Liderazgo intuitivo. Alexia de la Morena

Liderazgo intuitivo - Alexia de la Morena


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a este punto, apela a la propia autocrítica y reflexiona contigo mismo si todas las veces que has empleado la intuición acertaste o, por el contrario, te sirvió para entender más aspectos y aprender algo nuevo, si la decisión que tomaste fue errada, que seguro que con el paso del tiempo, probablemente hayas convertido en éxito o sigas trabajando en ello en esa necesaria transformación hacia el cambio. Es necesario incidir en ello, porque existe un riesgo incontrolable de equivocarnos como condición humana a nuestro ser. Por ello, lo ponemos de manifiesto, a colación de la teoría de la probabilidad del matemático y científico Bernoulli, quién demostró que las probabilidades que existen en una decisión pueden ser dos resultados (acierto o fracaso).

      El ser humano necesita predecir escenarios como algo inherente a nuestra especie. Vas a alucinar con la cifra: tomas aproximadamente unas 4.000 decisiones predictivas al día (Alexia de la Morena, 2014) para tu bienestar diario, es decir, que tú buscas lo mejor para ti como instinto de supervivencia.

      Una acción que repetimos una y otra vez, sea cual sea la situación que estés viviendo, y tengas mucha o poca incertidumbre en tu vida, en la que, a veces como la vida misma, acertamos y otras fallamos. Pero todas estas decisiones son necesarias para poder afrontar tu futuro profesional y personal.

      Por ello te proponemos una serie de herramientas que puedes poner en práctica a través de los numerosos ejercicios prácticos en el libro. Es importante que conozcas los recursos para no paralizarte y aprender a gestionar la incertidumbre.

      Son pocas las personas que no tienen alguna anécdota acerca de cómo la intuición también les ha podido fallar en alguna ocasión ya que a veces aun viendo las señales, seleccionamos sesgadamente la información y nos equivocamos. Y si no solo recuerda… ¿qué te ocurrió cuando te lanzaste a alguien que pensabas que estaba realmente interesado en ti? Y ¿el tortazo que te pegaste porque creías haber visto señales, sin ser ciertas? Seguro que en esta también te sientes identificado… creías que el aumento salarial sería para ti, por encima de cualquiera de tus compañeros de trabajo, y finalmente no fue así o sencillamente pensaste que la empresa te ofrecería un puesto de cargo superior o un contrato y no lo hizo. Pero entonces ¿qué ha fallado? Probablemente el no tener en cuenta todas las variables en juego, sino solo las que más te interesaban a ti. Si a esto le sumas que las situaciones de estrés, los juicios instantáneos o la impaciencia, son armas de doble filo... La parte positiva es que sin lugar a dudas esas experiencias te han permitido crecer, aprender y sobre todo a tener en cuenta más variables y a mejorar tu estrategia. Cada golpe o piedra en el camino enseña, pero tienes que aprender a no darte con todas.

      En el tema de los aciertos, piensa en algún contrato que finalmente no llegaste a firmar porque tu intuición te decía que algo no marchaba bien, habiéndote salvado de una estafa, una quiebra o meramente de unos socios inadecuados por distintas señales que viste aunque no fueras capaz de identificar al inicio y solo con el paso del tiempo y perspectiva has podido verlo.

      Otro caso que probablemente hayas vivido es alguna entrevista de trabajo en la que dijiste que no porque el entrevistador no parecía creíble en la entrevista y era incoherente con lo que vendía, y luego hablaba de la empresa con una comunicación no verbal que mostraba un absoluto rechazo. Y otro más, fuiste a otra entrevista de trabajo en la que viste como trataba a otros empleados o la oficina estaba sucia, era muy oscura o las plantas estaban semimuertas y supiste rápidamente que ese no era tu sitio.

       Intuye y luego analiza … y lo más probable es que te sorprenderás”.

