Con tinta sangre del corazón. Gustavo Sainz
Se refieren a la propuesta abolición de las leyes de la esclavitud y también a la propuesta abolición de las cartas del pago de tributos por las castas, a la reducción de los porcentajes de las alcabalas, y a la derogación de la fabricación de pólvora y el cultivo del tabaco.
18. Lucas Alamán tiene dieciocho alias y escapa a la muerte.
19. A partir de la Orestiada todos los tiempos son de desamparo.
20. “Nosotros traducimos habitualmente pathos por pasión, ebullición afectiva. Pero pathos está en conexión con paskein, sufrir, tener paciencia, soportar, aguantar, dejarse llevar por…, ceder a la llamada de…” (Heidegger, Qu’est-ce que la philosophie?, p. 2).
21. Más de 20 millones de pesos fuertes eran recaudados anualmente por las Cajas Reales, y de ellos, entre siete y diez mi-llones iban a parar a las arcas de la Corona.
22. Analogía con la comida de los astronautas rusos en el espacio. “Tienen una excelente carne de res y papas, y el queso con nueces es delicioso. Pero no me gusta mucho el pescado en jalea”, dijo al respecto el astronauta estadounidense Michael Foa-le, quien pasó cuatro meses en Mir en 1997. (CNN, 8 de agosto de 1997).
23. “Dueños los insurgentes de la Alhóndiga, dieron rienda suelta a su venganza: los rendidos imploraban en vano la piedad del vencedor, pidiendo de rodillas la vida: gran parte de los soldados del batallón fueron muertos; otros escaparon quitándose el uniforme y mezclándose entre la muchedumbre. Entre los oficiales perecieron muchos jóvenes de las más distinguidas familias de la ciudad… Algunos procuraron ocultarse en la troje número veintiuno, en la que estaba el cadáver del intendente con los otros; pero descubiertos, luego eran muertos sin misericordia. Todos fueron despojados de sus vestidos […] Los que quedaron vivos, desnudos, llenos de heridas, atados con cuerdas, fueron llevados a la cárcel pública, que había quedado desocupada por haberse puesto en libertad a los reos […] Entregose la plebe al pillaje de todo cuanto se había reunido en la Alhóndiga, y todo desapareció en pocos momentos… El edificio de la Alhóndiga presentaba el más horrible espectáculo: los comestibles que en él se habían acopiado estaban esparcidos por todas partes; los cadáveres desnudos se hallaban medio enterrados en maíz, en dinero y todo manchado de sangre”. (Lucas Alamán, Historia de México, I, p. 434).
24. Se refieren a la rebelión del indio Mariano en la sierra de Tepic.
25. El ministro plenipotenciario don Pascasio Ortiz de Letona se dirigía a Washington para negociar con el gobierno de los Estados Unidos un tratado de comercio y una alianza ofensiva y defensiva, pero capturado en Molango, Veracruz, teme el castigo que lo espera e ingiere veneno. (Navarrete, Compendio de historia de Jalisco, p. 69).
26. Morelos toma Tixtla. Se le une Vicente Guerrero.
27. Alusión al ataque que el coronel Colero hizo contra la villa de Córdoba el 23 de julio de 1812. Los insurgentes se vistie-ron con uniformes semejantes a los de las tropas del rey, con el fin de dar una sorpresa a los defensores de la plaza en la madrugada de dicho día. Incluso fingieron el grito de ¡Viva España!, al pasar los fosos y acercarse a los parapetos, pero fueron traicionados y, aunque lograron romper una de las puertas, debieron retirarse sufriendo veinte bajas y quedando muchos heridos. (José Antonio Andrade, O. de G. de Realistas, t. IV, pp. 4, 75).
28. Razones para justificar la guerra: “La gravedad de los delitos de los indios, en particular su idolatría y sus pecados contra la naturaleza; su tosca inteligencia, que los convierte en una nación servil, bárbara, condenados a someterse a la obediencia de unos hombres más adelantados como somos los españoles; las necesidades de la fe, pues su sometimiento hará que sea más fácil y rápida la predicación que se les haga; los males que se infligen unos a otros, matando a hombres inocentes para ofrecerlos en sacrificio”. (Marianne Mahn-Lot, Bartolomé de las Casas et le Droit des Indiens, p. 22).
29. Nadie ve una hormiga negra en una mesa negra en una noche negra. (Gesualdo Bufalino, Las mentiras de la noche, p. 74).
