Comunicación en sesión. Eduardo Issaharoff

Comunicación en sesión - Eduardo Issaharoff


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saturado por niveles reflexivos fue el modelo que utilizó Freud, al cual podemos relacionar con aspectos psicopatológicos de la estructuración obsesiva y con formas que permiten atravesar las defensas en esta problemática psicopatológica.

      2] Veamos un fragmento de la producción de David Liberman, publicado en un artículo de 1957, año que coincide con el comienzo de sus distintas innovaciones y perspectivas de abordaje de la clínica y psicopatología psicoanalítica. Se trata de un trabajo en el que propone un nuevo modelo de abordaje del paciente con características esquizoides.

      [...]

      Paciente: Ahora que entré... no sé si se fijó… abajo está lleno de coronas... Me acordé que se murió una señora, hija del portero... una mujer de 26 años; pobre chico el hijo de ella, tiene 2 años… Va a quedar con los abuelos que lo tratan bastante mal al pobre. Era una chica joven... un crimen; vaya a saber cómo la habrán atendido. Me da pena no tanto por ella sino por el pibe. Todos estos días estuve contando aquí cosas de muerte... no sé... le conté que murió esa chica... luego de ese muchacho que lo agarró un subterráneo... cuántas cosas macabras. Incluso estuve soñando con cosas macabras... así que... (va bajando la voz) probablemente esto contribuye para que esté en un estado de ánimo peor. No diría que estoy deprimida, sino, como dijo usted en una sesión ‘con los pelos de punta’, en un estado de temor... de inquietud. Por ejemplo, ayer por la noche dormí bastante poco. Los chicos se despertaron, pero igual me hubiera despertado, y yo en general soy de dormir bien... no soy de tener insomnio” (Se queda en silencio, y bruscamente aplica los brazos a su cuerpo y tiene un estremecimiento. Luego cambia la voz, y con tono tranquilo y reposado se dirige a mí) “Ah, me acordé que mi amiga “X” me preguntó qué hace falta para seguir psicoanálisis, y entonces le dije que llamara al Dr. ‘Y’. El le dio el nombre de dos o tres analistas para que consultara. Ella estudió filosofía, si le gusta va a seguir. Le vendría bien un poco de análisis a mi amiga. Pero, ¿por qué me acordé de esto? (Va bajando el tono de la voz). Creo que era porque a raíz de eso le quería contar otra cosa, no sé (baja aún más la voz). Me parece que no quiero hablar... tengo un día confuso... me parece (levanta la voz) ¿Sabe qué?... que tuviera inhibición para hablar... se me ocurre otra cosa. Insomnio para no soñar... como tuve días anteriores sueños macabros y luego dos noticias de muerte más”.

      Le interpreté lo siguiente: “Al principio de la sesión usted estuvo aterrorizada porque la muerte andaba rondando en la sesión como en sus sueños. La sintió muy cerca suyo cuando tuvo el escalofrío; entonces se despertó, intentó despertarme preguntándome algo que me sacara de mi silencio. En el momento del escalofrío yo había muerto y luego le estaba llegando el turno a usted. Le sucedió aquí conmigo y con las cosas que se le pudieron aparecer en la sesión, lo que sucedió por la noche con sus hijos y con sus sueños”.

      La paciente respondió así: “Bue... sí... tengo angustia... congoja. Me doy cuenta de mi respiración entrecortada”.

      Le interpreté que ahora estaba acongojada como el nieto del portero de la casa, luego de que la muerte le arrebató la madre. Entonces cambia de voz, se enternece y me dice lo siguiente: “Hoy por la mañana Raulito (su hijo menor de pocos meses de edad) se levantó contento. Quería empezar a hablar. Lo vi tan débil, tan dependiente, no sabe agarrar una galletita con la mano. Me pareció un copito de algodón, una cosa que el viento lleva de un lado para otro, que necesita mucho cuidado. Sigo pensando en las cosas que hace Raulito, que le hace sonrisitas al padre y a Eduardito (su hijo mayor, de tres años)... a él cómo lo busca. Eduardito se acercaba de golpe, le daba un bife y se escapaba. Ahora se tomó la costumbre de hacerle una seguidilla de bifes y se escapa y Raulito cierra los ojos para protegerse cuando escucha que se acerca; luego, cuando lo ve de lejos, pobrecito, le hace sonrisitas... pobrecito lo busca”.

