Repensar los museos y centros de ciencias. César A. Domínguez
potencialidades y limitaciones de cada uno de los medios de comunicación que se utilizarán. Si todos los integrantes del equipo de trabajo comprenden el contenido científico a nivel de divulgación, tienen nociones sobre cómo se deberían de comunicar pensando en el público potencial, así como una idea básica sobre cómo emplear los elementos técnicos y creativos que tienen a su disposición, estarán en mejores condiciones de participar en una discusión colectiva sobre cuál es la mejor forma de presentar el tema en cuestión.
Todos los documentos resultantes (minutas y acuerdos de las reuniones, guiones temáticos, conceptuales y museográficos; actividades, materiales complementarios y guías para maestros; diseños de equipos, planta museográfica, manuales de operación y mantenimiento; manuales de capacitación de los guías, observaciones de seguridad, presupuestos, cronogramas, los servicios educativos, resultados de las evaluaciones, etc.) deberán integrarse en un expediente o memoria del proyecto. Estos documentos son de suma utilidad para decisiones posteriores en cuanto a actualizaciones y cambios, investigaciones, estudios, tesis y publicaciones; informes de trabajo del personal involucrado, un registro histórico y como un aprendizaje para futuros proyectos.
Los proyectos museológicos de la magnitud de la renovación de un museo como Universum son vulnerables ante cambios políticos y económicos, sobre todo de las instituciones que colaboran en el mismo. Por lo tanto, en la medida en que el proyecto esté bien fundamentado, con una estrategia clara a largo plazo y con la aceptación de la comunidad en la cual está inmerso, tendrá más posibilidades de sobrevivir y continuar.
Una propuesta de cómo elaborar un proyecto museológico de esta envergadura se presenta en el capítulo “Planeación del proyecto de renovación del Universum” de Javier Arias. En este capítulo se hace una descripción de las actividades y tareas que comprenden las distintas etapas de desarrollo: el diagnóstico, la planeación, la programación, la ejecución, así como las actividades relativas la gestión y el control del proyecto de renovación del Museo de las Ciencias Universum.
La narrativa del proyecto
Como se mencionó previamente, la misión, visión y los objetivos del proyecto museológico son los ejes rectores y deberán estar presentes a lo largo de todo el proyecto desde el análisis del contexto, la planeación, la realización, la operación, la relación con la comunidad y los distintos públicos; la promoción, la consecución de patrocinios, la evaluación de todo el proceso y los resultados. A partir de esta propuesta se plantea la narrativa del proyecto que constituye el cerebro, el corazón y la columna vertebral del mismo.
La tendencia actual de los MCC es que la misión de estos, como espacios de educación informal, contribuya a la construcción de una cultura científica para la población con el fin de que los ciudadanos adquieran elementos básicos de ciencia que les permitan tomar decisiones informadas, tanto en lo personal como en lo colectivo, en asuntos relacionados con la ciencia y sus aplicaciones. Además, se busca fomentar un pensamiento crítico, una comprensión de cómo se hace la ciencia y ciertas actitudes y valores con el fin de que estas decisiones se conviertan en acciones responsables y comprometidas con el entorno natural, social y cultural de los individuos, con miras a un desarrollo sostenible, la conservación del planeta y el bienestar social. En el capítulo “Fundamentos teóricos y metodológicos para establecer la narrativa del proyecto de renovación de un museo y centro de ciencias”, a partir de una propuesta fundamentada en la teoría y numerosas investigaciones, estudios y consultas a expertos, se muestra cómo se construyó la narrativa de Universum.
