Ginecología General y Salud de la Mujer. Victor Miranda
de duración de la fase lútea de cada ciclo. El largo del ciclo anterior se utiliza para predecir el período fértil del ciclo actual. El período fértil se calcula, restando 18 días al ciclo más corto, este sería el primer día fértil, y el último día del período fértil se calcula restando 11 días al ciclo más largo que haya tenido en los últimos 6 a 12 meses. En promedio da un período fértil para este método entre los 8 y 12 días cada mes.
Temperatura corporal basal. Identifica la fase lútea del ciclo menstrual, con el incremento de la temperatura basal. Todos los otros días son considerados fértiles. Se debe identificar un cambio de al menos 0,2°C de la temperatura basal medida en la mañana a la misma hora cada día, pasados tres días del alza se considera que el período fértil está finalizado. Este método no identifica el inicio del período fértil, por lo que si se desea utilizar para prevenir embarazo la actividad sexual se debe restringir a la fase lútea del ciclo, y en general se utiliza en combinación con otros métodos.
Monitoreo del moco cervical. Identifica el comienzo y fin del período fértil según los cambios de las características del moco cervical. Se deben reconocer los cambios cíclicos en cantidad y consistencia del moco cervical.
Método sintotérmico. Se basa en el monitoreo del moco cervical, el cálculo del calendario y la monitorización de la temperatura basal. En la actualidad hay máquinas que monitorizan los niveles hormonales y detectan los metabolitos del estradiol y hormona luteinizante en la orina y saliva para facilitar el reconocimiento del período fértil.
Amenorrea de lactancia. Durante los prime-ros seis meses de la lactancia está suprimida la ovulación.
La efectividad de estos métodos naturales de planificación familiar es un IP para uso perfecto de 1-5% y sube a 2-25% para uso típico.
Los métodos naturales de planificación familiar tienen el beneficio que las pacientes logran una mejor comprensión del proceso reproductivo, con lo que permite a las parejas motivadas vivir un estilo de sexualidad con un diálogo abierto sobre la actividad sexual y la reproducción. Como no utilizan fármacos, no tiene efectos adversos ni contraindicaciones.
Para utilizar seriamente estos métodos, el ideal es capacitarse en el reconocimiento de los cambios del moco cervical y la recolección de la información. Se recomienda una formación con una instructora en métodos naturales de planificación familiar, enfermera o matrona durante tres ciclos menstruales, ya que hay ciertos fármacos o condiciones de salud que pueden alterar las características del moco cervical. Es de utilidad conocerlos, porque muchos pacientes motivados desean información sobre estas opciones.
Lecturas recomendadas
Baldszti E et al. Acceptability of the long term contraceptive LNG releasing intrauterine system: a 3 year follow up study. Contraception. 2003; 67: 87.
Center for Disease Control and Prevention, Nonoxynol-9 spermicide contraception use-United Sates, 1999, MMWR. 2002; 51: 389.
Criterios de elegibilidad para el uso de anticonceptivos CDC 2010.
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Mosher WD et al. Use of contraception and use of family planning services in the United Sates 1982-2002. Advance Data from Vital and Health Statistics. N° 350, December 10, 2004.
Ortiz ME, Croxatto HB. The modo of action of IUDs, Contraception. 1989; 36: 355.
Ortiz ME, Croxatto HB, Bardin CW. Mechanism of action of intrauterine devices. Obstet Gynecol Surv. 1996; 51 (Suppl): S42-S51.
Rosenberg MJ et al. Barrier contraceptives and sexually transmitted diseases in women: a comparison of female-dependent methods and condoms, Am J Pub Health. 1992; 82: 669.
Royal Collage of General Practitioners, Oral contraceptive study: Oral contraceptives, venous thrombosis, and varicose veins, J Roy Coll Gen Pract. 1978; 28: 393.
WHO Collaborative Study of Cardiovascular Disease and Steroid Hormone Contraception, Venous thromboembolic disease and combined oral contraceptives: results of international multicentre case-control study. Lancet. 1995; 346: 1575.
Winner B, Peipert JF, Zhao Q, Buckel C, Madden T, Allsworth JE, Secura GM. Effectiveness of long-acting reversible contraception. NEJM. 2012; 366: 1998-2007.
JORGE NEIRA M. Y MAURICIO BESIO R.
Pocas cosas hay tan profundas en lo humano como aceptar de manera libre y responsable a una persona en el plano sexual. Esta condición de ser sexuado, dada, misteriosa, muy compleja, que nos acompaña toda la vida, que atraviesa nuestros tejidos: físico, psíquico y espiritual, y que tiene una plenitud o vacío inscrita en su sentido, a la cual estamos llamados a alcanzarla o desperdiciarla con nuestra voluntad.
Por lo diversa que es la forma de ejercer la sexualidad humana, nos parece necesario hacer primero una reflexión del orden antropológico y ético, sabiendo que son múltiples los ámbitos en que esta dimensión se podría abordar, y de este modo acceder a un mínimo de inteligibilidad que nos permita prepararnos de manera adecuada como agentes sanitarios para responder a una necesidad de ayuda clínica planteada por nuestras pacientes.
¿Qué esconde la sexualidad que el mismo placer sexual no es capaz de satisfacer? Ella nos esconde y nos revela el misterio del hombre, nos habla de su soledad y de su complemento, de su carencia y de su plenitud, de nuestra pertenencia al mundo animal, pero también de nuestra propia trascendencia.
El profesor de moral José Noriega dice: “La sexualidad promete mucho, pero cosecha poco”. Eso devela lo que al final del día el hombre contemporáneo recoge de la vivencia sexual, no es lo que anhelaba, el placer sexual no se corresponde con las expectativas que la persona y la cultura proyectaban.
El objeto de nuestra reflexión es el acto sexual como máxima expresión de la sexualidad, sabiendo que para llegar a este plano hay un largo camino, muchas veces lleno de dificultades, incógnitas y desafíos. ¿Cuál es el concepto englobado en esta acción humana que pueda dejarnos saciados en cuanto a su verdadera naturaleza? Problema no menor para el lenguaje, empezaremos por acercarnos a lo que dicen las organizaciones del ámbito médico que nos cobijan.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se refiere a este objeto como:
Salud sexual es un bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es meramente la ausencia de enfermedad, disfunción o debilidad. La salud sexual requiere de un acercamiento positivo y respetuoso hacia la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de obtener placer y experiencias sexuales seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos (OMS, 2002, Archivo de Sexología).
En esta definición, que deriva de la definición general de salud de la OMS, se rescata el aspecto positivo de la salud sexual y no el mero impedimento de lograr las fases de la respuesta orgánica, además de otorgarle la calidad de derecho humano.
Otra definición de la OMS dice:
Sexualidad es un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los papeles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos y creencias, actitudes, valores, conductas prácticas, roles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir estas dimensiones, no obstante no todas ellas se vivencian o expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos y espirituales.
En esta idea queda claro que está abierto