      Por este motivo hay que saber adaptarse a nuestra vida cotidiana y no perder oportunidades. Es necesario ser flexibles y no cerrarse a metas y fórmulas establecidas, no forzar situaciones o soluciones que han dejado de fluir de manera natural. Por ello es importante que sepas reaccionar y seguir jugando activamente como dueño de tu vida profesional y personal. Si eres capaz de adaptarte, seguro que eres el líder o el directivo que necesitan hoy día las empresas. ¿Eres consciente de ello? En ti está la respuesta.

      ¿ Cómo…? Te damos 4 pasos sencillos para conectar con tu intuición:

      1 Observa el contexto: amplía tus conocimientos y experiencias, siente emociones y sensaciones, mantén tu atención en el presente de la situación del aquí y el ahora.

      2 Toma perspectiva: con todos los puntos de vista y actores para buscar las alternativas más adecuadas.

      3 Determina objetivos: a través de la observación global y específica sin suponer nada a partir de ideas preconcebidas y ten en cuenta tu capacidad intuitiva.

      4 Define tus valores: empresariales, de equipo y personales. Debe de haber siempre un consenso y una coherencia entre ellos y la posible intuición que estás teniendo.

      Fuente: Elaboración propia Rienzi & De la Morena (2014).

      Cuando no somos capaces de procesar correctamente lo que nuestra intuición nos dice, la respuesta es no. Por ello debes utilizar tu inteligencia racional para que pueda ayudarte lo más posible en tus negocios y proyectos, al mismo tiempo que en tu vida personal, aliando información, fortalezas propias y del entorno y tu estrategia intuitiva. Un caso similar en el que agudizas tu ingenio y al que debes enfrentarte como directivo es cuando por falta de tiempo y acumulación de tareas debes revisar casos y contenidos en modo de lectura rápida en vertical, que te ayuda a poder estar actualizado con mayor rapidez por ejemplo en una reunión de equipo en la que se tratan varios temas.

      Bien es cierto que esa lectura rápida a veces se queda justa, cierto también es que en otros casos cuanto más la empleamos más experiencia tenemos para enterarnos por encima del tema y entrever lo más importante para nosotros o la compañía antes de tomar una decisión sin necesidad de perder más tiempo ya que, generalmente, no nos sobra ni un minuto en nuestro día a día. Efectivamente existe el riesgo de perder algún dato crucial para nuestra decisión, pero nos aporta mayores beneficios para enterarnos de casi todo.

      En el caso de nuestra capacidad intuitiva ¿puede ayudarnos a conseguir lo que deseamos en la vida? No cabe la menor duda que la intuición, como recurso cognitivo, nos facilita y ayuda a resolver algunas situaciones del día a día. Según la neurociencia parece que sí, la usamos en casi todo como consecuencia, de estar presente en nuestras vidas, con la que a través de ella percibimos sensaciones en nuestro cuerpo, mente y conciencia, como parte de una de las capacidades humanas orgánicas como lo son el resto de las físicas e intelectuales.

      ¿Sabías que tu mente está llena de procesamientos inconscientes en el cerebro, siendo la intuición un fenómeno que experimentas en infinitas ocasiones a lo largo de tu vida? Lo que significa que vamos en automático en numerosas ocasiones sin poder ser conscientes de todo.

      En realidad, a través de la intuición tenemos la capacidad de adquirir conocimientos sin interferencias dado que como seres humanos tenemos la habilidad de experimentar el “conocimiento desde dentro”.

      La palabra Intuición: “Intueri” significa “mirar hacia dentro” o “auto contemplarse”.

       “In” (hacia dentro).

       “Tuition” (enseñanza) “Tutor interno”.

      Seguro que por ello ahora te reconoces en frases como “Tengo la intuición de que…”. Esto es lo que denominamos como “el sexto sentido”, el conocimiento o la información de la comprensión del mundo que te llega a ti, y lo hace de forma aislada, al no regirse exclusivamente por las leyes de la razón. Es el conocimiento que trasciende la lógica pues somos menos racionales de lo que creemos.

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