Como se mencionó en la introducción de este capítulo, el mundo actual se enfrenta a grandes desafíos que son una amenaza para el futuro del planeta y de todas las especies que la habitan, incluidos los seres humanos. Las soluciones a estos retos requieren acuerdos internacionales y nacionales que deben convertirse en acciones locales. Tales soluciones están destinadas al fracaso si no se cuenta con la participación de todos los sectores y niveles de la población: los gobiernos, los tomadores de decisiones, la comunidad científica y técnica, el sector productivo, el sector educativo y absolutamente todos los seres humanos que habitan la Tierra. Es fundamental que todos los niveles educativos, los medios de comunicación y los espacios de educación informal como los MCC unan esfuerzos en esta labor titánica pero imprescindible de proporcionar a la población los conocimientos, destrezas y actitudes que se necesitan para tomar decisiones informadas y para actuar responsablemente ante tales retos. Los MCC tienen características únicas que los convierten en instituciones que pueden desempeñar un papel protagónico en esta gran tarea. María del Carmen Sánchez Mora aborda esta discusión en el capítulo “Las exhibiciones críticas: un enfoque complementario en la museología de la ciencia”, y propone una forma actual y novedosa para exhibir los contenidos de una exposición en la cual se exponen retos como los mencionados, presentando las controversias y aportando al visitante elementos para que saque sus propias conclusiones, con el fin de motivarlo a participar en las soluciones.
Uno de los mensajes más importantes es que en la ciencia existen todavía muchas controversias y problemas por resolver. La ciencia, aunque es el conocimiento más fundamentado y estructurado que tenemos para entender nuestro entorno, también es un producto humano que depende del contexto cultural, social, político y económico en el que se desarrolla. Es un conocimiento en continua evolución, en el cual todavía no se tienen todas las respuestas. Esta situación confunde al público lego que muchas veces considera que como la ciencia no proporciona soluciones contundentes a los problemas es mejor esperar a que existan y por lo tanto no tomar ninguna acción. Muchas veces el público confunde incertidumbre con ignorancia y no comprende que la incertidumbre es inherente a todo problema complejo en el cual existen muchas variables. Por lo anterior, es fundamental comunicar que con lo que ya se sabe es posible hacer predicciones que permiten tomar decisiones oportunas, un ejemplo de lo anterior es el cambio climático. Dado que es un problema tan complejo cuyas soluciones para hacerle frente a los retos asociados depende de una gran cantidad y variedad de factores, incluidos los económicos, culturales y políticos, el estudio y el desarrollo de propuestas requiere de la colaboración de un gran equipo multidisciplinario de expertos en diferentes aspectos del tema para la construcción de escenarios a partir de lo que ya se sabe para hacer predicciones. Por lo anterior, es importante que el visitante al museo entienda cómo se hace la ciencia, cómo saben los científicos lo que saben y cómo se puede usar ese conocimiento. Muchas veces la aplicación de tales conocimientos para beneficio personal o colectivo implica un cambio de actitud, de hábitos, así como de valores. Por lo tanto, el papel fundamental de los museos se encuentra en el impacto que generan en lo emotivo.
La experiencia del visitante
Los museos deben ser recintos en los cuales sus visitantes encuentren experiencias que no se pueden vivir en ningún otro lado. Por lo tanto, se debe buscar la forma de crear experiencias ricas y novedosas. El modelo de la Experiencia Interactiva desarrollado por Falk y Dierking (1992) proporciona un buen instrumento para comprender la complejidad de la experiencia. En este modelo se propone que la experiencia del visitante comienza desde el momento en que se decide ir al museo, incluye lo que vive en el museo y continua años después con los recuerdos de la visita. Propone tres contextos para analizar la experiencia de visitar el museo: el personal, el social y el físico.
A grandes rasgos, el contexto personal de un sujeto es el resultado de muchos factores, como su historia personal, sus antecedentes genéticos y culturales; sus motivaciones, intereses, estado de ánimo, conocimientos previos y creencias. El contexto social es el resultado de la socialización, con quien visita el museo (acompañantes, grupo, familia) y las interacciones con el personal de este, como los guías. El contexto físico incluye fundamentalmente factores museográficos, como la arquitectura, el tamaño del edificio, la señalización, la iluminación, la temperatura, la facilidad para circular, el ruido, los acabados y el ambiente en general.
La experiencia del visitante se encuentra en la intersección de estos tres contextos. Sin embargo, dada la gran cantidad de variables que los componen, así como las posibles combinaciones e interacciones entre todos estos factores, el resultado es que la experiencia de cada visitante es única e irrepetible. A pesar de esta complejidad, es importante tener presente estos tres contextos al planear, diseñar y evaluar la experiencia.
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