El deseo prohibido de Doug. Darlis Stefany
un suéter guardado, pero no lo creo, nada más mira que no ha comenzado el concierto y ya se siente como calor.
—Sí, pero luego saldremos a la típica fría noche de Londres.
—Bueno, entonces algo bueno que traje mi suéter —digo entre risas y mirando a mi alrededor.
—¿Qué sucede? —me pregunta escrutándome con sus ojos.
—Estoy viendo dónde puedo conseguir algo de beber —respondo alzándome en las puntas de mis pies.
—Deja y voy por algo. ¿Quieres algo, Katherine?
—Un caramelo, por favor, creo que necesito algo de dulce —responde. Doug ríe y desaparece.
Katherine se acerca a mi oído para escucharse por sobre la música de fondo que comienza a reproducirse por los parlantes, además de los gritos y ruido común de miles de personas localizando sus asientos.
—Creo que vomitaré. Estoy demasiado nerviosa.
—Respira hondo, Kathe, vamos, solo es Asthon, lo conoces bien, lo conoces muy bien, así que relájate.
—Tienes razón —dice, asintiendo rápidamente con su cabeza, razón por la que río mientras sostengo su rostro con mis manos evitando que se desnuque.
—Tampoco sacudas tu cabeza de esa forma, pareces una demente.
—¿Qué tal, Doug? Parece cautivado por tu espalda y trasero —bromea, dándome un suave empujón—, él puede ser pervertido, quisquilloso y bromista, Hil, pero es tan dulce, un caballero.
—Eso no se puede negar.
—Por cierto, Kae me dijo algo de Ethan que me causa gracia.
—A ver, comparte la información.
—Ethan casualmente le ha preguntado a Kae por Grace y luego casualmente se dejó caer al apartamento de Kae el día que ellas iban a ver uno de los lugares que están revisando para la editorial que Kae quiere tener —dice—. ¿Qué opinas?
—Quizás sí le guste, pero hay que recordar que a Ethan no le van las relaciones, principalmente él no tiene muy buena visión de sí mismo en eso, así que dudo realmente que ahí haya algo. Ethan no es ni un poquito confiado.
—Sí, después de todo desde Samantha ya no se le ha visto con ninguna novia —comenta Katherine—. ¿Sabes? A mí me gustaba Sami, ella era dulce con las fivers y hacían tan grandiosa pareja, además, era discreta, ya sabes, no nos presumía que tenía a Ethan.
Ladeo mi cabeza de un lado a otro, ahorrándome mis comentarios, por supuesto que parte de Samantha era así, pero había más de ella para contar de lo que a cualquiera le gustaría saber, más de lo que a Ethan le gustaría hablar.
—A veces vemos lo que algunas personas nos dejan ver Kathe, no siempre vemos todo de las personas.
—Bueno, ahora vas a dejarme con una gran duda porque no vas a chismear de la vida de Ethan. ¿Cierto?
—Has acertado.
Ella ríe suavemente y justo Doug llega con un Coca-Cola para mí, junto a dos barras de chocolate y una paleta de colores para Katherine. Él, por su parte, tiene una cerveza que toma de manera despreocupada mientras se gira y saluda con su mano a unas fans de primera fila que dejan su garganta y voz llamándolo con reiterados alaridos.
—Ahora vuelvo, iré a firmarles y saludar, no quiero que se queden sin voz antes del concierto —nos dice y camina hacia la primera fila donde todas se encargan de chillar.
Katherine comienza a comer su paleta guiñándome un ojo.
—¿Lo ves? Doug es increíblemente dulce Hilary —dice—, al menos cuando está contigo y las fivers.
Abro mi Coca-Cola junto a una de las barras de chocolate, la otra la guardo. Mientras muerdo mi barra de chocolate no pude evitar pensar que Katherine tiene razón. Doug es dulce, o al menos lo es conmigo.
La cantante telonera que abre el concierto, es lo suficiente nueva para que no muchos sepan sus canciones, pero lo suficiente buena para que todos intentemos tararearla. Es entretenida aunque todos parecen ansiosos de ver a Ashton, incluyéndome.
No es que sea una súper fanática de Ashton, pero me gustan muchas de sus canciones, además, su estilo es bueno, fácilmente podría codearse con Ed Sheeran o Bruno Mars, eso ha de dar una idea de lo bueno que es Ashton.
Según la hora en mi celular son las nueve y quince. Ashton sale al escenario y, bueno, tal vez yo debo sacar una linda foto acerca de cómo Katherine parece no querer mirar a ninguna otra parte.
Mujer enamorada.
—¿Ella ha entrado en trance o algo así? —cuestiona Doug en mi oído, y no puedo evitar reír.
—No lo sé, al menos ella está respirando —digo y esta vez es él quien ríe.
Ashton solo va acompañado de una guitarra acústica y me sorprendo al ver que no lleva su medianamente cabello ondulado, de hecho, lo cortó y se ve exactamente de la edad que tiene, 22, no luce aniñado, luce serio y mucho más caliente que antes.
—¡Él cortó su cabello! —digo, señalándolo. Katherine me sonríe.
—¡Lo sé! Se ve increíble —me dice con una gran sonrisa volviendo su vista al escenario.
Después de unos arpegios enérgicos en la guitarra y el acompañamiento de una pequeña sección de cuerda, Ashton comienza a cantar y realmente su voz es grave pero, en algunas notas, puede tornarse aguda de una manera sorprendente.
No es difícil perderse en su voz durante toda la canción, y cuando él sonríe, si bien es cierto que hay una gran cantidad de fanáticos o seguidores masculinos, también es muy cierto que por esas sonrisas muchas chicas están gritando.
Doug ríe y se inclina hacia mí.
—A él le avergüenza un poco cuando las chicas gritan cosas perversas que quieren hacerle —me dice—, él me lo confesó, se incómoda cuando se vuelven muy subido de tonos los halagos.
Ashton finaliza la segunda canción y es cuando se acerca por primera vez al micrófono con una sonrisa.
—Buenas noches, es un agradable placer cantar y tocar para ustedes esta noche —parece que guiña un ojo a algún lugar del público donde juran amarlo—, veo que esta noche me acompañan grandiosas personas, pero también me acompaña un gran amigo. Un saludo para el dolor más molesto en el trasero y a la vez el amigo más necesario, Doug. Di «hola, amigo».
Ashton señala a Doug y en algún momento me parece, y da la impresión de que su mirada nota a Katherine, porque mientras el público enloquece por el foco estando en Doug, que saluda tal cual reina, Ashton tiene una expresión de sorpresa.
Doug no le dijo para quienes eran las entradas, bueno, esperemos y esta sea una buena sorpresa para él.
• • •
Doug le dice algo a Ashton que lo hace reír, aun cuando su mirada se escapa de vez en cuando a Katherine, quien se encarga de ver todo a su alrededor. Esto es solo un poco incómodo. De acuerdo, es muy incómodo.
—Por cierto, ese fue un gran concierto —le digo para no estar en silencio, aun cuando Doug puede llenarlo, habla mucho.
—Gracias, Hilary, me alegra que te gustara —dice con una sonrisa dirigida hacia mí y codiciada por Katherine.
Hago como que me sobresalto tomándolo por sorpresa al igual que a Doug, tomo el brazo de este último mientras él me observa enarcando una de sus cejas.
—¡He olvidado algo en tu auto! Vamos rápido, por favor, será rápido —digo, me parece que Doug quiere sonreír porque desde luego yo ni siquiera vine en su auto, solo espero y no decida llevarme la contraria y dejarnos en ridículo.
—De acuerdo, ahora vuelvo Ashton —anuncia,