Terapia de la posesión espiritual. José Luis Cabouli
de una pareja. Porque cuando estamos a solas, en la intimidad de la pareja, ¿quién nos asegura de que estamos realmente solos? ¿Cómo es hacer el amor cuando hay dos o más presencias invisibles de cada lado? Pronto tendrán un par de ejemplos de lo que estamos hablando donde comprenderán mejor hasta dónde puede llegar esta influencia. Las almas perdidas pueden llegar a provocar tensión y distancia en las relaciones de pareja y a menudo son la causa de la confusión acerca de la identidad sexual. En su experiencia clínica, Edith Fiore encontró que una de las causas de la homosexualidad es la posesión por espíritus del sexo opuesto. Si la posesión tuvo lugar antes de la pubertad, el desarrollo sexual se veía desde entonces desorganizado y el poseído crecía creyendo que él deseaba parejas sexuales del mismo sexo cuando en realidad eran los entes los que estaban haciendo la elección.
La presencia de más de una voluntad en el subconsciente de una persona nos da pautas para entender mejor el caso de las personalidades múltiples. Un psicótico, ¿es verdaderamente un psicótico o hay alguien más allí que está interfiriendo con los procesos mentales de esa persona? No tengo experiencia en psiquiatría para poder profundizar más en este punto, pero si una persona con el diagnóstico de psicosis ha tenido un trauma severo en su infancia, es seguro de que ha perdido una parte de su alma o de su energía vital y eso significa que tiene una brecha en su campo vibratorio por la cual pueden entrar todo tipo de energías. Desde el momento en que en una misma sesión terapéutica pueden manifestarse en una persona varias entidades diferentes, cada una con su propia historia, modalidad de expresión, lenguaje, emociones y sensaciones, la posibilidad de perder la cordura está al alcance de cualquiera. Aquí conocerán algunas historias que los harán reflexionar sobre esta posibilidad.
Cuando hablamos de la presencia de más de una voluntad, ¿cuántas almas perdidas puede albergar el campo vibratorio de una persona? Seguramente se van a sorprender con la respuesta, pero la verdad es que puede haber cientos de ellas en la atmósfera energética de una persona. Al principio de mi práctica yo me sorprendía cuando, en una misma sesión, llegaban a manifestarse hasta cinco voluntades diferentes en un paciente y me hacía a mí mismo la pregunta que acabo de formular. Con el tiempo, me di cuenta de que, tal como lo afirmaba Edith Fiore, podía llegar a haber hasta decenas de entidades en una persona. Confieso que yo estaba bastante perplejo con esto. ¿Cómo era posible que esto sucediera? Resolví la incógnita cuando comprendí que el alma es un campo de energía que puede fragmentarse o disociarse y que un fragmento, por pequeño que sea, contiene toda la información del campo original. La pista final me la dio una entidad que habitaba junto con otras en el plexo solar de un paciente formando una colonia. Al manifestarse en la sesión terapéutica a través del paciente que parasitaba me dijo: Para nosotros, el plexo solar de una persona es como el sistema solar para ustedes. Aquí podemos caber miles sin siquiera tener relación unos con otros. La explicación me pareció coherente con los postulados de la física cuántica, con la evidencia clínica de los pacientes y el hallazgo de partículas intrusas por decenas en las bioelectrografías.
Los síntomas que puede presentar una persona sujeta a una influencia espiritual pueden ser tan variados como los motivos que llevan a un paciente a consultar con un terapeuta. Al fin y al cabo, muchas de las sensaciones que aquejan al consultante en estas condiciones pertenecen al alma perdida que las arrastra de su vida en el cuerpo físico. Veamos pues, sin pretender agotarla, una lista de las manifestaciones clínicas más comunes que una persona puede padecer cuando se encuentra bajo la influencia de almas perdidas o energías extrañas:
Escuchar voces que hablan dentro de la cabeza o fuera de ella
Pensamientos extraños y obsesivos
Trastornos compulsivos
Obsesiones de todo tipo
Personalidad múltiple
Cambios repentinos en la personalidad o en el humor
Confusión mental
Falta de voluntad
Somnolencia fuera de los horarios habituales del sueño
Cansancio o fatiga crónica
Dolores o síntomas físicos en ausencia de patología orgánica
Enfermedades psicosomáticas
Fobias y miedos
Ideas de suicidio
Agresividad repentina
Conflictos vinculares
Conflictos afectivos
Conflictos de pareja
Trastornos o cambios en la esfera sexual
Adicciones
Depresión, angustia o ansiedad
Obesidad
Anorexia
Dificultades que se presentan sistemáticamente al emprender ciertas tareas
Como pueden apreciar, estos son síntomas o trastornos que pueden deberse a otras causas y que no son específicos de la presencia de almas perdidas. No debe sorprendernos que así sea, ya que los síntomas pertenecen, después de todo, a una persona muerta que ahora es un alma perdida. Es el momento de la aparición del síntoma lo que lleva a sospechar que éste puede deberse a la presencia de un alma perdida. Si el síntoma comienza luego del fallecimiento de un familiar o después de una intervención quirúrgica o de un accidente grave o quizás después de la visita a un cementerio existe la posibilidad cierta de que la persona ha sido invadida por una energía intrusa. Si se tratara de una personalidad múltiple o de escuchar voces invisibles que acosan a la persona, yo no dudaría un segundo en sospechar que estoy frente a un caso de influencia o acoso espiritual.
La influencia espiritual se ejerce y se padece independientemente de nuestras creencias. Todos, absolutamente todos, podemos ser objeto y sufrir las consecuencias del accionar de energías intrusas. Recuerdo una anécdota que relata Albert de Rochas en su libro Las vidas sucesivas, allá por el año 1894. En sus investigaciones sobre la regresión de memoria, Rochas se encontró con la manifestación de una entidad espiritual llamada Vincent, en Mireille, uno de sus sujetos de investigación. Vincent manifiesta ser una personalidad diferente de Mireille y le relata a Rochas, entre otras cosas, su encarnación en otro sistema solar. Rochas descree de la existencia real de Vincent, ante lo cual éste le replica: Felizmente sus dudas no me impiden existir. Las almas perdidas son una realidad natural y tanto su existencia como su accionar sobre los seres vivos no dependen de nuestras creencias.
Tipos de almas perdidas
A lo largo de dieciocho años de trabajo terapéutico con la TVP me he encontrado con diversos tipos de entidades. He cotejado mi experiencia con la de otros autores y seguramente todavía hay mucho por descubrir y conocer en este ámbito de la clínica. Sin embargo, aunque la variedad de entidades intrusas que pueden actuar sea incontable existe un patrón de comportamiento común que puede ser reconocido fácilmente. Por su forma de accionar y teniendo en cuenta los efectos de influencia, obsesión y posesión, podemos agrupar a la mayoría de las entidades responsables de estos efectos en dos grandes grupos.
El primer gran grupo está constituido por las almas perdidas propiamente dichas y comprende la mayoría de las entidades que usualmente se encuentran influenciando a las personas vivas. En este grupo tenemos, en primer lugar, a las almas perdidas familiares. Como su nombre lo indica, se trata de miembros de la familia de la persona afectada. En mi casuística terapéutica, hasta aquí sólo se han manifestado hasta el grado de bisabuelo. También consideramos como almas familiares a los amigos y conocidos de la persona a la cual se han adherido.
Dentro de este primer grupo encontramos otras almas perdidas a las cuales yo llamo oportunistas porque aprovechan una circunstancia que les resulta favorable para invadir el aura de una persona con la cual no tienen un vínculo afectivo. Generalmente se trata de seres desconocidos para la persona objeto de