra de la sentencia del arzobispo Haro. Se resuelve hacerle justicia, pero primero debe ir al convento de Salamanca. Se fuga de Madrid y parte a Burgos donde es aprehendido. Huye del convento de Burgos y va a Madrid y Valladolid, luego pasa a Francia disfrazado de clérigo francés. “Mi afán era saber dónde era la raya de Francia. Ésta es, me dijo el arriero, señalándome un arroyito muy pequeño y somero. Lo pasé, me apeé y tendí de bruces en el suelo. ¿Qué hace usted?, me dijo él. He pasado el Rubicón, le respondí”. (Fray Servando Teresa de Mier, Memorias, p. 27).
122. Alusión al banquero Cabal Peniche, no sólo por las frases que se repiten una y otra vez, “de peores he salido”, “yucateco de vocación”, y otras, sino porque las iniciales del persona-je corresponden exactamente a las de Carlos Efraín de Jesús Cabal Peniche, así como un buen número de símiles, su ejército se llama Unión, como el banquero contemporáneo llamó al transformado Banco de Cédulas Hipotecarias, su carisma y habilidad lingüística hace que lo conozcan como “el Rey de la Sableada”, a su grupo de confianza los llama “los Olmecas”, nombre del equipo de beisbol que patrocinaba el banquero, su caballo se llama Del Monte, su casa tiene un letrero que dice “Su casa como la cadena de tiendas tabasqueñas”, y con su fortuna patrocina los excesos del ejército de Calleja, como Cabal Peniche, se dice, patrocinaba las campañas de los candidatos del pri. Detenido en Australia, a Cabal Peniche se le acusó de haber defraudado a sus clientes, socios y ahorradores en general por un monto cerca de los 4 500 millones de dólares. (Excelsior, noviembre 11, 1998).
123. Le fue imposible a la