De Los Nombres de Cristo. Fray Luis de León

De Los Nombres de Cristo - Fray Luis de León


Скачать книгу

      Y baste haber dicho hasta aquí de lo que toca a este nombre.

      Y dicho esto, Marcelo calló; y Sabino prosiguió luego:

       CAMINO

       Índice

       [Es Cristo llamado Camino y por qué se le atribuye este nombre.]

      « Llámase también CAMINO Cristo en la Sagrada Escritura. Él mismo se llama así en San Juan, en el capítulo 14: ‘Yo —dice— soy camino, verdad y vida’ . Y puede pertenecer a esto mismo lo que dice Esaías en el capítulo 35:6’ Habrá entonces senda y camino, y será llamado camino santo, y será para vosotros camino derecho’ . Y no es ajeno de ello lo del salmo 15: ‘Hiciste que me sean manifiestos los caminos de vida’ . Y mucho menos lo del salmo 66: ‘Para que conozcan en la tierra tu camino’ , y declara luego qué camino: ‘En todas las gentes tu salud’, que es el nombre de Jesús. »

      —No será necesario —dijo Marcelo, luego que Sabino hubo leído esto— probar que Camino es nombre de Cristo, pues Él mismo se le pone. Mas es necesario ver y entender la razón por qué se le pone y lo que nos quiso enseñar a nosotros llamándose a sí Camino nuestro. Y aunque esto en parte está ya dicho, por el parentesco que este nombre tiene con el que acabamos de decir ahora, porque ser Faces y ser Camino en una cierta razón es lo mismo; mas porque, además de aquello, encierra este nombre otras muchas consideraciones en sí, será conveniente que particularmente digamos de él.

      Pues para esto, lo primero se debe advertir que camino en la Sagrada Escritura se toma en diversas maneras. Que algunas veces camino en ella significa la condición y el ingenio de cada uno, y su inclinación y manera de proceder, y lo que suelen llamar estilo en romance, o lo que llaman humor ahora. Conforme a esto es lo de David en el salmo, cuando hablando de Dios dice: « Manifestó a Moisés sus caminos. » Porque los caminos de Dios que llaman así, son aquello que el mismo salmo dice luego, que es lo que Dios manifestó de su condición en el Éxodo, cuando se le demostró en el monte y en la pena, poniéndole la mano en los ojos pasó por delante de Él, y en pasando le dijo: « Yo soy amador entrañable, y compasivo mucho, y muy sufrido, largo en misericordia verdadero, y que castigo hasta lo cuarto, y uso de piedad hasta lo mil». Así que estas buenas condiciones de Dios y estas entrañas suyas son allí sus caminos.

      Camino se llama en otra manera la profesión de vivir que escoge cada uno para sí mismo, y su intento y aquello que pretende o en la vida o en algún negocio particular, y lo que se pone como por blanco.

      Y en esta significación dice el salmo: « Descubre tu camino al Señor, y Él lo hará. » Que es decirnos David que pongamos nuestros intentos y pretensiones en los ojos y en las manos de Dios, poniendo en su providencia confiadamente el cuidado de ellos, y que con esto quedemos seguros de Él que los tomará a su cargo y les dará buen suceso. Y si los ponemos en sus manos, cosa debida es que sean cuales ellas son; esto es, que sean de cualidad que se pueda encargar de ellos Dios, que es justicia y bondad. Así que, de una vez y por unas mismas palabras, nos avisa allí de dos cosas el salmo: una, que no pretendamos negocios ni prosigamos intentos en que no se pueda pedir la ayuda de Dios; otra, que después de así apurados y justificados, no los fiemos de nuestras fuerzas, sino que los echemos en las suyas, y nos remitamos a Él con esperanza segura.

      La obra que cada uno hace, también es llamada camino suyo. En los Proverbios dice la Sabiduría de sí: « El Señor me crió en el principio de sus caminos» ; esto es, soy la primera cosa que procedió de Dios. Y del elefante se dice en el libro de Job que es el « principio de los caminos de Dios»; porque entre las obras que hizo Dios cuando crió a los animales es obra muy aventajada. Y en el Deuteronomio dice Moisés que « son juicio los caminos de Dios; queriendo decir que sus obras son santas y justas. Y el justo desea y pide en el salmo que « sus caminos» , esto es, sus pasos y obras, se enderecen siempre a « cumplir lo que Dios le manda que haga» .