      Entonces le hice la interpretación correlativa entre lo que conscientemente me estaba relatando y lo que inconscientemente me hacía y hacía consigo misma. Le dije que ahora que el espanto ante la muerte y la congoja ante el abandono habían pasado, con las dos interpretaciones anteriores tenía el tierno bienestar de Raulito al despertarse y que, al contarme enternecida las cosas de su hijito, me estaba buscando.

      Se queda en silencio, y por primera vez noto que empieza a lagrimear. Me dice que está confusa, que no entiende; luego me dice que sí, que entiende pero que no puede unir todo eso. Quiere hacerme una pregunta, pero luego agrega que no puede formularla porque no puede unir las partes de la frase. Le interpreto que no puede unir el espanto ante la muerte, la congoja por mi silencio, la ternura a raíz de mis interpretaciones. Pero esta vez no cerró los ojos a sus sentimientos, los sintió en sus mismos ojos con las lágrimas.

      [...]

      En este fragmento de sesión de Liberman podemos señalar matices comunes con el fragmento anterior de Freud; se trata de un diálogo con intensidad dramática, donde hay cambios detectables en las intervenciones de los pacientes a nivel verbal o emocional. No excluimos los diferentes modelos teóricos psicopatológicos de abordaje con que puedan explicarse síntomas y cambios; pero sostenemos la necesidad de un modelo que encuadre y describa un trozo de experiencia clínica sin saturarlo con los enunciados metapsicológicos, nos permitirá un punto de partida para detectar coincidencias y diferencias, y eventualmente disminuir las babelizaciones en nuestro diálogo intercolegas, objetivo tan valorado en la obra de Liberman.

      3] A continuación citaremos un material de la Dra. Susana Dupetit a la cual consideramos una de las colegas que más ha desarrollado y asumido los postulados libermanianos en sus distintos trabajos, consideraciones y sobre todo en muestreos de viñetas y material clínico, así como en algunas de las modelizaciones conceptuales. Se trata de una presentación sobre modelos en psicoanálisis, efectuada en las Jornadas sobre Epistemología de la Asociación Psicoanalítica del Uruguay en 1990.

      Extraemos del trabajo de la Dra. Susana Dupetit el siguiente párrafo:

      [...]

      “Me referiré a estructuras que modelizan el aparato psíquico y permitirían, por analogía e isomorfismos incompletos, datos sobre el mismo, dado que presionando sobre una estructura (a través de la interpretación en un estilo 6 por ejemplo) se actúa sobre otra, produciendo modificaciones que se evidencian, para David Liberman, por el enriquecimiento del estilo verbal y la armonización de las relaciones habla-gesto.

      A continuación una pequeña conversación entre una analista y un paciente esquizoide a ocho años de iniciado el tratamiento. Viene aquí el extracto de la viñeta clínica:

      Analista: (Ante un silencio muy prolongado del paciente) ¿Se quedó conversando con alguien?

      Paciente: No, es una dimensión de pocas imágenes quietas.

      A: Si cobraran movimiento ¿hablarían de su amor por mí?

      P: Creo… eso es fuerte… pero cierto… Por ahora dígalo usted. Hay más facilidad para hablar de frío, lejanía... música… Pero cada vez que me voy a la dimensión quieta es una sensación de fracaso… (Silencio prolongado) Poder decir que es bueno… el cariño... directamente eso sería una fiesta para toda mi vida. Ayer me acordé de usted cuando iba por la calle. Por de pronto los edificios tuvieron fondo, y yo le decía (sonríe) nombrándola, no son más planos… ¡el mundo tiene cuerpos!

      Poco tiempo después, el paciente dejó de llevarse por delante el marco de la puerta del consultorio, y junto con la espacialidad y las emociones, pudo entrar el amor genital.

      [...]

      4] Mencionaremos un material de Hilda Ojman de Kitainic, presentado en un Congreso sobre investigación del diálogo analítico, en Jornadas en Montevideo, Uruguay. Recortando uno de los aspectos críticos de un extenso proceso psicoanalítico, mostró cómo introdujo la semiología y el análisis del discurso como una estrategia básica que permitió virajes inferibles a través de la estructura del propio material discursivo.

      [...]

      Paciente: Soy toda un estado de nervios; estar sola horas y horas sin TV; no sé dónde meterme. Pensar, lo único, resultan los dramas más grandes… como un gato encerrado.


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