Cómo escribir un artículo académico en doce semanas. Wendy Laura Belcher

Cómo escribir un artículo académico en doce semanas - Wendy Laura Belcher


Скачать книгу
porque la publicación es algo de naturaleza permanente. Este miedo es frecuentemente instigado por los profesores. En humanidades se les advierte a los estudiantes de posgrado no publicar hasta estar completamente listos y tener un control absoluto de su tema. Los profesores explican que los artículos prematuros pueden regresar para atormentar o avergonzar a sus autores. Sin embargo, los beneficios de la publicación sobrepasan sus riesgos.

      El siguiente relato de un amigo profesor ilustra el argumento a favor de postergar la publicación. Cuando llegó la hora de discutir la contratación permanente de un profesor asociado en la facultad, algunos miembros hostiles del comité sacaron a relucir su primer artículo, fustigando al profesor por su “texto vulgar”. En ese caso, la publicación había hecho más daño que bien.

      Le hice a mi amigo dos simples preguntas: primero, si el profesor había sido contratado, a lo que respondió que sí. Tal vez el profesor le explicó al comité que ese artículo fue un producto temprano y que su trabajo posterior se había desarrollado muchísimo desde aquella primera publicación, lo que atestiguaba a favor de su trayectoria. Cualquiera que haya sido su defensa, le ganó su contrato. Nadie espera que los académicos mantengan el mismo enfoque teórico o ideológico a lo largo de toda su vida.

      Mi segunda pregunta fue si el profesor había publicado aquel primer artículo en una revista dictaminada por pares y, en efecto, ése no había sido el caso. Lo había publicado en una colección de ponencias de una conferencia, que no había pasado por un proceso de evaluación. Por esa razón insisto en que estudiantes y académicos envíen sus trabajos únicamente a revistas arbitradas por pares. El proceso de evaluación, aun cuando no sea perfecto, provee una red de seguridad. Si una revista de este tipo acepta tu artículo, probablemente no te avergonzarás de éste más tarde.

      Otros profesores son más directos que mi amigo. “Ya hay suficientes textos malos, ¿para qué agregar otros?”, dicen. “La mayoría de estudiantes de posgrado no tienen nada que valga la pena publicarse”. Lo único que puedo responder a esos críticos es que no han leído los artículos de mis estudiantes. Sus primeros borradores pueden ser burdos, pero cuando están realmente dispuestos a revisarlos, a menudo producen trabajos fascinantes e innovadores que muchos profesores estarían orgullosos de publicar. Frecuentemente este tipo de crítica proviene de los mismos profesores cuya calidad de escritura es deficiente.

      Obstáculo 11. No estoy de humor para escribir. Mucha gente cree necesario estar emocionalmente preparada para escribir. Si no estás en el humor adecuado, dicen, ni siquiera intentes empezar, porque no va a funcionar. No obstante, muchos pueden atestiguar que es posible entrar en humor de escribir. La teoría de modificación de conducta muestra que la emoción sigue a la acción, y no al contrario. Cuando empiezas a hacer algo, tu humor cambiará para bien. “Los individuos que dejan las cosas para más tarde frecuentemente confunden la motivación y la acción. No esperes hasta estar de humor para hacer algo. Es un error creer que primero debe haber motivación, y que ésta lleva a la acción y al éxito. Pero usualmente ocurre al revés: a raíz de la acción surge la motivación” (Burns, 1999: 125).

      En su libro Feeling Good (Sintiéndose bien) David D. Burns describe numerosas técnicas para pensar de manera positiva acerca de tu vida y tu trabajo, para que puedas sobreponerte al perfeccionismo y a los sentimientos de culpa. También puedes usar rituales para sobreponerte a tu sensación de no estar preparado(a). Puedes catalizar la disposición a escribir encendiendo una vela, escuchando una cierta canción o haciendo ejercicios de estiramiento. Cuando alguien que conozco estaba escribiendo su primer libro, empezaba cada mañana leyendo una parte del Viejo Testamento. La belleza del texto bíblico siempre evocaba en ella el deseo de escribir. Incluso en los días que no se sentía como para escribir respondía bien a este ritual. Si los perros de Pavlov pueden hacerlo, tú también puedes.

      Así que no esperes hasta que tus sentimientos alcancen a tus metas. Simplemente traza un plan y llévalo a cabo.

