A cuadro: ocho ensayos en torno a la fotografía, de México y Cuba. Beatriz Bastarrica Mora

A cuadro: ocho ensayos en torno a la fotografía, de México y Cuba - Beatriz Bastarrica Mora


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centrándonos en algo de lo que he hablado poco hasta ahora: la fachada personal. En el contexto general del Registro encontramos variadas maneras de construir dicha fachada por parte de los domésticos, algunas seguramente producto casi exclusivo de las muy limitantes disposiciones materiales en las que estas mujeres y hombres vivieron. Un grupo abundante de todas las personas que aparecen en el Registro —aproximadamente un 50 %— muestra un aspecto o bien extremadamente austero, o bien, además de austero, descuidado –por una aparente falta de higiene o por la vejez y desgaste de las ropas–: sencillas camisas de manta o algodón, blusas sin apenas adornos, enaguas lisas, pantalones desgastados y simples… En una gran mayoría de ocasiones, estas personas aparecen fotografiadas sentadas, con un encuadre de medio cuerpo, con la mirada perdida y con una calidad de toma e impresión fotográficas muy modesta. De todos los casos analizados en este primer grupo, ninguno de ellos pertenece a las fotografías que se han podido identificar como hechas por Magallanes,19 y eso es algo que llama poderosamente la atención.

      Imagen 5

      Fuente: Colección Particular de las hermanas Ana Rosa y Patricia Gutiérrez Castellanos.

      Fuente: Registro de Domésticos de la Ciudad de Guadalajara, Archivo Municipal de Guadalajara.

      García Canclini se refiere concretamente a los retratos fotográficos de los miembros de la élite occidental, que refuerzan su posición social por medio de la construcción sobre papel de una imagen de clase lo más “perfecta” y normativa posible. En el caso que nos ocupa, lo que encontramos, y que en mi opinión resulta tan estimulante para la investigación histórica, son dos clases sociales negociando, a través de diferentes estrategias, la construcción de la imagen de una de ellas, pero según las representaciones mentales, expectativas y reglas prácticas de ambas. O dicho de otro modo: observamos

      Volviendo a las fotografías tomadas por Magallanes, podemos decir que la gran mayoría de ellas presenta a la persona fotografiada de pie, con su cuerpo dirigido al objetivo de la cámara o, más habitualmente, un leve giro en tres cuartos a izquierda o derecha. Las miradas pueden dirigirse al espectador o lanzarse más allá de él, y con mucha frecuencia uno de los brazos se apoya en algún mueble. Magallanes utiliza para este fin, fundamentalmente, una veladora con espejo ovalado, una cómoda con aplicaciones labradas, otra completamente labrada y un par de sillas con distintas ornamentaciones. En algunos casos también aparecen como puntos de apoyo una falsa roca o un barandal.

      A estas decisiones del fotógrafo, y la decisión inicial de la empleada o empleado domésticos de vestirse —aparentemente— con sus mejores ropas para acudir a fotografiarse, se añade la actitud final de los últimos ante la cámara, la cual supone un ingrediente determinante en el producto acabado. Casi siempre notamos al retratado serio, rígido, relativa o claramente incómoda o incómodo en su piel mientras posa. Lo cual no es raro, pues para casi todos ellos esta fue la única ocasión en toda su vida en la que se enfrentaron a una intimidante cámara fotográfica. Hoy en día resulta difícil dimensionar adecuadamente —en esta nueva realidad de ubicuos celulares inteligentes, cámaras de vigilancia, pantallas planas y redes sociales— lo intenso de la experiencia de ser fotografiado por primera vez, de obtener una imagen plana que nos represente para siempre, que permanecerá como un sustituto de nuestras personas cuando ya no estemos. Pero esa era la realidad de entonces, y ello, junto con la esperable repetición, en el estudio fotográfico, de las habituales relaciones de clase en el lugar de trabajo a las que los empleados domésticos estaban acostumbrados, dio como resultado una serie de imágenes que flotan en una suerte de limbo a medio camino entre el retrato de estudio burgués y la fotografía de registro meramente informativa, y que resultan una mezcla extraña y a la vez funcional de


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