30. Fray Servando recibe el encargo de la parroquia de Santo Tomás en París. “No preví el trabajo que iba a cargar sobre mí, sin otra renta que las oblaciones voluntarias de los fieles, muy suficientes para uno solo. Pero yo tenía que pagar cuatro eclesiásticos que me ayudasen, el sacristán, el suizo que con su fornitura y alabarda impide cualquier escándalo o tropelía en la iglesia, los dos cantores y un músico”. (De Mier, op. cit., II, p. 37).
31. “También yo me enfrento con el problema de la historia: qué retener, qué tirar por la borda, cómo aferrarme a lo que la memoria insiste en abandonar, cómo afrontar el cambio ”. (Rushdie, p. 134).
32. Los curas de Xalpan y Landa fueron autorizados por el virrey Venegas y por el arzobispo de México para armar gente destinada a combatir a los insurgentes.
33. Se refiere a los dos cuerpos de milicias: uno mandado por el general Torcuato Trujillo, el otro por el general Félix María Calleja. En total una fuerza aproximada de trece mil hombres.
34. En su estudio sobre el estilo de Flaubert, Proust muestra cómo el tiempo del imperfecto en Flaubert adquiere el valor de un infinito-devenir. (G. Guillaume, Ensayos literarios, p. 199).
35. Alusión a los compañeros de Ulises que creían y que se creía se habían convertido en cerdos (o el rey Nabucodonosor transformado en buey). El segundo caso es más complicado: los compañeros de Diómedes no creen que se han transformado en pájaros, puesto que están muertos, pero los demonios adquieren cuerpo de pájaros que se hacen pasar por los de los compañeros de Diómedes. La necesidad de distinguir este caso más complejo se explica por los fenómenos de transferencia de afectos: por ejemplo, un cazador corta la pata de un lobo y al volver a su casa encuentra a su mujer, que sin embargo no ha salido, con un brazo cortado, o bien un hombre hiere a sus gatos, cuyas heridas aparecen exactamente en mujeres.
36. Ahora decidido defensor del gobierno realista, el padre don Antonio Labarreta, cura de Guanajuato, fue insurgente al principio.
37. Eti. gr.: kata = debajo; basis = base, descenso. Palabra griega propia de los misterios. La catábasis es el descenso del espíritu, ya imaginario, ya ritual, ya espiritual.
38. Notable helenista, Sepúlveda acababa de traducir la Po-lítica de Aristóteles. Y con toda lógica, invocando la autoridad su-prema del filósofo, presenta la relación de los conquistadores y de los indígenas como la justa “dominación de la perfección sobre la imperfección, de la fuerza sobre la debilidad, de la eminente virtud sobre el vicio”. (Tzvetan Todorov, La conquista de América, p. 156).
39. Presbítero José Ignacio Lozano, cura de Mezquitic, San Luis Potosí, quien con cuatrocientos hombres ofreció al intendente de aquella provincia no volver la espalda nunca al enemigo.
40. Independientemente de cuál acción se tomara, cualquier ideología independentista tendría un fondo patriota común. Es decir, era mucho más sencillo compartir un amor por la patria que ponerse de acuerdo respecto de cuáles eran las características de la nación. (Lomnitz, op. cit., p. 50).
41. Llega a Veracruz Francisco Javier de Lizana y Beaumont, nuevo arzobispo de México.
42. La popularidad de Fernández de Lizardi era enorme, y se creía que su inclinación a las ideas independentistas influían tanto en el pueblo que el virrey tuvo que tomar medidas para im-pedir la continuación de su periódico, y como pretexto se eligió un artículo firmado por Fernández de Lizardi en el que se pedía al virrey, al mismo tiempo que se le felicitaba en el día de su cumpleaños, derogase el bando por el cual podían ser fusilados, sin ser de-gradados, los eclesiásticos que hubieran tomado parte en la revolución de independencia. Este número de El Pensador Mexicano fue el nueve de su publicación, y además de requisar sus números, por orden del virrey, Fernández de Lizardi fue detenido. Cayó en manos de las autoridades realistas después de haber andado algunos días oculto. Parece ser que le hicieron proposiciones para que se pasara abiertamente al campo de la rebeldía armada, proposiciones de las que tuvieron conocimiento José Gabriel Gil y Juan Francisco Olaeta, los dos incluidos en el proceso que por el motivo consignado se abrió a Fernández de Lizardi en 1812. Los tres fueron puestos en libertad en diciembre de 1813. Fernández