      Obstáculo 12. Mis responsabilidades como padre (o madre) me impiden escribir. De manera interesante, los estudiantes con hijos son los mejores practicantes de los principios de este capítulo. Las personas que deben cuidar niños simplemente no cuentan con grandes bloques de tiempo, por lo que acostumbran a trabajar en segmentos limitados de una a cuatro horas. Ellos no pueden hacer de la escritura su prioridad número uno, así que no están esclavizados a ésta. No pueden quedarse despiertos toda la noche escribiendo y cuidar a su bebé al día siguiente, así que planean con anticipación. No estoy recomendando quienes no tienen niños a adoptar uno. Pero si tienes amigos estudiantes con hijos, tal vez puedas aprender algunas buenas lecciones sobre cómo ellos se las arreglan.

      Si no logras escribir a causa de tus responsabilidades del cuidado de niños, ya sabes cuál es la solución: conseguir que otras personas se hagan cargo de tus hijos por varias horas a la semana. A muchos estudiantes les encantaría contar con esa ayuda, pero tal vez vivan lejos de su familia y no puedan pagar por ese servicio. Podrías investigar la posibilidad de un arreglo para compartir el cuidado de los niños. Encuentra otro(a) estudiante en la misma situación y acuerda intercambiar horas en las que uno(a) de ustedes se hace cargo de los hijos de ambos, para que cada uno(a) de ustedes pueda disponer de una mañana entera para escribir. O, si lo que realmente necesitas es dormir o salir a hacer tus mandados, puedes también intercambiar horas para ese propósito. Sólo recuerda dedicar quince minutos a escribir en esos espacios de tiempo. Si ninguna de estas opciones es viable, enfócate en trabajar en los periodos cortos que tienes disponibles. Escribe durante media hora después de acostar a los niños a dormir y antes de empezar a hacer la limpieza.

      Si te sirve de consuelo, los estudios difieren en lo que respecta al efecto del matrimonio y familiares dependientes sobre la productividad de los docentes. Un estudio halló que las tasas de contratos permanentes y promoción son menores para mujeres profesoras que tienen hijos, mientras que son más altas para profesores de sexo masculino que son padres ( National Science Foundation, 2004). Otro estudio encontró que la familia tiene poco efecto sobre la productividad de profesores de ambos sexos (Sax et al., 2002). Esos expertos especulan que las diferencias en cuanto a los índices de publicación, que se han ido reduciendo gradualmente, no se pueden explicar por el peso de las responsabilidades domésticas. Más bien, estos índices algo menores tienen más que ver con la prioridad más alta que dan las mujeres al “cambio social”, sobre el ascenso y el reconocimiento profesional. Esto no implica que los profesores de ambos sexos experimenten las responsabilidades familiares de la misma forma. Entre hombres y mujeres con los mismos índices de publicación, las profesoras realizaban más quehaceres domésticos y dedicaban menos tiempo cada semana a escribir y a investigar, en comparación con los profesores (Sax, et al., 2002). Esto es, las mujeres eran más eficientes, produciendo la misma cantidad de producción escrita en menos tiempo.

      Obstáculo 13. Realmente no puedo avanzar en este proyecto de redacción. Algunas veces, aunque no sea por tu culpa, no puedes escribir. Tal vez estás esperando resultados de tu solicitud de financiamiento adicional, o la respuesta de tu asesor. Si el camino se bloquea para un proyecto, vuélcate en otro. El éxito se correlaciona con autores que no se dedican sólo a uno, sino a varios proyectos de escritura al mismo tiempo. Si estás aburrido o frustrado con uno, puedas cambiar al otro. No caigas en la trampa de pensar que únicamente la dedicación de tiempo completo a un único proyecto resultará en el éxito. Si algo te detiene y paraliza, dedícale tiempo a una solicitud de financiamiento, revisa un artículo anterior, o esboza ideas para uno nuevo. Siempre debes estar avanzando en algún frente.

      Obstáculo 14. No puedo escribir porque mi idea no sirve. Muchos estudiantes no confían en el proceso de composición. Descartan sus ideas iniciales por carecer de originalidad o por ser ridículas y paran de escribir con la esperanza de que, de alguna manera, se les ocurran ideas mejores. Como explica uno de mis estudiantes: “Creo que el proceso de redacción debe ser perfecto y fácil desde la primera vez. Si no es perfecto, siento que necesito más tiempo para pensar antes de empezar”.

      Sin embargo, escribir y pensar están entrelazados: pensar conduce a escribir, lo que a su vez lleva a pensar. Yo frecuentemente escribo para descubrir lo que pienso. Desde luego, uno no necesita tener una idea fabulosa y publicable para empezar a escribir. El proceso de redacción genera sus propias respuestas.


Скачать книгу