Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. Carlos Medina Gallego
institucional– no significa renunciar a los ideales que movieron años de lucha y de sacrificio; por el contrario, es la posibilidad de alcanzar esos mismos ideales o unos nuevos, definidos por las circunstancias históricas y los distintos momentos por el que atraviesa la sociedad, en un contexto de lucha diferente que si bien no es siempre menos difícil que la lucha armada, es, sin duda, menos costoso en vidas y sacrificios.
1. Este capítulo retoma estudios realizados por el autor en relación con la historia política de las Farc-EP en lo que corresponde a lo estrictamente organizativopartidario, e introduce nuevos elementos de análisis y reflexión.
2. El Partido Comunista Colombiano se fundó en julio de 1930 como una prolongación o desprendimiento del Partido Socialista Revolucionario (PSR), el cual operó en la segunda mitad de la década de los veinte del siglo pasado y se extinguió antes del final de ese decenio. Su trayectoria presenta cuatro momentos principales: a) su emergencia, coincidente con la reconquista del poder político por parte del Partido Liberal y, por ende, su importante protagonismo en la década de los treinta, sobre todo en torno a la resistencia popular frente a los efectos de la crisis económica mundial, la lucha campesina por la tierra y la creación –en 1936– de la primera organización obrera nacional estable: la Confederación de Trabajadores de Colombia; b) su largo y difícil tránsito bajo los gobiernos reaccionarios entre mediados de la década de los cuarenta e inicios de la de los sesenta, lo cual lo ubicó con claridad en la oposición al régimen establecido por los dos partidos tradicionales; c) su notable desenvolvimiento al calor de la movilización popular desarrollada en el Frente Nacional, el cual presenta como momentos simbólicos el auge del movimiento sindical y popular, la aparición y el desarrollo del actual conflicto armado interno y la proyección política de las alianzas electorales de izquierda; d) la operación del partido en las condiciones de la globalización internacional a partir de la desaparición del denominado “campo socialista” (Delgado. 2008).
3. Al comenzar la década de los setenta, este proceso dará como resultado la conformación de la Unión Nacional de Oposición (UNO) como una propuesta de confluencia de distintos sectores de la izquierda en el propósito de sumar fuerzas en la lucha política electoral, permeados, de alguna manera, por la experiencia de la Unidad Popular Chilena que lleva al poder, a comienzos de la década, a Salvador Allende.
4. En 1964, el PCC promueve la conformación de la Confederación Sindical de los Trabajadores de Colombia (CSTC) en el trabajo que desarrollaba entonces tendiente a lograr la unidad de acción de la clase obrera.
5. Para el conocimiento de las contradicciones internas que dan origen al Partido Comunista de Colombia-Marxista Leninista (PCC-ML) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), véase el trabajo de la Maestría en Historia de la Universidad Nacional de Colombia de Frank Molano, El imaginario maoísta (1965-1982) como mentalidad revolucionaria en la izquierda colombiana, del 2004.
6. En 1959, Pedro Vásquez Rendón y Pedro León Arboleda difundieron en el partido el documento titulado “Hacia un reenfoque estratégico de la revolución colombiana”, en el cual insistieron en la lucha armada y en la estrategia de guerra popular campesina. Por esta razón fueron sancionados y posteriormente expulsados.
7. La JUCO, en 1961, reprodujo ocho mil ejemplares del libro Guerra de guerrillas del Che Guevara que circularon especialmente en Antioquia, Tolima, la Costa Atlántica, Cali (a cargo de Fred Kaim, quien será uno de los fundadores del PCdeC-ML), Barrancabermeja (a cargo de Libardo Mora Toro), Cúcuta y Bogotá; este texto impacto profundamente el espíritu de los militantes del partido y en particular de los jóvenes comunistas.
8. El 20 de julio de 1960 se realizó el I Congreso del MOEC. Allí se decide enviar a Andrés Caribe y a Antonio Larrota a Cuba para preparar el inicio del accionar armado en la región del páramo de Tacueyó, límites de Valle y Cauca. A su regreso, Larrota entra en contacto con el exguerrillero liberal Adán de Jesús Aguililla, quien al enterarse del enfoque revolucionario y comunista del nuevo proyecto asesinó a Larrota el 6 de mayo de 1961. Luego de este fracaso, el MOEC intentó otra empresa militar en los llanos de Vichada, a cargo del médico Tulio Bayer, y en Urabá, con resultados similares. A partir de su II Congreso en 1962, se profundizaron sus diferencias, lo que llevó a la disolución organizativa y a que sus miembros se vincularan a otros proyectos revolucionarios que surgieron posteriormente, entre ellos el ELN.
9. En 1957, durante la Conferencia de Partidos Comunistas realizada en Moscú, la delegación del PCCH, encabezada por Mao Tse Tung, luchó con el PCUS en torno a la tesis de la transición pacífica. Varios partidos comunistas apoyaron la posición del PCCH. En los años siguientes, el PCUS inició una campaña contra el PCCH tildándolo de aventurero y militarista.
10. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo juegan un papel determinante en la tesis de la combinación de todas las formas de lucha, aprobada en el IX Congreso del Partido Comunista Colombiano (PCC) en 1961. De ahí que entre 1964 y 1981 esta organización guerrillera dependiera políticamente del PCC, órgano que, a su vez, seguía las directrices políticas del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), el cual, para ese momento, encuadraba sus relaciones con los partidos comunistas latinoamericanos dentro de la détente y la coexistencia pacífica (Trejos y González, diciembre de 2013).
11. Los regionales del Magdalena, Bolívar y La Guajira fueron clausurados en 1963. Durante los dos años siguientes se expulsaron numerosos militantes de los regionales del Valle, Santander, Cundinamarca, Boyacá, Huila y Bogotá. De la JUCO fueron expulsados el 80 % de sus militantes en los regionales de Bogotá, Santander, Valle y la Costa Atlántica.
12. La historia colombiana, y sobre todo la de los movimientos revolucionarios, está llena de paradojas. Los maoístas, “fieles” seguidores del presidente Mao, a pesar de su profunda labor de agitación y movilización ideológica y política entre sectores del campesinado, los estudiantes y los núcleos de obreros y trabajadores, durante la década de los setenta fueron reducidos a pequeños grupos sin mayor presencia y significado en el contexto político colombiano. Mientras los “mamertos revisionistas” del PCC que se oponían a la lucha guerrillera como la estrategia principal, terminaron por dar paso al proyecto político militar que llegó a ser las Farc-EP.
13. Esta visión de negar todo lo que hacía el PCC produjo que los marxistasleninistas, mientras estaban en su proceso de reorganización, no asumieran un comportamiento de respuesta y solidaridad contra las agresiones a las bases campesinas del PCC de Marquetalia, Riochiquito y el Caquetá que entre 1963 y 1964 fueron el centro del Plan laso (Latin American Security Operation).
14. Al respecto véase Villarraga y Plazas (1994, p. 21).
15. El “x Congreso” indicando que se quería “rescatar” el partido y no construir uno nuevo, de ahí la aprobación de expulsión de Vieira y el resto de la “dirección revisionista”.