El sello y la pluma. Carlos Ibañez
una política económica más orientada a lo nacional. Había emergido una incipiente clase media. Pero, su figura estaba desgastada y él envejecido.
La intención conspirativa estaba presente y era fogoneada por algunos diarios. Yrigoyen sufrió un atentado al salir de su casa, rumbo a la Casa Rosada, su agresor fue muerto por la custodia. Había un clima de violencia política. En septiembre renunció el ministro de Guerra, impotente para contener la conspiración. La mecha estaba encendida, el 4 de septiembre hubo manifestaciones donde se produjo una víctima fatal; se dijo que era un estudiante (luego resultó ser un empleado bancario). El estudiantado se levantó en huelga. El general Uriburu se sublevó y avanzó sobre Buenos Aires con los cadetes del Colegio Militar; era una fuerza escasa, pero ya no había capacidad de resistencia. Yrigoyen, que estaba enfermo, delegó el mando en el vicepresidente Martínez. Finalmente, Uriburu, luego de un breve tiroteo, llegó al Congreso y obligó al vicepresidente a dimitir.
Estos fueron los hechos. Las consecuencias han sido las sucesivas rupturas de los ciclos constitucionales que hemos sufrido hasta el año 1983. Un período ominoso para las instituciones de nuestro país.
La aguda crisis económica y social de ese entonces impulsa a Berni a redefinir sus planteos estéticos. En 1933 funda, con otros artistas, el grupo Nuevo Realismo, tendencia que define como “un determinado tipo de humanismo” y con el cual busca abordar “el drama de los pueblos de América Latina hundidos en el coloniaje”, para concentrarse en una ética de las relaciones sociales y una observación crítica del poder. Los grandes óleos que pinta Berni formarán, en adelante, una galería de los desheredados y oprimidos argentinos de la época.
El andamiaje intelectual del artista, producto de la experiencia vivida hasta ese momento, se conmueve con la contrastante realidad nacional, que le presenta la tragedia rural de chacareros empobrecidos y peones sin trabajo, las huelgas y las luchas obreras. Él sostenía: “… pienso que la lectura política de mi obra es fundamental, que no se la puede dejar de lado, y que si se la deja no puede ser comprendida a fondo, es más, creo que una mera lectura esteticista sería una traición”. En suma, para Berni el arte político no sólo indaga la realidad, sino que además la cuestiona y la muestra.
A fines de la década del 50, empieza a ocuparse de los marginados que habitan la periferia urbana. Pero se sirve, para ello, de una rara trasmutación de materiales de desecho, a los cuales da nueva vida por medio de collages. Crea dos personajes arquetípicos de los migrantes internos, moradores de las villas miseria distribuidas en el Gran Buenos Aires, son: Juanito Laguna y Ramona Montiel, que abandona la periferia convertida en prostituta. Con estas obras obtiene, en 1962, el Gran Premio de Grabado de la XXXI Bienal de Venecia. En una entrevista realizada días antes de su muerte, el 13 de octubre de 1981, expresa claramente su compromiso como artista: “El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la pintura, es una forma de amor, de trasmitir el amor a través del arte”. En 1976 había dicho “Si no hay amor que transmitir, no hay pintura, no hay arte, no hay nada”. 11
11 Fuentes consultadas: Textos de los Volantes filatélicos N° 831 del 5 de junio de 1999 y N° 995 del 12 de marzo de 2005. Héctor J. Zinni: La Ciudad oculta – Memorias de Rosario – Homo Sapiens Ediciones, 1999, Pág. 135/138.
Año Mundial de la Física (2005)
Sello postal: Año mundial de la Física
Sello conmemorativo del año 2005 como Año Mundial de la Física, emitido conjuntamente con el sello conmemorativo del Cincuentenario del Instituto Balseiro. Viñeta: fotografía de Albert Einstein y facsímil de la revista Annalen der Physik; impresión offset multicolor. Leyenda: “E=mc2 – ALBERT EINSTEIN”. Valor: 75c. Fecha de emisión: 23 de abril de 2005.
Historia
La Organización de las Naciones Unidas declaró al año 2005 como Año Mundial de la Física, en conmemoración del centésimo año desde que Albert Einstein publicó en la revista alemana Annalen der Physik cuatro trabajos que cambiarían la historia de la ciencia en el siglo XX. En el primero de ellos ofreció una explicación del llamado efecto fotoeléctrico que fue fundamental para el desarrollo posterior de la mecánica cuántica. En el segundo trabajo propuso otro modo para determinar propiedades de átomos y moléculas. Y en los dos trabajos restantes estableció la Teoría de la relatividad especial, paso previo a la Relatividad general presentada en 1915, que reemplazaría a la Gravitación de Newton —vigente durante 250 años— sentando las bases de la física moderna.
La nueva teoría representa una concepción diferente del tiempo y del espacio: la duración y la distancia dejan de ser valores absolutos, su medición varía de acuerdo con el movimiento relativo de los observadores y la única constante es la velocidad de la luz. La famosa fórmula: E = mc2 es una de las principales conclusiones a las que arriba Einstein, que permite comprobar la existencia de grandes cantidades de energía incluso en las masas más pequeñas. La declaración del annus mirabili (año extraordinario) dedicado a Einstein busca destacar la importancia de la ciencia como motor del conocimiento y del desarrollo tecnológico y socioeconómico, en particular la física, y su incidencia en la vida cotidiana en cuestiones como, por ejemplo, el desarrollo del láser, las energías solar y nuclear, la automatización mediante células fotoeléctricas, e incluso las computadoras.12
Coincidentemente, también en el año 2005 se celebra el 50° Aniversario de la creación del Instituto Balseiro, un emblema de formación universitaria en física e ingeniería de prestigio internacional.
El 22 de abril de 1955, las autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) firmaban un convenio que daría nacimiento al Instituto de Física de Bariloche, hoy llamado Instituto Balseiro, en homenaje a su primer director, el físico argentino José Antonio Balseiro.13
El Instituto Balseiro se constituyó como un centro de formación universitaria en física e ingeniería con la siguiente oferta académica: Licenciatura en Física y Doctorado en Física; Ingeniería Nuclear; Ingeniería Mecánica; Ingeniería en Telecomunicaciones. Y a nivel de posgrado, la Carrera de Especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear y tres maestrías: en Ciencias Físicas, Ingeniería y Física Médica; más dos Doctorados: en Ingeniería Nuclear y en Ciencias de la Ingeniería. El Instituto ofrece un sistema de becas, que, en el caso de carreras de grado, especialización y maestrías, son otorgadas por la CNEA y financiadas por el Estado. En el caso de los doctorados, las becas son de CNEA y también del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
El desarrollo de la ciencia en nuestro país es de larga data. El sacerdote jesuita Nicolás Mascardi, fundador de la primera reducción indígena de Nahuel Huapi, instaló en esas remotas regiones algunos aparatos de astronomía y realizó investigaciones. Mascardi murió martirizado por los indígenas en 1673. Otro jesuita Matías Strobel, hacia 1739, realizó observaciones astronómicas en Buenos Aires. El primer argentino en efectuar trabajos de astronomía fue el sacerdote Buenaventura Suárez, quien escribió el trabajo Lunario del siglo, en 1744, que contenía reglas prácticas para calcular eclipses.
Registros históricos señalan que, en 1762, los jesuitas solicitaron autorización para incluir el estudio de las ciencias, en particular las matemáticas, en la Universidad