      Dícese más camino el precepto y la ley. Así lo usa David: « Guardé los caminos del Señor y no hice cosa mala contra mi Dios. » Y más claro en otro lugar : « Corrí por el camino de tus mandamientos, cuando ensanchaste mi corazón. »

      Por manera que este nombre camino, demás de lo que significa con propiedad, que es aquello por donde se va a algún lugar sin error, pasa su significación a otras cuatro cosas por semejanza: a la inclinación, a la profesión, a las obras de cada uno, a la ley y preceptos, porque cada una de estas cosas encamina al hombre a algún paradero, y el hombre por ellas, como por camino, se endereza a algún fin.

      Que cierto es que la ley guía, y las obras conducen, y la profesión ordena, y la inclinación lleva cada cual a su cosa.

      Esto así presupuesto, veamos por qué razón de éstas Cristo es dicho Camino; o veamos si por todas ellas lo es, como lo es, sin duda, por todas.

      Porque, cuanto a la propiedad del vocablo, así como aquel camino — y señaló Marcelo con el dedo, porque se parecía de allí— es el de la corte, porque lleva a la corte y a la morada del rey a todos los que enderezan sus pasos por él, así Cristo es el Camino del cielo, porque, si no es poniendo las pisadas en él y siguiendo su huella, ninguno va al cielo. Y no sólo digo que hemos de poner los pies donde Él puso los suyos, y que nuestras obras, que son nuestros pasos, han de seguir a las obras que Él hizo, sino que —lo que es propio al camino— nuestras obras han de ir andando sobre él, porque, si salen de él, van perdidas. Que cierto es que el paso y la obra que en Cristo no estriba y cuyo fundamento no es Él, no se adelanta ni se allega hacia el cielo.

      Muchos de los que vivieron sin Cristo abrazaron la pobreza y amaron la castidad y siguieron la justicia, modestia y templanza; por manera que quien no lo mirara de cerca, juzgara que iban por donde Cristo fue y que se parecían a Él en los pasos; mas, como no estribaban en Él, no siguieron camino ni llegaron al cielo. La oveja perdida, que fueron los hombres, el pastor que la halló, como se dice en San Lucas, no la trajo al rebaño por sus pies de ella ni guiándola delante de sí, « sino sobre sí y sobre sus hombros» . Porque, si no es sobre Él, no podemos andar; digo, no será de provecho para ir al cielo la que sobre otro suelo anduviéremos.

      ¿No habéis visto algunas madres, Sabino, que teniendo con sus dos manos las dos de sus niños, hacen que sobre sus pies de ellas pongan ellos sus pies, y así los van allegando a sí y los abrazan y son juntamente su suelo y su guía? ¡Oh piedad la de Dios ! Esta misma forma guardáis, Señor, con nuestra flaqueza y niñez. Vos nos dais la mano de vuestro favor; Vos hacéis que pongamos en vuestros bien guiados pasos los nuestros; Vos hacéis que subamos; Vos que nos adelantemos; Vos sustentáis nuestras pisadas siempre en Vos mismo, hasta que, avecinados a Vos, en la manera de vecindad que os contenta, con nudo estrecho nos ayuntáis en el cielo.

      Y porque, Juliano; los caminos son en diferentes maneras, que unos son llanos y abiertos, y otros estrechos y de cuesta, y unos más largos, y otros que son como sendas de atajo; Cristo; verdadero Camino y universal, cuanto es de su parte, contiene todas estas diferencias en sí; que tiene llanezas abiertas y sin dificultad de estropiezos, por donde caminan descansadamente los flacos; y tiene sendas más estrechas y altas para los que son de más fuerza; y tiene rodeos para unos, porque así les conviene, y ni más ni menos por donde atajen y abrevien los que se quisieren apresurar.

      Mas veamos lo que escribe de este nuestro Camino Esaías : « Y habrá allí senda y Camino, y será llamado Camino santo. No caminará por él persona no limpia, y será derecho este Camino para vosotros, los ignorantes en él no se perderán. No habrá león en


Скачать книгу